Habían pasado dos semanas. Dos largas e intensas semanas.
María José se había mudado al departamento de Juliana.
Por supuesto eso trajo discusiones entre ella y Calle, ya que la castaña quería recibirla en su casa.
No había podido hablar con Abisambra en esas dos semanas.
Su amiga (o eso creía ella) le negaba la palabra.
Poché intentó hablar con ella por todos los medios, pero era imposible.
"Dale tiempo" escuchaba constantemente. Pero estaba cansada, no soportaba el rechazo de su amiga.
Por su parte, Calle se encontraba en un estado neutral.
Había pedido una auditoria para la cual Kevin no se había presentado. Así que pidió que lo investigaran.
Temía que este metido en algo medio extraño.
Aunque no dudaría usarlo en su favor.
Si todo salía bien, en aproximadamente un mes iban a dar el fallo por la tenencia de Elena.
Y tenía todas las fichas puestas en que la niña iba a quedarse con ella.
O al menos, eso esperaba.Incluso había pensado en comprar una casa para que viva en un ambiente mucho más familiar.
Por ahora la pequeña vivía oficialmente con sus abuelos.
Esa mañana María José se apresuro para entrar al ascensor.
Era su oportunidad.
- Buenos días – saludo educadamente pero no obtuvo respuesta.
No podía evitar la punzada de dolor que le provocaba su rechazo.
Probablemente Calle se enojaría, pero no podía estar así mucho tiempo más.
Apretó el botón para parar el ascensor y se giro.
- ¿Qué carajo haces?
- No hablas conmigo, así que es la única forma que tengo.
- ¡María José, apreta ese maldito botón otra vez, sabes que tengo terror a los ascensores!
- Con más razón, me escucharas. Después de todo no será la primera vez que nos quedamos encerradas en uno.
Cuando eran adolescentes se habían escabullido a una fiesta universitaria, por supuesto que a escondidas, ya que eran más pequeñas.
Pero para su mala suerte, el ascensor donde iban se había quedado trabado y habían pasado casi 3 horas encerradas allí.
Por supuesto que no solo se quedaron sin ir a la fiesta sino que también se llevaron el regaño de sus .
- María José.
- No voy a seguir soportando tu rechazo. Me conoces más que nadie en este mundo y sabes lo perseverante que soy al respecto.
- Creía que te conocía. Tú no eres la Poché que solía ser mi amiga.
- ¡Por dios Abisambra, si lo soy! Me equivoque ¿bien? ¡Simplemente sucedió! Al principio fue un juego, solo una compañía. Lo deje, lo deje por ti, pero luego... luego me di cuenta que había algo mas y no pude evitarlo.
- ¿Por que con ella? ¿Por que con Daniela? Sabias todo lo que sucedía. ¡Te confié absolutamente todo de su vida! ¡Me hicieron creer que se llevaban mal! Incluso te decía que quería recuperarla y tú...
- ¡Y yo te advertía que no era lo mejor! Escucha, al principio si nos llevábamos mal. Ella me abordo el día que la conocí y la rechace, luego de mucho tiempo cedí. No quise decirte nada en ese momento porque tú estabas con ella. Después todo empezó a crecer y no podía encontrar el momento ni el valor para hablar contigo. Pero ninguna se rio de ti, lo prometo. Nadie se sentía cómoda con la situación.
- ¿Así que eras tú esa persona de la que ella hablaba?
Poché suspira antes de contestar.
- No tenía ni idea que ella hablaría contigo. Incluso... la culpe por salir contigo creyendo que seguía ilusionándote sabiendo lo que paso entre nosotras. Le dije cosas horribles y no fue hasta que hable contigo que supe lo que había pasado...
- No puedo creerlo – dice amargadamente.
- Abi, realmente lo siento. Aunque de nada sirva ya: no tome consciencia de la magnitud del problema. No te pido que te pongas en mi lugar pero me gustaría que me digas que hubieses hecho en mi lugar. Era una situación difícil y juro que no quería hacerte sufrir, pero... cuanto más pasaba el tiempo, peor era..
- Quiero entenderte, Poché. Aunque sea por los años que nos unen, pero no puedo. No puedes pedirme que vuelva a confiar en ti. Sabía que las cosas con Daniela no iban a poder ser, pero nunca imagine que iba a ser por ti.
La peliazul no sabía que responder a eso. Aunque le duela, Abisambra tenía razón.
Temía no volver a tener su confianza.
- Sabes que ella va a lastimarte, ¿no es así? Creo conocerla, nunca tuvo una relación.
- Conocí una Daniela completamente diferente a lo que se muestra por aquí. Quizá tengas razón y me lastime. Lo pensé hace tiempo y durante mucho tiempo. Pero se comporto distinto y me demostró que podía confiar en ella...
- A caso ella... ¿te beso? – pregunto con dificultad.
María José agacho su cabeza y asintió lentamente.
- Mierda – solto Abi tapándose la cara.
- Abisambra...
- ¡No puedo hacer nada contra eso, Poché! No puedo luchar contra los sentimientos de ninguna. ¡Ella te eligió a ti! No pude, no pude siquiera con ella y su estúpida regla de no besos, ¡ni siquiera me permitía entrar a su habitación! Incluso me llevaba al sucio departamento de soltera con el que estaba con cualquier zorra que quería irse con ella. ¡Lo odiaba! ¡Pero lo soporte por tan solo tener la esperanza de que algún día su corazón me elegiría!
Eso alarmo a la peliazul, no tenía conocimiento de ese departamento.
- Ella cambio Abi...
- Lo sé y es por eso que me duele tanto. Cambio y lo hizo por ti.
- Le importas... aunque no lo creas. Es por eso que fue sincera contigo.
- Ella lo fue y tú no... que irónico ¿verdad?
- Lo siento – susurro con lágrimas en los ojos.
- ¿Realmente la quieres? – pregunto luego de un momento sin apartar la mirada de ella.
- Siento cosas por ella. Quiero intentarlo – se sinceró – pero aunque no lo creas no acepte nada hasta que... hasta que tu lo supiste.
- Bien – dijo recomponiéndose.
- ¿Bien? ¿Solo eso?
- Seré sincera contigo y no volveré a repetirlo: No puedo María José, no puedo prometerte que se me pasara ahora o algún día. Te quiero, es por eso que me siento tan dolida y será peor con el tiempo teniendo que verlas juntas. Ya entendí que no puedo interponerme entre ustedes, tampoco voy a pedirte que la dejes. Si te hace feliz ve con ella... pero no puedo prometerte que estaré ahí para ti... simplemente no puedo.
- Te daré todo el tiempo que necesites. No puedo imaginarme la vida sin ti a mi lado. Después de todo... fue así desde que tengo memoria. La cague Abi, rompí mi promesa de mejor amiga, y no sabes lo que me duele. Pero no voy a obligarte, aceptare mi castigo si eso implica que a paso de tortuga tú vuelvas a verme de la misma forma que yo te veo a ti. Te quiero con todo mi corazón, lo juro. Y puedo asegurarte que ni siquiera con Daniela siento algo así. Solo... no me rechaces, no puedo vivir con eso...
- Hare el intento – acepta mirando su maletín.
- Bien, no te torturare más.
Poché se corrió soltando un largo y pesado suspiro para recomponerse y apretó el botón.
En segundos el ascensor volvió a moverse.
- ¿Están bien? – les pregunto Mary preocupada.
- Si, solo... Tuvimos una pequeña parada – intento bromear viendo como la castaña pasaba de largo yendo a su escritorio.
-¡Gordi! – exclamo Daniela yendo hacia ella una vez que entro en su oficina –
María José no lo dudo y fue directo a sus brazos.
Necesitaba su contención.
Mas allá de que la charla con Abisambra no había ido tan mal, su angustia no había disminuido.
- ¡Hey! ¿Te encuentras bien?
- Solo... abrázame – pidió ocultando la cara en su pecho.
Así pasaron un tiempo solo abrazadas, el único sonido era sus respiraciones y alguna pisada proveniente del pasillo.
- ¿Vas a contarme lo que sucedió? – murmuro pasando la mano por su espalda.
- Hable con Abisambra – susurro separándose para ver la cara de la castaña.
No se había equivocado, no estaba contenta.
- ¿Que sucedió? – pregunto peinándola.
- La intercepte en el ascensor.. No encontré otra forma y no soporto más la situación. Increíblemente ella pareció entenderlo, pero no puedo evitar sentirme así. Me merezco su mal trato, lo hago.
- ¡No puedes pensar eso de ti, Poché! Intentaste hacer lo mejor que pudiste y ambas tenemos la culpa de lo que paso.
- Sí, pero no puedo más con esta situación.
- ¿Que quiere decir eso? – pregunta alarmada – ¿Acaso piensas dejarme?
La insegura mirada que reflejaron los ojos de María José la hizo tensarse mucho más.
- No podría soportar una perdida mas – contesto la peliazul finalmente abrazándose fuertemente a ella.
Daniela soltó el aire que estaba reteniendo para volver a abrazarla.
- Creí que había quedado claro que podías confiar en mí.
- Lo hago, Poché. Lo prometo, solo fue una estúpida idea. ¿Que te parece si dejamos todo aquí y te llevo a pasar el día a otro lado? A las dos nos vendría bien.
- Seria cool, pero no puedo irme. Suficiente que estoy aquí... No quiero seguir metiendo el dedo en la yaga. Cuanto menos nos vea o Abi suponga de nosotras mejor.
- Gordi, ella debe acostumbrarse y tú debes acostumbrarte a eso. Eres mi novia, no voy a sacrificar tiempo contigo. Ella esta herida, tu también. Quiero a Abisambra pero te quiero mucho mas a ti y eres a quien voy a proteger, así que ahora tomas tu abrigo y te vienes conmigo.
- Dani...
- María José Garzón, tu jefa te esta ordenando que te vengas con ella, no puedes oponerte. – dijo severamente.
- ¿Vas a usar eso a tu favor siempre?
- Siempre y cuando funcione – contesto simpáticamente.
- Bien.. ¿Puedo irme primero y tu después? – pregunto haciendo un mohín.
- ¿Es en serio?
- ¡Por favor! – Pidió dejando un beso en su mejilla.
- Bien – respondió poniendo los ojos.
- Perfecto, te esperare en el estacionamiento entonces. – pero cuando se giro para irse unos brazos la volvieron y la boca de Calle atrapo la suya.
Poché se dejo llevar, lo cierto es que necesitaba sentirse querida en estos momentos.
Necesitaba a Daniela.
- Hola – dijo la castaña luego de separarse.
- Hola – contesto tiernamente mientras le acariciaba sus mejillas.
- Ahora sí, vete antes de que no pueda contenerme – bromeo.
Después de disfrutar su día juntas.
Paseando, comiendo y haciendo compras como una pareja normal.
Pasaron por el departamento de Daniela donde obviamente terminaron haciendo el amor más de una vez.
- Podría estar aquí por horas.
- También yo – contesto acostaba sobre su pecho – pero debo volver al departamento... tengo que cambiarme.
- Eso podría solucionarse si tan solo aceptaras mudarte conmigo – soltó algo molesta.
- ¿En serio vamos a tener esa conversación ahora? – preguntó acomodándose para poder mirarla.
- No vamos a tenerla por que se tu respuesta y no es la que precisamente espero. Pero me encantaría compartir contigo mucho tiempo más, no solo algunos ratos robados o un fin de semana. Te quiero aquí en mi casa todo el tiempo, no en un sucio departamento de soltera que compartes – intento utilizar un tono suave y lo asentó besando su cabeza.
Con esa frase la peliazul recordó la charla con Abi, así que decidió sacarse la duda.
Se sentó rápidamente y se cómodo para mirarla.
- Lo siento, era una broma. – se atajo Daniela.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
- ¡Por supuesto!
- Serás sincera, ¿verdad?
- ¿Alguna vez no lo fui contigo?
- Sí, pero ¿lo seas aunque no te guste la pregunta?
- Poché..
- Por favor.
- Bien, dime.
- Dijiste que fui la única que estar aquí en tu cama, ¿verdad?
- ¿Y te preocupas por eso ahora? – pregunta relajándose.
- ¿Verdad? – insiste.
- ¡Si!
- Y nombraste que solo invitabas a tu sillón a unas pocas...
- ¿A qué viene todo esto?
María José suspira y luego le escupe su inquietud.
- ¿A donde llevabas a las chicas luego de Black?
- ¿Tenemos que hablar de esto?
- Daniela, es obvio que no todas venían aquí y ambas sabemos que había más que un par.
- ¡Por dios Poché no sigas! – pidió.
- ¡Prometiste responderme!
- ¿Por que de repente te interesa mi pasado? – espeta. Pero esperando la respuesta puede ver algo mas – ¿que sabes?
- Abi menciono algo sobre un departamento de soltera..
- Mierda – exclamo sentándose en la cama – ¡se supone que no deberías saber eso!
- ¿Por que no?
- No estoy orgullosa de mi pasado, Poché. Antes de ti solo usaba a las mujeres bajo mis propias reglas porque me gustaba el sexo. Pero ahora es distinto, me hiciste ver lo maravilloso que es hacer el amor con sentimientos hacia la otra persona.
- ¿Por que nunca me llevaste allí?
- Siempre fue distinto contigo. Y créeme, nunca pisaras ese lugar.
- ¿Tan malo es?
- No, pero no quiero que seas parte de eso. Como sabes, mis viven a las afuera de la ciudad y la universidad está aquí. Mi padre me compro el piso para poder estudiar allí y tener un espacio para mí. Lo mantuve todos estos años por que siempre le encontraba algún uso, pero en este momento mi único lugar es aquí contigo. – dijo acercándose a ella.
- Algún día, quiero conocerlo.
- No lo harás.
- ¡Soto!
- Mi respuesta seguirá siendo no.
- ¡Entonces la mía sobre irnos a vivir juntas también lo será!
- ¡Siempre fue un no! Pero haremos un trato, el día que aceptes vivir conmigo, te mostrare mi departamento.
- Eso es chantaje..
- Soy contadora, amor. Siempre tengo que obtener algún beneficio – murmuro dejando besos por su cuello.
- ¿Prometes confiarme cualquier cosa sea del pasado o del presente mas allá de que no me guste?
Daniela levanto la cabeza para mirarla y le dio un suave beso en los labios antes de responder.
- Lo prometo.
Holi! Paso a contarles que quedan 4 capítulos más el epílogo. Aun no decidí si subir otra historia después de esta, les contare cuando sepa bien que hacer.
¡Gracias por leer, votar y comentar!
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Estúpido Amor (Terminada)
FanficDaniela Calle Soto, una exitosa contadora graduada con honores, Vice-Presidenta de una multinacional comandada por su padre Germán Calle quien está muy cerca de su retiro. Una niña mimada, a la cual nunca le falto nada. Se declaro lesbiana desde su...