- Aún me siento un poco culpable. Si hubiese sabido que Eric era tan estricto no te hubiese dado a probar- dice Maureen, mientras almorzamos en el comedor del instituto.
- No es tu culpa, Maureen. Fue mi decisión- la tranquilizo.
- Una mala, al parecer- se une Sophie- No puedo creer que estarás dos meses desconectada del mundo.
- No estoy desconectada del mundo, loca- me río- Sólo no puedo hablar por teléfono, ni salir- digo, notando que tiene razón- Olvídalo, si lo estoy- termino, soltando un bufido.
- Si te consuela, mamá me regañó porque uno de los chicos rompió uno de nuestros cuadros- dice Maureen, tomando mi mano por sobre la mesa, en un gesto de apoyo.
- ¡Eso no es nada!- me río más fuerte, a lo que las chicas me siguen.
El timbre que indica el final de la hora de colación suena, haciéndome saltar un poco en mi asiento.
- ¿Vamos a la sala de música?- propone Sophie- Toca literatura- hace una mueca de disgusto.
- Lo siento chicas, yo iré a clase- me niego, no quiero más problemas.
- ¿En serio prefieres escuchar a esa aburrida maestra?- se ríe Maureen un poco. Sé que no lo hacen con ese propósito, pero no puedo evitar sentirme un poco mal.
- Sí, tengo que ponerme al día con su asignatura.
Ambas hacen un gesto de disgusto y me río.
- Bien, pero no le digas nada de nosotras- me advierte- Pásatela bien leyendo poemas- se ríe, me dan un abrazo corto y se van.
Cuando las pierdo de vista, me encamino a mi casillero y obtengo lo que necesito para mi clase, para luego ir al salón.
- Señorita Hoffman- exclama la maestra cuando me ve, con una sonrisa natural- Que milagro tenerla por aquí- termina, pero no reconozco en su voz burla, ni sarcasmo, así que sólo le devuelvo una sonrisa.
Me parece algo curioso que recuerde mi apellido, teniendo en cuenta que vengo a sus clases aleatoriamente, de vez en cuando, no a todas.
La señorita White es joven, no pasa de los 30 años. Supongo que por eso es una de las que más me agrada. La mayoría de los maestros vienen con cara de perro a trabajar.
- Oye- se acerca Mason , sorprendiéndome cuando se siente lentamente en la silla que está a mi lado- ¿Podemos hablar?
Lo miro un poco desconcertada, pero asiento.
- Yo...-duda- quería pedirte disculpas por lo del otro día. Fui un poco imbécil. Estaba tomado, y no debí esperarte afuera del baño, ni hostigarte.
- Está bien, no te preocupes- dije, dando el tema por finalizado.
- Sin embargo- continuó, y ,me miró a los ojos- sigo teniendo esta sensación de que te conozco. ¿Estás segura de que no nos habíamos cruzado antes?- preguntó, entrecerrando los ojos un poco, y abandonando su usual actitud.
Decidí que iba a dejarle las cosas claras.
- Mira, Mason- suspiré, tomando valor- te voy a decir algo y quiero que lo tomes en se...
- Falahee y Hoffman- elevó la voz la señorita White, mirándonos desde el pizarrón, y haciendo que el resto de los alumnos se voltearan hacia nosotros- Por favor, chicos. El recreo es para hablar.
Mason suspiró y se levantó.
- Luego hablamos, ¿si?- preguntó, a lo que yo asentí.
Se alejó de mí, volviendo con sus amigos, que comenzaron a hacerle burla, pero la maestra los volvió a hacer callar.
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Cambio de vida
De TodoLa vida de Luciana ha cambiado, llevándola a vivir con Eric, un hombre que deberá ir conociendo de a poco ¿Podrá acostumbrarse a las nuevas reglas y límites que esta vida conlleva? Advertencia: Esta historia contendrá spanking/azotes de manera no s3...