Capitulo siete.

110 13 1
                                    

¿Estaba nerviosa? Un poco.

Ya había jugado varios partidos antes, había ido a campeonatos, e incluso llegué a un nacional, pero la sensación de nerviosismo e inseguridad siempre están presentes.

Había salido mucho antes de clase para prepararme con mi equipo, vestirme y sobre todo, practicando mi saque.

Lo que más me preocupa de esto es no poder hacer bien un saque. Todo el resto siento que me sale bien, y que hago un aporte a mi equipo.

En fin, alejo los pensamientos negativos y decido concentrarme en el presente. El equipo rival estaba practicando en el otro lado de la malla. A pesar de que esté fuera un mini campeonato, las gradas del gimnasio estaban relativamente llenas. Con la mirada busqué a Raquel, pero no la encontré. Una parte de mi se sentía un poco mal, pero conocía a mi amiga, ella no se iba a perder este partido.

-- Bien chicas, está va a ser la formación, -- dijo el entrenador, reuniéndonos en un círculo y escribiendo algo en una pizarra pequeña, -- Sophia, Romina y Karla irán de receptoras. Melany irá de levantadora y Vicky en la delantera. Samantha, tú serás la central -- dijo finalizando.

Lo que ya todas sabíamos y que el entrenador no dijo es que yo empiezo atrás, en la parte derecha, ya que yo me cambio con el libero, que es un jugador que puede sustituir a cualquiera que esté atrás. Cuando éste llegue a la parte izquierda trasera y perdamos un punto, cambia conmigo, para yo tomar el puesto que me corresponde.

Melany, la capitana fué a ver qué equipo empezaba, mientras nosotras seguíamos preparándonos. Cuando llegó, digo que nosotros recibíamos, por lo que yo no sacaría.

Cuando sentí el silbato, una ola fría recorrió mi cuerpo, pero aún así, este seguía caliente. Todas nos posicionamos en nuestros respectivos lugares. Estaba apunto de cambiarme con el libero, cuando algo me llamó la atención; en el equipo contrario no había nadie que estuviera en la posición de saque. Miré a mi entrenador y este miró a el árbitro. Este aseguró de que nosotros empezábamos, lo que significaba una cosa, yo daba el saque.

Mierda.

Cuando me entregaron el balón, me quedé helada. Caminé a la posición de saque y respiré hondo, necesitaba saber que Raquel estaba aquí. Para mí suerte, ella estaba ahí, con una sonrisa de seguridad hacia mí, pero no solo eso, tenía otras intenciones. Dirijo mi mirada dos puestos después de ella y volví a sentir ese frío recorrer mi cuerpo.

Recontra mierda.

Cameron estaba aquí.

Estaba aquí y yo estaba demasiado abrumada sobre el juego.

Volví a respirar más hondo, preparando la posición de mi saque. Escuché el silbato y exalé el aire que tenía. Al no sentir el balón en mi mano, me quedé quieta mirando como se dirigía directamente a la malla.

Quería llorar, así que solo cerré mis ojos, escuchando como celebraban por el punto.

El balón volvió a mis manos y lo miré confundida. ¿Que sucede?

-- Ve a sacar, Sam -- me dijo Romina, -- ganamos el primer punto --.

¿Cómo?

Al parecer, el balón chocó justo con el borde superior de la malla y pasó por detrás de la central.

Gracias señor por estar de mi lado.

Mi segundo saque fue exitoso, este rebotó dos veces en el equipo contrario y la devolvieron. Fui la primera en recibirla, para después dirijirla a la levantadora y así, hacer que la central que estaba adelante, golpeara por encima de la malla. Hubiera sido un buen punto, si no lo hubieran bloqueado.

B L A C KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora