Segunda Oportunidad

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En este mes me he dado cuenta que el tiempo es un cruel verdugo cuando se lo propone.

Fue un mes tortuoso.

Un mes sin visitas nocturnas, sin sus besos, su voz, sin ella.

«Mi Lady»

—Chico.—llamó mi kwami. Yo lo ignoré cubriéndome el rostro con una almohada—. Adrien ya me da miedo verte de esa forma.—suspiró—. Lo que pasó fue lo mejor para los dos, Adrien. Y Marinette...pues, puedes darle una oportu...

—¡Ya basta, Plagg!—me senté de golpe que empezó a dolerme la cabeza—. Marinette, Marinette, esto no es así de fácil.—volví a recostarme en la cama—. ¿Por qué tanto la mencionas? ¿Por qué tanto afán en que esté con ella? Y no solo eres tú, también Ladybug me dijo que haga mi vida con ella.

—Portador idiota que no se da cuenta.—murmuró mi pequeño amigo—. Igual para que sepas que Ladybug no va a volver a ti si sólo te dedicas a deprimirte y estar de quejón conmigo.

—Ya ve a comer queso, Plagg...Qui-quiero estar solo.

Se fue volando y murmurando quién sabe que cosas en mi contra porque sí, sí era un idiota, uno que no había hecho gran cosa para recuperar a su Lady.

Pero también ¿qué más podría hacer?  Como civil no podía acercarme a ella porque no aparecía a no ser por una alerta de akuma o sus patrullajes y acercarme era imposible porque salía volando con su yo-yo a penas me veía a metros de ella. Como Chat Noir tampoco quería ponerla incómoda insistiendo y diciéndole que Adrien Agreste le mandaba mensajes para ella—lo intenté un par de veces y no me hablo por días—, creo qué debería ya...dejarla ir.

«Dejarla ir»

Una palabra que suena fácil pero que realmente es difícil de realizar.

Demasiado difícil.

Porque podría simplemente acercarme a Marinette, darle una oportunidad a ella ya que es una chica increíble, noble, hermosa y no voy a negar que me gusta. Me gusta porque tiene algo que me hace pensarla.

Pero Ladybug... a ella la amo. Ese tiempo que pasamos juntos fue increíble, y me cuesta soltar así de fácil. No quiero estar con Marinette y darle la razón de que en algún momento la engañé; porque sé que ella me terminó por eso, por la fotografía y puso las identidades como excusa.

Haré algo una última vez para quitarme un poco el dolor que siento.

Hoy se supone que ella está patrullando la ciudad, la rastrearé y así podré hablar con ella. Le explicaré todo lo que ocurrió ese día, y aunque no volvamos quiero que me perdone por ser un idiota y que me deje dejarla ir.

Me transformé y me fui en su búsqueda. Ella se encontraba en lo alto de la Torre Eiffel, viendo hacia la ciudad. Aproveché la oscuridad y que ella se encontraba de espaldas a mí para deshacer mi transformación.

—Ladybug.—llamé. Ella se dió media vuelta y cuando me vió se limpió las lágrimas que caían por sus mejillas.

—¿Ad-adrien, co-cómo llegaste hasta aquí?

—Recibí algo de ayuda.

—Ese gato entrometido.—renegó—. No debes estar aquí, es peligroso.

—Déjame explicarte lo qué pasó ese día, por favor.—me acerqué e intenté tomar sus manos pero ella las apartó de inmediato. Eso me dolió—. Si después de escucharme no quieres verme más te entenderé, me iré y no te molestaré más.

Lo pensó unos minutos y luego suspiró como resignándose a que no me iría sin que me escuchara.

—Bien, habla.

Lᴏᴠᴇʀ Oғ Mɪɴᴇ  ❤︎Ladrien/ Adrinette [Semi AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora