primero que nada, espero que esto tengo muchísimo apoyo, les prometo lo mejor de lo mejor, como verán, los capítulos van a ser largos, no mucho pero más que en mis otras historiAs, así que pido su apoyo, se los agradecería una vida <3
Un muchacho con bata se encontraba fumando en las puertas del gran sitio, observaba el suelo con paciencia esperando a que llegaran las ambulancia con sus nuevos pacientes. Samuel de Luque, el reconocido doctor, el que le "había dado la cura" a cientos de pacientes en aquél psiquiátrico, pero él no pensaba eso, él no creía en la cura, solo en la ayuda. Era un joven como muchos de los doctores del lugar, desde muy pequeño lo único que quería era trabajar y salir adelante en su vida, no disfruto mucho de esta y recién a sus veintisiete años decidió tener una pareja, aunque aún nada era oficial en esa relación, todos en ese lugar lo conocían por tener un corazón de hielo, pero él sabía que no era así, se la pasaba bien con su novio, Guillermo, disfrutaba de su compañía y estaba enamorado de él, vivían cerca y trabajaban juntos, pero casi nadie sabía de lo suyo. Alzó su mirada y observó cómo paramédicos bajaban de una ambulancia, y atrás venían tres más junto al lujoso auto de su pareja, de inmediato tiró el cigarro al suelo y lo pisó con la suela de su zapato, el de cabello teñido estacionó el coche en su sitio y bajó para ponerse a un lado del de cabellos oscuros y miró cómo sacaban a los cuatro pacientes de distintas ambulancias.
—¿Cómo estás? —habló en voz baja y movió el brazo del mayor con un leve empujón y una sonrisa en su rostro se formó al sentir la presencia de su novio a su lado, de inmediato rió levemente y observó como los paramédicos luchaban por bajar al un chico bajo y de cabello negro muy enfadado
—¡Dejadme! —exclamó mientras trataba de zafarse del agarre de aquellos profesionales y daba patadas a la nada— ¡Si me tocaís una vez más os juro que os reventaré la cabeza esa de mierda que tienen! —su expresión formaba una desagradable mueca, su mirada indicaba odio que se podía distinguir desde lejos, su mirada se conectó con la de Guillermo y este le dedicó una pequeña pero significativa sonrisa a lo que el contrario solo frunció su ceño más de lo que ya estaba
—Bien —murmuró ignorando completamente la situación, miró al suelo y luego a los demás chicos que iban bajando, chicos más jóvenes que él, podía apostar— ¿y tú? —respondió y dirigió su mirada al muchacho que se encontraba a su lado— pensé que ibas a estar acá esta mañana —habló con sinceridad, la verdad es que Samuel no era un hombre al que le gustaba sacar las cosas en cara, ni mucho menos incomodar a gente, pero realmente estaba esperando que esta vez si fueran juntos al trabajo, o como mínimo encontrarse a primera hora ahí, Guillermo llevaba semanas diciéndole a su pareja que pronto podrían pensar pero ninguna de sus palabras se habían cumplido, como si en verdad no le interesara pasar tiempo junto a él.
—Perdona, bebé —habló en voz baja y centro su mirada en los humectados labios del pelinegro, era de cierta manera, raro— sabes que estoy ocupado casi todos los días y que si pudiera, pasaría un día en casa solo tu y yo, juntos, o te llevaría a cenar para complacer a la persona más maravillosa que existe —elogió al que solía llamar amor de su vida y suspiró de una manera suave, logrando darle un leve aire a Samuel en su nariz. Aunque la mirada de aquél solo se fijaba en los nuevos pacientes que bajaban con complicaciones, menos uno, un chico con cabellos rubios y con la mirada baja, como si lo fueran a sentenciar a cadena perpetua, los trabajadores se lo llevaban sin problema alguno y él solo caminaba como si ya nada tuviese sentido en su vida
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ᵗᵒᵐᵒʳʳᵒʷ ⁱˢ ᵃⁿᵒᵗʰᵉʳ ᵈᵃʸ ; ʳᵘᵇᵉᵍᵉᵗᵗᵃ & ˡᵘᶻᵘᵖˡᵃʸ
FanfictionDonde ocurrían cosas extrañas y el amor fue inevitable para todos dentro del psiquiátrico de Madrid "-Mañana será otro día -murmuró Samuel" Y es que él amaba a la gente interesante, y Rubén era una de esas personas. Una banda desorganizada de ladron...