Era una tortura. Me encontraba en mi cama, finalizando mi primer día de desgracia, entumida del frío y el dolor.
Eric aún no llegaba del supermercado, así que me tocaba aguantar lo que la madre naturaleza tenía deparado para mí.
- Lucy- dijo, sacudiendo mi hombro- ya llegué.
Abrí los ojos, estaba sentado en mi cama.
- Te traje lo que me pediste, ¿te duele mucho?- tenía rostro preocupado, supongo que no me veía muy bien.
- Sólo necesito tomarme una de esas pastillas.
- Bien, vuelvo enseguida.
Salío de la habitación, para regresar minutos después con un vaso de agua, el analgésico y una barra de chocolate.
- Ten- me dijo, entregándomelas y ayudándome un poco a sentarme.
- Gracias- sonreí al recibir el chocolate. Puse la pastilla en mi boca y la tragué con la ayuda del agua.
Eric se quedó unos segundos acariciando mi cabello y rostro, sin señal de querer irse. Me miraba de reojo, y luego volvía a mirar mi cabello, como si fuera muy interesante.
- ¿Qué pasa, Eric?- pregunté, temiendo.
Eric suspiró fuertemente antes de hablar.
- Lucy...
- ¿Pasó algo malo?
- No, tranquila. Sólo... quería pedirte disculpas por la pelea del otro día- suspira y prosigue- Lamento haberte hecho sentir de la forma en que lo hice. Te quiero mucho, por eso me duele que creas que no es así, ¿crees que no te quiero, Lucy?
Lo miro con la boca abierta. No sé si me quiere. Digo, me tiene aquí, así que debe haber algún aprecio. Pero tampoco es como que me haya traído por gusto, ¿no? Quizá se sintió en la obligación de hacerlo.
- Supongo que sí- me encojo de hombros.
- ¿Cómo que supongo? Ten claro que yo te quiero mucho, Luciana. Me duele que creas que no es así, o que creas que te trato como un animal. Sé que mis reacciones no son siempre las mejores, pero... intentaré mejorarlo.
- No te culpes, Eric. Mi comportamiento es pésimo- digo la verdad. Cualquier otra persona ya estaría harta de una mocosa problemática, pero Eric no.
- No es para tanto, ambos cometemos errores, pero entiendo que eres una adolescente- se acerca y me abraza con fuerza- Te quiero mucho, Lucy. No importa cómo te portes. Tienes un corazón dulce y noble, eres mi familia, así que no quiero que digas nunca más que te devolveré.
Eric habla lentamente, como si necesitara que cada una de sus palabras se quede grabada en nuestras cabezas. Habla con pesar, con un tono que me demuestra que lo que siente es puro y real.
- Sólo estaba enojada, no quise hacerte sentir mal- hago una mueca triste, y la emoción de sus palabras hace que se me salten un par de lágrimas- Perdóname, Eric- lo miro con lagrimas en mis mejillas.
- Oh, no, no llores, princesa- pasa sus pulgares por mi rostro, apartando la humedad, con la cara afligida- Todo estará bien. Sólo...- suelta un suspiro- sólo tenemos que mejorar, ¿sí?- asiento como respuesta- Sé que puede ser difícil, y también lo es para mí, pero lo resolveremos.
Se queda unos segundos conmigo entre sus brazos, mientras las lágrimas caen por mis mejillas.
Me sentía tan mal por la discusión, que no noté que le había hecho daño. Me siento tan mal con lo que hice, que creí que Eric ya no me querría. Definitivamente, fui afortunada al tenerlo en mi vida.
- Reaccionaré mejor, ¿sí?- dice- Y conseguiremos un psicólogo que te acomode- me sorprendo ante sus palabras, pero no me altero.
- ¿Un psicólogo?- frunzo el ceño en confusión.
- Sí, Lucy. Necesitas alguien con quién desahogarte, y entiendo que hay cosas que no quieres, o no te sientes cómoda hablando conmigo. Pero necesito que ambos pongamos de nuestra parte. Yo no soy psicólogo, así que no puedo darte los consejos que me gustaría. Iremos un par de veces, y ya si no te sientes cómoda, lo dejamos, ¿bien? Pero quiero que hagas el intento- me pide.
- Bien- digo despacito, y me aferro a su torso con más fuerza- Gracias por aguantarme.
- No digas tonteras, cielo. Aguantaré todo lo que tenga que aguantar. Quiero hacer esto. También intentaré cambiar ciertas cosas.
Suelto un suspiro más largo de lo normal, sin intentar contener mis lágrimas. Se siente tan bien dejarlo ir, y que Eric me abrace.
- Te quiero mucho, Eric.
- Y yo a ti, mi amor- responde, de forma cariñosa.
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- ¡Eh, Hoffman!- grita Mason, acercándose por entre la gente que abarrota el pasillo del instituto- Tenemos una conversación pendiente- sonríe cuando llega a mí.
- Claro- tomo una respiración profunda, y muerdo mis uñas en un arranque de nerviosismo.
- No hagas eso- dice Mason, y aleja la mano de mi boca- Estabas a punto de decirme de donde nos conocemos.
Lo miro fijamente, debatiéndome si decirle o no. Si no lo hago, seguirá insistiendo. Si lo hago, puede que deje el tema tranquilo, aunque también puede ser que no lo haga, e intente indagar más.
Tomo la segunda opción, pues así hay esperanza de que me deje en paz.
- Mason...- comienzo- Nosotros nos conocimos, hace varios años. Pero es una parte de mi pasado, y no quiero revivirlo. Quédate con la tranquilidad de que sí nos conocimos- termino, e intento salir de allí rápidamente, pero él me sujeta de la muñeca.
- Pero, ¿dónde?- frunce el ceño- Siento que fue algo importante.
- Fue importante para mí, para ti sólo fue un día más en tu vida. No le des importancia, por favor.
- ¿Cómo sabes que no fue importante para mí?- reclama, algo molesto- Dímelo y lo sabré.
- Si hubiese sido importante para ti, lo recordarías- me suelto de su agarre bruscamente- Y no, te dije que es algo que no quiero revivir- a esta altura mis nervios están tensos, y siento cómo las lagrimas se forman en el fondo de mis ojos- Por favor, olvídalo.
Me mira confuso, como si no supiese qué decir. Espero alguna frase de las suyas, pero para mi sorpresa, sólo asiente, y se da la media vuelta, marchándose.
Resoplo fuertemente, para apoyar mi frente en el casillero que se encuentra frente a mí.
- ¿Señorita Hoffman?- una voz me saca de mi ensoñación, a lo que rápidamente limpio el borde inferior de mis ojos, como si eso evitara que se notase que estaba a punto de llorar.
Frente a mí está la maestra White, quien sostiene unas carpetas entre sus brazos.
- ¿Se encuentra bien?
- Sí, no se preocupe.
- ¿Segura? ¿Hay algún problema con Falahee?- insiste.
- No señorita, sólo...- no encuentro ninguna explicación lógica que darle- No pasa nada, no se preocupe- le medio sonrío y al ver que podría seguir insistiendo, doy media vuelta y me alejo de ella.
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Buenos días, feliz navidad, feliz año nuevo, feliz reyes, felices todos, todos felices. (estoy pegada con esa frase, perdón)
Recuerden dejar su estrellita si es que les gustó el capítulo, sus opiniones y sugerencias si así lo desean.
¿Qué les pareció la conversación de Eric y Lucy? A mí me pareció muy linda, aunque quizás Lucy sólo lloró porque está con el periodo jajaja.
Cuídense mucho, y nos leemos pronto, XOXO
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Cambio de vida
RandomLa vida de Luciana ha cambiado, llevándola a vivir con Eric, un hombre que deberá ir conociendo de a poco ¿Podrá acostumbrarse a las nuevas reglas y límites que esta vida conlleva? Advertencia: Esta historia contendrá spanking/azotes de manera no s3...