Ambos chicos se encontraban encima de la gran cama del apartamento de Samuel, uno arriba del otro y sin ropa, cosa que no muchas veces terminaba pasando cuando las cosas se ponían de ese tono, se supone que ya iban a comer "ese acto" pero el mayor ahí aún se encontraba indeciso. El de cabellos blancos se posicionó encima de su novio y separó más las piernas de este, y de un momento a otro ya estaba introduciendo su miembro dentro de aquél hombre, inconscientemente el que se encontraba abajo soltó un largo y alto gemido, cosa que amaba Guillermo, el poder escuchar la muestra del placer que estaba experimentando.
—Guille, sacalo —dijo cerrando sus ojos con fuerzas, tratando con el dolor que estaba sintiendo en su parte baja, ya era un mes desde que no tenían relaciones y había olvidado por completo esa sensación— no me gusta
La sonrisa estaba plasmada en el rostro de Guillermo, enserio amaba ver a su novio así.
—¿Cómo no te va a gustar? —preguntó con cierto tono de burla— si mira lo sensible que estás por mi —soltó una pequeña risa poniendo una de sus manos en el pene erecto del muchacho— no me mientas, Samuel —dijo antes de dar una fuerte embestida, lo que hizo al pelinegro gemir y llevar su antebrazo a su cara, tapando su rostro
—Me duele, por favor.. agh —trató de hablar con calma, pero no se permitía hablar— por favor..
Pero el chico seguía penetrandolo y cada vez más fuerte, provocando los gemidos que tanto amaba escuchar, Guillermo dejaba sus manos apoyadas a ambos lados de la cabeza del contrario, dejandolo totalmente encerrado, sin escapatoria.
—Dime que me amas —ordenó el teñido mientras observaba el sonrojado rostro de su novio mientras seguía penetrandolo para su placer propio, a veces olvidaba completamente lo mucho que lo quería —si lo dices me detendré~ —dijo alargando la palabra al final, tan solo escuchar a su novio gemir así le podría causar una erección, y de eso no dudaba
—T-Te amo, Guille, te amo —dijo tartamudeando entre gemidos y jadeos, era imposible poder hablar bien mientras estaba sintiendo uno de los dolores más fuertes de su vida
Al fin podía confirmar lo que estaba pensando y lo traía loco, quería borrar a ese hijo de puta de su vida, sea como sea, no lo quería tener cerca nunca más, pero esta vez tendría que aguantar a su novio.
—Sabes que jamás te haría daño ¿no, bebé? —murmuró mientras apartaba el brazo de Samuel de su cara para tomar su mentón, así obligándolo a verlo directamente a los ojos— te amo mucho, no quiero hacerte daño
—Lo sé.. —dijo casi en un suspiro mientras veía los ojos de su pareja, entrecerrados y con dolor reflejado en sus pupilas. Sonrió y siguió penetrando al chico con fuerzas y con una velocidad moderada para su placer propio, gemía sobre el cuello de Samuel, provocándole un leve cosquilleo al pelinegro en esa zona
El de ojos violetas luchaba por poner una de sus manos en su rostro, odiaba que lo vieran en ese estado, él era fuerte ¿no?
—No tapes tu rostro, quiero verte —dijo retirando la mano del joven de su cara y entrelazando sus dedos con los de él
Y así pasaron la noche, la habitación del mayor solo eran gemidos y el agradable sonido jadeos de cada uno, Samuel solo lo disfrutaba, un poco, pero eso no quita el que no quería hacerlo, y que su novio lo había obligado una vez más a pasar ese "buen rato" con él.
«Te odio» pensaba una y otra vez Samuel, ya no aguantaba más ese dolor que lo estaba atormentando, pero aunque sea una cosa podía sacarlo de ahí, podía hacer que se olvide de ese maldito dolor ¿qué cosa? Rubén, su pequeño de manos delicadas, su chico.
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ᵗᵒᵐᵒʳʳᵒʷ ⁱˢ ᵃⁿᵒᵗʰᵉʳ ᵈᵃʸ ; ʳᵘᵇᵉᵍᵉᵗᵗᵃ & ˡᵘᶻᵘᵖˡᵃʸ
FanfictionDonde ocurrían cosas extrañas y el amor fue inevitable para todos dentro del psiquiátrico de Madrid "-Mañana será otro día -murmuró Samuel" Y es que él amaba a la gente interesante, y Rubén era una de esas personas. Una banda desorganizada de ladron...