Ambos chicos se miraron después de ese cálido abrazo, realmente Rubén quería dar el paso, compartir el sentimiento que tal vez Samuel no compartiría, y de eso temía el menor, que haga algo mal, que Samuel lo rechace, que Samuel se enoje con él, no podría soportar eso, pues, le dolería un montón, estaba nervioso, no sabía qué hacer, estaba entrando en pánico. Miró a los ojos al pelinegro y este lo miraba con cariño, como si le hubiese alegrado el día completo, pero no podía asegurarse de que eso era lo que estaba sintiendo el contrario.
Miró sus labios, lucían suaves, y lo más seguro es que iban a saber bien. Estaría siéndole infiel a Guillermo si es que besaba a su paciente, estaría rompiendo la promesa que le hizo meses atrás, pero si se ponía a pensar bien, nada malo pasaría si besaba a ese muchacho ¿verdad?
Rápidamente puso una de sus manos en la cálida mejilla de Rubén y acercó su rostro al de él, pero se detuvo, se detuvo al estar cerca, rosando sus narices, su respiración se combinó con la del teñido, pero aún no lo besaba. Apreciaba el estar tan cerca de él, sentir el calor que le proporcionaba su cuerpo, finalmente lo iba a besar, pero al parecer aquél chico tímido decidió dar el paso final. Juntó sus labios con los de Samuel, dándole un corto beso al principio, pero volviéndolos a unir haciendo que este dure más, los movimientos de cada uno eran suaves y lentos, nada apresurado, en pocas palabras, algo romántico y tierno, tomando en cuenta que el menor buscó la mano de su doctor para entrelazar sus dedos con los de él encima de sus piernas, parecía que no daba un beso hace meses.
El de ojos violetas al pasar los segundos decidió terminar aquél hermoso acto que habían iniciado, si fuera por él seguiría besándolo, pero temía que alguien los descubriera, puesto a que en la noche siempre rondaban doctores por los pasillos. Plantó un último beso en sus labios y se separó de él, soltando lentamente su mano para poder pararse y ver su confusa y temerosa mirada.
Acarició levemente su mejilla, inclinándose un poco para quedar a su altura, mostrándole una sonrisa que lo tranquilizó por completo, el corazón de Rubén latía rápido, estaba muy emocionado por lo que acababa de ocurrir.
—Duerme bien —fue lo único que dijo el mayor, soltando su mejilla y alejándose de él y caminando hacia la puerta—mañana será otro día
El de cabellos claros observó cómo salió de la habitación, estaba confundido, ¿qué se supone que se debería significar eso?
Acarició con su dedo su labio inferior, no podía creer que acababa de besar a Samuel, tal vez era un sueño, pero todo fue lo suficientemente real como para saber que no se trataba de uno. Sonrió levemente y se levantó de su cama para poder apagar la luz de su escritorio, quedando a oscuras siendo alumbrado solo por la luz de la luna que se reflejaba en la ventana de la habitación. Se acostó en su cama y soltó una pequeña risita, estaba muy contento y dudaba de poder dormir esa noche, solo pensaba en Samuel, en su forma de besar, en la forma en que había tomado su mejilla. Apretó una de las almohadas que estaban a su lado y se giró para poder abrazarla. Ahora si estaba seguro, estaba enamorado de su doctor, estaba enamorado de Samuel, y en cuanto se le diera la oportunidad, repetirá ese beso que se dieron, porque fue algo más que obvio que al mayor le agradó ese beso.
Cerró sus ojos con la sonrisa aún plasmada en su cara y acurrucó su cabeza a un lado de la almohada.
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ᵗᵒᵐᵒʳʳᵒʷ ⁱˢ ᵃⁿᵒᵗʰᵉʳ ᵈᵃʸ ; ʳᵘᵇᵉᵍᵉᵗᵗᵃ & ˡᵘᶻᵘᵖˡᵃʸ
FanfictionDonde ocurrían cosas extrañas y el amor fue inevitable para todos dentro del psiquiátrico de Madrid "-Mañana será otro día -murmuró Samuel" Y es que él amaba a la gente interesante, y Rubén era una de esas personas. Una banda desorganizada de ladron...