Revelación

738 55 98
                                    


«¡Por qué el destino era así!»

Por qué me tenía que poner a prueba, qué tanto mal había hecho para que me pasaran estas cosas.

—Adrien ya deja de dar vueltas que me mareas.—chilló mi kwami. Lo ignoré y seguí dando vueltas por la oficina de Marinette—. Vas a hacerle un agujero al piso.

—¡¿Por qué me pasa esto a mí, Plagg?!—me detuve a verlo.

—Eres un dramático.—negué—. ¿Ah no? Entonces por qué te pones así, que yo sepa ver a Marinette no es para ponerse así.

—No la vi desde el incidente en los vestidores hace dos semanas, y no quiero verla porque siempre que estamos a solas algo pasa y una atmósfera rara se posa en ambos.

—Y así sigues diciendo que ella no te gusta. Ya siéntate que me desesperas.—ordenó.

—No me gusta pero ella...—arqueó una ceja esperando a que continuara—. Nada.

Me senté bruscamente provocado que varias cosas que estaban sobre el escritorio se cayeran, incluido el bolso de Marinette.

—Mierda.

Me apresuré a recoger las cosas y guardarlas en su bolso antes que ella llegara; lo último que quería era otra de nuestras discusiones raras que terminaban de una forma mucho mas rara.

Iba metiendo todo lo que pillaba en el suelo hasta que di con...

«Esto no puede estar...»

Me quedé minutos observándolo, mirando cada detalle del objeto en mis manos para convencerme de que esto solo se trataba de un error.

—Niño, parece que alguien se acerca.—su vocesita se volvió solo un eco en mi cabeza.

Toda mi mente, todo yo, estaba en mis recuerdos; uniendo piezas y llegando a la conclusión.

—Marinette es Ladybug.—susurré en un hilo de voz.

—¡¿Qué?!—mi pequeño amigo se posó frente a mí con los ojitos muy abiertos.

—Plagg...¿Marinette es Ladybug?—volví a susurrar apretando con más fuerza el brazalete que le había regalado a mi novia.

—Pero qué cosas dices.—rio nervioso—. Deberías descansar un poco, parece que tus noches con Ladybug no te dejan dormir bien.

—¿Entonces qué hace ella con esta pulsera que le di a Ladybug para nuestro aniversario?

—Esas cosas cualquiera puede comprarlas.—negué.

—Yo diseñe esta pulsera y la mandé a hacer única y exclusivamente para mi Lady. ¿Por qué ahora esta en el bolso de Marinette?

—¿Y si son amigas y se lo prestó?—intentó darme excusas pero yo sólo creía lo que veía.

—Ya no intentes engañarme, Plagg. Tú siempre insististe en que le de una oportunidad a Ladybug; era por esto ¿cierto?—desvío la mirada—. ¡Claro! Por eso también Ladybug salió con eso, no sé cómo no pude darme cuenta antes...

—¡Sí son las mismas!—admitió mi kwami—. Y por tonto es que no te dabas cuenta de las indirectas. Ya qué mas da, lo sabes pero ahora que harás.

Antes que pudiera responderle unos paso se oyeron afuera. Guarde la pulsera en mi bolsillo y puse su bolso y las cosas que quedaban en el suelo en su escritorio.

Sabía lo que haría; a partir de ahora todo cambiaría.

—Adrien, buenos días.—saludó al entrar—. ¿Cómo estás?

Lᴏᴠᴇʀ Oғ Mɪɴᴇ  ❤︎Ladrien/ Adrinette [Semi AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora