Estúpido Amor (Terminada)

Capítulo 21

- Disculpe, ¿aquí es para sacar un turno para obtener cinco minutos en la vida de mi mejor amiga?

- Idiota, siéntate – respondió riendo.

Realmente con todo lo de Daniela tenía abandonada un poco a su mejor amiga. A pesar de la incomodidad, Abi la conocía y de preguntarle por su vida personal, era imposible mentirle.

- Tendré que hablar muy seriamente con el chico que te está robando de mi lado – bromeo.

- ¡Siempre tendré tiempo para ti!

- ¡Pues no parece! ¡Prácticamente ya ni siquiera vives conmigo!

Puede que esté viviendo más tiempo entre la casa de Juliana y Daniela.

- Bien, pon fecha y hora y ahí estaré.

- ¿Qué te parece mañana después del partido? Si ganas será motivo de festejo, en caso de que pierdas o empates te levantare el ánimo aunque probablemente estés malditamente insoportable recordando cada jugada fallida del equipo.

- Está bien – rió - es un trato.


C: Así que tienes mejores cosas que hacer.

P: ¡Por supuesto que no! Es Abi... solo te estoy advirtiendo.

C: ¿En serio quieres que mantenga las manos lejos de ti toda la noche?

C: ¡Después de todo es obvio al lugar donde van a ir!

P: Pitaya...

C: Matare a cualquier desgraciado que te mire de más.

C: Y no respondo de mí si alguno te pone una mano encima.

P: ¡No sabía que tenía guarda espaldas!

C: Disfrutas esto, ¿verdad?

P: Te veré en el partido.

C: Estoy pensando si iré.

P: ¿Soto?

C: ¿Si?

P: Te veré en el partido.

C: Grr.

P: ¿Grr?

P: ¿Acabas de escribir Grr?

C: Cállate. Te veo en el partido

Al finalizar el partido, el equipo de María José había perdido. Era su segunda derrota en 7 partidos, pero esta pérdida las dejaba en segundo puesto en su tabla de posiciones.

Sin embargo, la hinchada que cada partido se hacía más grande, las alentaba como si hubiesen ganado.

Eso las motivaba, pero Poché no podía no sentir el sabor amargo de la derrota.

Como siempre, luego del partido, los más cercanos se acercaron a saludarla.

Abisambra la abrazo efusivamente primero y luego a Juliana de la misma forma, quien la correspondió.

Juancho apretó el hombro de la peliazul destacando sus muy interesantes jugadas.

Y Calle, quien ahora entendía un poco más sobre el juego, incluso le agradaba, pero más le gustaba ver a su secretaria disfrutar esa pasión.

No había que entender mucho sobre el juego para verlo.

- ¿Aun sigue en pie los tragos de esta noche, verdad? – pregunta Abisambra.

- Lo prometí – respondió Poché.

- Ustedes pueden sumarse si quieren – invito a los 3 restantes.

- Aquí mi amiga me invito a cenar, así que espero que esa propuesta también siga en pie. – respondió Juan.

- ¡No recuerdo haberlo hecho! – exclamo Daniela.

- Si lo hiciste, bombón. – se burlo logrando que la castaña reboleara los ojos.

- Bueno, supongo que nos veremos en Black más tarde – dijo Abi a Calle sugerentemente.

Momento incomodo para las 4 personas que sabían sobre aquella situación.

- Bien, nos veremos allí – Juan hablo salvando la situación.

- Te esperare en las gradas, ¡no tardes! – aviso Abisambra a su amiga.

En el momento en que se aleja, Daniela le tira a su amigo las llaves de su auto.

Una forma de decirle que se largue y las deje solas.

No solo Juancho lo entendió sino que Jualiana también.

- Hola – dijo la castaña una vez solas.

- Hola – respondió la peliazul.

- Siento lo del partido...

- ¿Se gana y se pierde no?

- Si... pero aunque intentes parecer superada se que te molesta.

- ¡Lo detesto! – admitió haciéndola reír – Supongo que te veré luego.

- Así es. Por cierto, ¿te cambias aquí?

- Si – respondió conociendo sus intensiones.

- Te esperare – dijo rápidamente.

- Ah, ¿sí? ¿Y con qué excusa?

Su jefa dijo algo entre dientes que no llego a entender.

Era obvio que Daniela quería saber cómo iba a ir vestida para obligarla a cambiarse o no ir.

Puede que haya elegido un outfit que sabia le iba a encantar.