Estúpido Amor (Terminada)

Capítulo 17

- Hey Poché, despierta – Abisambra la sacudió un poco para que abra los ojos.

María José despertó, el programa que estaba viendo evidentemente había terminado.

No se dio cuenta ni siquiera cuanto tiempo se había quedado dormida.

- Lo siento, no sabía que estabas en casa, hubiese vuelto antes...

- ¿Qué hora es?

- Poco más de las 11...

Wow, se había dormido por casi dos horas. Era lógico, la noche anterior no había podido pegar un ojo pensando en... ni siquiera quería admitírselo a si misma.

¡Y su mente no hacia más que brindarle una pesadilla con ella!

¿O no lo había sido?

- ¿Estas bien?

- ¿Te enteraste? – pregunta su amiga sentándose a su lado.

Por un momento se asusto.

Los recuerdos sobre su pesadilla aun estaban latentes en su mente.

Luego recordó que su amiga se había reportado enferma.

- Algo comentaron en la empresa

- Estoy como puedo.

- Se te pasara – comentó sin darle importancia.

- Ese es el problema, ¡no quiero que se me pase!

- ¿De que hablas? – se alarmo.

- ¿De que hablas tú?

- ¿No se supone que estabas enferma?

- Oh no, solo no quería cruzarme a Daniela...

María José volvió a tensarse en ese preciso instante.

No quería hablar de ella, debía olvidar, debía olvidarla.

Sobretodo luego de su pesadilla.

- ¿No es aquí donde preguntas que paso?

No.

- No creo que..

- Tu lo sabías, ¿verdad? ¡Por eso estabas tan distante conmigo!

Si antes la peliazul estaba tensionada, ahora lo estaba muerta de miedo. ¿Que se supone que sabia? ¿Que es lo que había hecho Daniela ahora? Se juraba a si misma que no la iba a defender esta vez.

- ¿Que se supone que se? – pregunta con la garganta seca.

- Calle me dejo, Poché. Ella dijo que conoció a otra persona.

¿Cuanto tiempo paso en silencio? No lo sabe, pero sus ojos casi se salen de lugar al escuchar lo que su amiga le estaba contando.

- ¿Ella hablo contigo?

- No solo eso, me dijo que quería hacer las cosas bien. Que no quería llevarse mal conmigo, porque trabajábamos juntas, pero, que no podíamos tener más nada. Se supone que tiene un compromiso con otra mujer. Dijo que por una vez en su vida sentía algo así, ¿tú lo sabías?

- Dani...Daniela es solo mi jefa, ¿por que debería contarme eso?

- ¿Estas segura que no viste nada? Prométeme que no me mientes, María José. ¡Júramelo!

Para la peliazul era muy difícil. Jamás le había mentido a su mejor amiga y los recuerdos de su pesadilla aun estaban latentes en su cabeza.

- ¡Tranquila Abi! no vi nada. Nunca la pondría a ella sobre ti, ¡deberías saberlo!

- Lo sé, lo siento. Es que... no me lo esperaba. Daniela nunca tuvo un compromiso, es una persona extremadamente misteriosa. Nunca sabes dónde está, que hace o a donde va. No me besa, no me deja tocarla de más. ¿Todo este tiempo jugando con sus reglas para nada?

¿Era verdad lo que estaba escuchando? ¿Daniela había dejado a Abisambra?

Y no solo eso, sino que, por lo que su amiga le estaba contando, Calle nunca le había mentido.

- No creo que una persona pueda soportar lo que yo soporte, no lo merezco. Daniela tiene que ser mía.

- Y que... ¿que piensas hacer? – se animo a preguntar con algo de dificultad.

- Lo de siempre, le mostrare mi mejor sonrisa, le hare saber que todo está bien, serán solo un par de meses luego volverá conmigo. Créeme, Daniela no puede tener un compromiso con nadie y nadie la conoce mejor que yo. Basta de hablar de ella, quiero algo dulce, ¿quieres helado? – pregunta antes de levantarse para evadir el regaño que supuso que le iba a hacer su amiga.

Lo que no sabía era que su amiga aun estaba sin palabras. Calle había hablando con Abisambra antes de tiempo y la había dejado. Eso era lo que quería decirle esa mañana y ella no la había querido escuchar.

Una vez más, aquella castaña la había sorprendido. Lo había hecho por ella, y la peliazul solo le había echado en cara cosas estúpidas para lastimarla de la misma forma que lo había hecho ella. En realidad no ella realmente, sino lo que había creído.

Gracias a su carácter latino, había reaccionado antes de poder pensar con claridad.