Capitulo nueve.

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Lo seguí hasta la entrada de su casa, donde la pequeña Alice grita mi nombre y corre hacia mi, pasando por al lado de su hermano. La recibo con los brazos abiertos.

Se despegó de mi, mirándome con ternura --¿Quieres ir a jugar conmigo, Samy?

Le sonreí, -- Me encantaría, Alice, pero tengo un aburrido trabajo que hacer, -- dije haciendo una nueva, -- pero si termino antes, jugaré contigo.

Me abrazó por última vez antes de irse a ver la televisión. Cameron me Índico que subiera las escaleras.

¿Acaso no podemos hacerlo acá abajo?

¿Quieres que la pequeña te escuche? La vas a traumar.

¡No hablaba de eso!

Al pisar el último escalón antes de llegar al segundo piso, lo ví entrar a su habitación.

¡Territorio enemigo! No entre ahí, soldado.

Tampoco quiero entrar, no pienso hacerlo.

Asomó su cabeza por la puerta, mirándome, -- El informe es en pareja, ¿recuerdas?

Avance con la poca seguridad que me quedaba. Tengo que estar tranquila, no va a pasar nada. Espero.

Al llegar a la puerta de su cuarto, el aroma entró en mis fosas nasales como una corriente, trayendo consigo los recuerdos de aquella vez.

No pasará nada.

No me hará nada.

Por favor que esté maldito informe se termine pronto.

Se encontraba recostado en su cama ligeramente desordenada. Para no estar tan cerca de él, decidí sentarme en la silla de escritorio.

La verdad, no tenía idea por dónde empezar. Mi mente divagaba y no lograba pensar con claridad.

--¿No sabes por dónde empezar? -- ¿acaso me leíste la mente?

Le levantó de la cama y me extendió su mano. Dudosa, la tomé y me levantó.

-- Bien, empezaré yo, -- dijo Cameron, -- La anatomía humana es la ciencia de carácter práctico y morfológico que se dedica principalmente al estudio de las estructuras macroscópicas del cuerpo humano, ¿Bien?

Asentí, a pesar de no entender ni mierda.

-- Entonces, empezaremos por la Anatomía topográfica.

Asentí, sin saber muy bien a qué se refería.

La mano que me había tomado la posicionó en su cabeza, la miré extrañada. Esta la bajó lentamente hasta sus mejillas.

Todavía sin entender, pregunté, -- ¿Que estás haciendo?

-- Enseñandote Anatomía Topográfica Masculina. Mientras yo bajé mi mano, tú dices las partes, ¿Bien? -- asentí.

Entonces dije la primera palabra: pelo.

Luego frente, ojos, nariz y mejilla, dónde había dejado mi mano con la suya. Esta se dirigió a sus labios y pasó su lengua por mis dedos.

Me quedé callada, sintiendo el tibio tacto sobre las yemas de mis dedos, suspirando.

Sentí como movía sus labios, -- Labio y lengua.

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