Abro mis ojos, aun esta la oscuridad de la noche inundando el cuarto. Volteo a mi lado para ver el aun desnudo cuerpo de ella durmiendo. Le contemplo por un par de segundos, su blanca y tersa piel, que hace un par de horas hacía contacto con la mía, luego tomo las sabanas para cubrirla mejor. Me levanto lentamente, tomo mi polera, que está en el suelo, para cubrir mi dorso y salgo de la habitación, cerrando con cuidado la puerta.
Camino hasta la sala, saco la fotografía que guardo celosamente en el mueble. Me siento para verla mientras mi cabeza da rienda suelta a las ideas. Me pregunto qué es lo que debo hacer ahora, cual debe ser mi siguiente movimiento, hasta cuando continuaremos así. Y la pregunta más importante, cuál es el objetivo ahora. Ya conozco mi pasado, ella sabe quien o quienes son los responsables de la muerte de su madre, ¿y ahora? Pero una cosa era lo único que me es seguro, ya no estaba sola, ya no caminaba sola.
Ya han pasado un par de semanas desde lo acontecido con Jor-El, desde su muerte, aun estaría vivo si no le hubiera visitado, o si en vez de intentar ayudarnos hubiese huido como el profesional que era. No puedo dejar de darle vuelta una y otra vez a lo que me relató, y cada vez veo algunos recuerdos con mayor claridad. Un ruido me hace voltear, es ella.
-"si sigues levantándote así todas las noches te resfriarás, y me preocuparás"
Pensé que no notaba mis escapadas nocturnas y hacía una excelente labor el levantarme sin hacer ruido, pero al parecer nada de eso funciona con ella. Se me acerca y se sienta a mi lado.
-"que sucede?"- dice pasando su mano en mi mejilla, hago un gesto involuntario, moviendo mi cara para evitar el contacto. –"... aun sigues a la defensiva conmigo"- dice suavemente.
-"n-no, no es eso... no sucede nada, solo no podía dormir"- desvío mi vista de la suya, que solo me pone nerviosa cuando me mira de tal forma analítica.
Permanecemos en silencio, que se mezcla con el de la noche, y con la oscuridad, sin mirarnos, sin movernos. Puedo notarlo, ella ahora ve la fotografía que tengo en mi mano, instintivamente muevo mi mano para ocultarla, pero no completo la acción al saber que es inútil, ya debe saber que la vengo a ver todas las noches.
-"todos..."- rompo con el silencio. –"... todos los de la fotografía están muertos, ninguno existe ahora"
-"estás tú"
-"no... la niña de la foto también murió ese día, yo soy otra, me siento ajena a esta fotografía"
-"no digas eso, ellos se esforzaron porque tu sobrevivieras"
-"se equivocaron, no debió ser a mí a quien debieron proteger, yo no sobreviví ese día"
-"Kara..."- murmuró suavemente, probablemente sin saber que más decir, salgo de mi letargo y le miro, dando una pequeña sonrisa.
-"bien, basta de tonterías, debes tener sueño, volvamos a dormir"
-"Kara?"- su mano detiene mi acción de levantarme.
-"que sucede"
-"después de lo que sucedió con tus padres, que sucedió contigo"
-"ya lo sabes, supongo que Cat aflojó la lengua ese día que te dejé con ella"- digo volviéndome a sentar, sin verle y algo fastidiada.
-"algo, pero aun no comprendo cómo sobreviviste..."- luego de decir esto desvía la mirada. –"... olvídalo, no tienes que decírmelo"
-"no... quiero hacerlo, tal vez el compartir mis recuerdos contigo me hagan conciliar el sueño"
Mientras comienzo a contarle puedo revivirlo, como si fuera ayer. Aun puedo sentir el olor del interior del mueble en el que me escondía, en el presencié la agonía y desesperación de sus muertes. Yo no pude mover ni un solo musculo, mi cuerpo daba involuntarios temblores y mis ojos no pestañeaban ni un segundo. Después de que terminaran su labor asesinándolos les faltaba cerrar su tarea, sabía que la siguiente era yo.
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La ciudad del vicio
ActionKara Zor-El, una eficaz asesina a sueldo que se vera envuelta en problemas luego de salvar a una hermosa joven de ojos verdes que resulta ser hija de un multimillonario y poderoso mafioso al cual debe de asesinar. _____________________________ Esta...