Capítulo 7

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Ya había pasado una semana de aquel encuentro. Las cosas en la oficina marchaban normales.

Daniela y María José trabajaban juntas, y por las noches tenían un fogoso encuentro en el departamento de Abisambra. De hecho, algunas veces lo hacían más de una vez al día. Habían desarrollado una debilidad increíble por la otra: era cuestión de verse y ya estar listas.

Calle lo disfrutaba, pero a Poché la asustaba. Era la primer experiencia con una mujer, y nunca se había sentido así con un hombre. Ni siquiera con los pocos con los que había mantenido una relación.

Daniela aun no caía en cuenta de que es lo que realmente sucedía. Le encantaba compartir esa intimidad con la peliazul, sin embargo había algo que la hacia sentir distante. Como si Poché solo quisiera saciar sus ganas y ya.

Aun así, no sabia como manejar la situación. Ella estaba con mujeres que le atraían, pero a la vez, esas mujeres tenían cierta fascinación por ella, cosa que con María José no lo sentía. Y la estaba volviendo loca esa frialdad con la que la pequeña manejaba las cosas.

De repente a Daniela el simple hecho de tener sexo le estaba resultando extraño.


Poché finalmente había sido convocada para ser parte del plantel en la liga de mujeres, cosa que no hizo más que darle una increíble alegría.

- Esta es la ultima carpeta – cuenta Daniela entregándosela.

- Bien. Necesito que me firmes estos recibos – termina de acomodar la carpeta y se los pasa- Hoy llega Abi, ¿verdad?

- Esta noche supongo, ¿No hablaste con ella?

- Poco, tal vez haya estado evitándola... – confiesa algo incomoda.

- No tienes de que preocuparte, tenemos un trato. ¿Iras a black esta noche?

- ¡Por supuesto!

- Bien te veré allí. – levanta la cabeza para dedicarle una tierna sonrisa.

La peliazul se sintió húmeda y con ganas de tirar todo lo hallado en el escritorio para poder acostarse con ella en ese mismo lugar. Pero una llamada le interrumpió los pensamientos: Elena.

- ¿Qué hora es? – pregunta algo desconcertada.

- 17.15

- Mierda. Hola mi amor – contesta el teléfono – ¿Estas bien?

Poché no quería sentirse incomoda pero ¿En serio ella atendía a una de sus chicas delante de ella? Sabía que tenían solo sexo, pero no era algo que podía soportar.

Daniela firma los recibos entregándoselos uno por uno sin ni siquiera mirarlos.

- Mi vida, saldré en este mismo instante. ¿Podrás esperarme unos 15 minutos? Estaré ahí lo antes posible. Bien, también yo. Adiós.

No mas cortar comienza a juntar sus cosas rápidamente mientras habla.

- Lo siento, Poché. No se que tengo para después pero cancela todo, debo irme.

- Cl...claro, no hay problema.

- Te veo después – le dice sin siquiera saluda para ir rápidamente hacia la salida.

¿Que esperabas un beso de despedida, estúpida? ¡Se acaba de ir con otra amante!, se dijo María José.

- Hola peliazul, ¡Que bueno verte!

- ¡Hey Juancho! Lo sé, ¿me extrañas en la oficina no es así?

- Digamos que... Mariana no es lo suficientemente eficiente como tu – bromea- ¿ya pediste?

- Aun no, quería esperar a Juliana, pero aun no llega...

- ¿Quieres tomar algo conmigo? Calle aun no llega tampoco.

¿Tanto tiempo se tomaba con una mujer? Creía que no aguantaba más que un par de horas - No pudo evitar pensar la pequeña.

Luego de algunos bailes y un par de cervezas con Juan. Finalmente llega Juliana y se une a ellos.

Juan aprovecha para sacarla a bailar y ella acepta, por lo que Poché decide ir por otro trago pero es sorprendida tomada de la cintura.

- ¿A dónde va la mujer más preciosa?

- ¡Lucca! ¡No sabía que habías vuelto!

- Baje del avión derecho para venir a verte, hermosa. – Comenta abrazándola de la cintura.

- Primero va a saludar a su mejor amiga, córrete Hunt – exclama Abisambra abrazando fuerte a María José.

- ¡Creí que llegabas más tarde!

- ¿Más tarde? Tome el primer avión que pude, ¿Daniela no te dijo?

Recién ahí levanto la vista y vio que detrás de su amiga se encontraba la otra castaña.

No podía creerlo, Daniela había estado con Abi todo este tiempo. ¡Y ella como una idiota esperando a que por fin apareciera!

- No... supongo que olvido ese detalle – comenta sin quitar los ojos de Calle.

- Basta de entretener a mi chica – exige Lucca quitándola de al lado de Abisambra.

- ¿Tu chica? – ironiza Daniela.

La peliazul recordaba poco de lo que había pasado entre ellos la última vez que se vieron, pero basto para hacerla sentir incomoda.

- ¿Qué esperas? ¿Vienes a bailar con tu compañero de pista preferido?

La pequeña duda antes de responder, sobre todo viendo a los ojos a Calle quien parecía rogarle que no lo haga.

- Claro, ¿Por qué no?

No se iba a perder de disfrutar por el solo hecho de que la persona con la cual mantenía sexo se ofendiera. Después de todo, ¡Ella estaba con su mejor amiga!

Luego de bailar algunas canciones junto a la otra pareja. Daniela no podía apartar los ojos de ellos, vio como Poché tuvo que sacar varias veces las manos de Lucca que pretendían bajar hasta su trasero. Eso la tranquilizaba, pero aun así se sentía inquieta. Después de la María José que ella había conocido, no quería que Lucca conociera esa faceta.

- ¿Estas bien? Te noto algo extraña. – Pregunta Abisambra quitándola de sus pensamientos.

- Estoy bien, algo cansada.

- También yo, el vuelo me agoto, ¿Te parece salir de aquí e ir a descansar juntas? – le pregunta escondiendo la cabeza en su cuello para pasarle la lengua. Era algo que le encantaba hacer, ya que había descubierto que a Calle la volvía loca.

La castaña solo se aparto un poco con los ojos perdidos en la pista. Abi quiso ir más allá, y subió besando su mandíbula acercándose hasta su boca, pero Calle puso dos dedos en sus labios frenándola.

- No. – dice determinante.

- Bueno, tenía la esperanza de que esa estúpida idea de los besos se te haya ido en estas dos semanas.

- ¡Abi, hola! ¡No sabía que habías llegado!

- Hola bonita – le contesta a Juliana saludándola provocativamente pero Daniela no se inmuto - Lo siento voy al baño – avisa una Abisambra algo molesta mientras toma su cartera bruscamente.

- ¿Podrías no ser tan obvia? Te los estas comiendo con la mirada – le dice su amigo.

- ¿No ves como la trata? Es un idiota.

- Y tu estas con Abi aquí, déjala ya Daniela.

- Contigo quería hablar – exige Lucca apareciendo – Te perdone ese día por que Poché no estaba bien, pero como ves, ella sigue eligiéndome, no tienes chances.

- Ja – ríe sínica – ¿Y tu si?

- Chicos.. – advierte Juan pero ninguno le presta atención.

- La apuesta la gane yo, así que simplemente bórrate Calle, no me gustaría poner en juego una amistad de tantos años.

- Creo haber dicho esas palabras aquella noche. ¿No te das cuenta que busca a alguien que la trate bien? ¡Tú no puedes darle nada de eso! ¡Solo quieres tirártela!

- Daniela, Lucca, creo que deberían...

- Cierra la boca Juan – exige Lucca- las cosas son claras, apostaste quien se llevaba a la cama a María José primero, aquella noche lo podría haber hecho pero tú la sacaste de mi lado. Perdiste la apuesta Daniela Calle Soto, así que ahora acepta tu derrota y yo voy a disfrutar de mi premio – dice victorioso.

- ¡Lucca! – le grita Juan.

Ambos se dan vuelta encontrando a María José de brazos cruzados tras ellos.

- ¿Que escuchaste? – pregunta él.

- Poché, no es lo que piensas – aclara Daniela intentando acercarse.

- ¿Así que su amabilidad venia por ese lado? ¿Lo único que querían era aprovecharse a una pobre estúpida que llegaba de otro país?

- No, déjame explicarte, Poché.

- ¿Me vas a explicar que me trataron como un pedazo de carne? ¿Como una porquería? ¿Quienes se creen que son para tratar a alguien así? Déjenme decirles que no soy una de esas putas como las que están acostumbrados.

María José pasa de ellos para tomar su cartera rápidamente.

- Poché, por favor. Déjame explicarte, las cosas no son como tu crees – asegura tomándola del brazo.

- Felicidades – dice ya con lágrimas en los ojos – Ganaste – suelta su brazo y toma a Juliana, quien estaba bailando en la pista sola, y se la lleva con ella.

- ¡María José! – llama Daniela intentando seguirla pero Juancho la toma de la cintura impidiendo que la siga.

- Déjala. ¡Ustedes dos idiotas ya la lastimaron lo suficiente!

- ¿Como iba a saber que estaba allí? ¡Podrías haber avisado! - acusa Lucca.

- ¡¡Lo hice!! – grita Juancho enojado – no hubiese sucedido si no pensaran con lo que tienen ahí abajo. Ahora dejen a Poché tranquila. Me decepcionan, tú como hombre y tú como mujer. ¿No se supone que deberías tener algo de tacto? Son dos estúpidos que creen tener todo y lo mejor. Apostaron su superioridad por una mujer que no se lo merecía. Ahora afronten las consecuencias.

- Se acabo Hunt, olvídate de esa estúpida apuesta. No quiero saber más nada con esto. – espeta Daniela de forma determinante.

*************************


- Poché ¿podrías tan solo calmarte y explicarme con mas claridad?

- Por favor dime que me puedo quedar aquí esta noche – le ruega a su amiga.

- Puedes quedarte el tiempo que quieras, pero tranquilízate. Te traeré algo para beber. Espérame en el sofá.

María José se desploma en el sillón aun llorando escondió su cabeza entre sus manos.

- Apostaron conmigo como si fuese una cualquiera – conto en cuanto estuvo más calmada.

- No puedo entender, ¿porque lo harían? Digo.. No parecen estar escasos de mujeres. De hecho, ¿Daniela no está con Abisambra?

- Solo fue un juego Juli, se peleaban por ver quién me tenía.

- Tuviste suerte entonces, ninguno lo logro.

En realidad sí. Daniela se había salido con la suya, pero al parecer Lucca no lo sabía, sino ¿porque le reclamaba que se aleje? Después de todo, con el había sido solo un beso. En cambio con Calle se había acostado, unas cuantas veces.

- Son dos idiotas, Poché. No se merecen que estés así. A demás puedes estar tranquila, no les diste lo que buscaban.

- Juli, estuve con Daniela – suelta rápidamente sin mirarla.

Su amiga abre ampliamente los ojos y la boca. No podía creer lo que acababa de escuchar.

- Wow, creí que tu...

- Teníamos un trato – interrumpe – ella no paraba de buscarme. Al principio no accedí por Abi, pero luego ese viaje, y Daniela quien dormía en mi casa... después lo del club, me sentía tan sola, que... se lo permití. – confiesa avergonzada.

- ¿Me estás diciendo de que tuviste sexo con Daniela?

- Mientras Abisambra está enamorada de ella, me siento una basura – aclara tapándose la cara – No sé en lo que estaba pensando, pero me deje llevar Juli, no me pude contener – comienza a llorar otra vez.

- Está bien, está bien – su amiga se levanta yendo a su lado para contenerla – Tranquila, Poché.

- ¡Ella me uso! Traicione a mi mejor amiga por su sucia apuesta. ¡Confié en ella! – le dice tirándose en sus brazos para poder abrazarla fuertemente.

*******************

- ¿Estas seguro que no tienes problema de que me quede aquí?

- Siéntete como en tu casa.

- Estas enojado. Lo sé, lo siento Juancho. Realmente olvide esa apuesta hace un tiempo, solo quería llevarme bien con María José.

- Creo que es a ella a quien debes pedirle perdón. Aunque si no te escucha lo entiendo.

- Me lo merezco. Soy una idiota por pensar que podía manejar la situación. Pero nunca tuve en cuenta la vuelta de Lucca, ni tampoco que él iba a seguir con ese absurdo pacto.

- ¿A que te refieres con eso de que podías manejar la situación?

Daniela lo mira y suspira pero no dice nada.

- Soy tu mejor amigo mínimamente ¿podrías decirme la verdad? – al ver el gesto de ella entiende rápidamente – Daniela Calle Soto, ¿te cogiste a María José?

- ¡No digas así! Esa palabra suena horrible.

- ¡Gran y asquerosa mentirosa! ¡Lo estas admitiendo!

Ella suspira antes de confesar.

- Llevamos alrededor de una semana así. Admito que la busque al principio, pero luego todo fue tan natural. Ella dijo que necesitaba contención y se la di, te juro que no buscaba nada más. Lo hice porque lo sentí, hasta que puso sus condiciones y simplemente paso. Pero Juancho, lo juro no estaba mintiendo.

- ¿La besaste?

- No, con sus condiciones no me permitió hacerlo.

- Entonces esta vez si quisiste... No puedo creer que estuviste con ella todo este tiempo y no dijiste nada. ¡Incluso para sacarte de encima a Hunt!

- Porque yo ya no la veía así... No quería que forme parte de la apuesta -
Calle bajo su cabeza avergonzada.

- Daniela voy a preguntarte algo y esa vez quiero la verdad.

Su amiga levanta la cabeza para mirarlo, esperando aquella pregunta.

- ¿Que sientes por Poché?

Ella se toma su tiempo para contestar.

- Me gusta, Juan. Realmente me gusta mucho, tanto que hasta me da miedo.

Responde sinceramente.









Pido perdón por actualizar tan tarde últimamente pero es en el único momento que tengo tiempo :(

Estúpido Amor (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora