8. Libertad

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Los días siguientes pasaron volando y antes de darme cuenta era sábado. 

Luego de darme una ducha, me vestí con mis vaqueros favoritos y un crop top color turquesa. Me dejé el cabello suelto a los lados de la cara para que se secara naturalmente.

En el auto, Eric me advirtió, para variar, que me comportara, y bla bla bla. Es un pesado cuando quiere. 

Al llegar, Sophie ya estaba allí. 

- ¡Hasta que llegas! - dijo Maureen.

- Perdón, es que Eric estaba en el trabajo aún, y quiso venir a dejarme él mismo.

Nos acomodamos y comenzamos a charlar, hasta que sonó el timbre.

- ¿Esperas a alguien?- preguntó Sophie, mientras se echaba una palomita de maíz a la boca.

Maureen se levantó con una sonrisa picarona, pero no respondió.

Entonces, se comenzaron a oír voces, y risas. Pronto el salón estuvo lleno de chicos y chicas, mayoritariamente desconocidos para mí. 

- ¡Maureen! ¿No era sólo una pequeña junta?

- Ay, Lucy. Hace calor, tengo una piscina, hay alcohol, música. ¿En serio te estás quejando? Vengan- dijo tomándonos de las manos y arrastrándonos con ella al segundo piso- ¡Ey! ¡No toques ese cuadro!- gritó mientras subíamos.

Entramos a la que supuse sería su habitación, donde ella se acercó a una cómoda y sacó del primer cajón lo que pude reconocer como marihuana. Dios.

Tranquilamente, se sentó en el borde de su cama y comenzó a armar un porro.

Entonces me dí cuenta de la situación en la que estaba metida. A Eric no le iba a gustar nada saber que estoy en una fiesta. Aunque en mi defensa, yo no sabía que iba a ser una fiesta. 

- ¿Tus papás saben que fumas?- le pregunté

- Yo creo- dijo encogiéndose de hombros- No hay que ser muy listo para notarlo.

Me quedé un rato mirándolas como una idiota.

- Cambia la cara, Lucy- Sophie se acercó a mi y me tomó de los hombros- Mira, si no quieres beber o fumar está bien, haz lo que se te dé la gana. Aún puedes pasarla bien y meterte a la piscina. Hoy eres libre.

Cuando bajamos, se había formado en medio del salón una especie de pista de baile y , aunque no estaba oscuro del todo, ya habían puesto esas luces neón. Estos chicos si que venían preparados.

Decidí divertirme un rato. No había ido a tantas fiestas antes y aunque había probado el cigarro, no era algo que me encantase.

Dejándome llevar, perdí la timidez y me introduje a la pista de baile. En estos momentos sonaba ese reggaeton antiguo que todo el mundo ama, incluyéndome.

Así que sí, lo dí todo en la pista. Al parecer, fui poseída por un ser extraterrestre, pues no me reconocía. Un par de chicos que jamás había visto me invitaron a bailar y disfruté bastante.

Al rato, busqué a mis amigas y las encontré a un lado de la piscina, sentadas en un pequeño círculo con más chicos y chicas. Me acerqué a ellos y rápidamente las chicas me hicieron espacio en el círculo.

- Que bien que llegaste, justo íbamos a jugar verdad o reto- dijo Sophie, rellenando los vasos rojos de todos y dándome uno lleno a mí.

En el grupo, pude reconocer a unas chicas de mi clase de historia, y a Mason. El resto eran desconocidos.

- Bien empezamos hacia la derecha- dijo Maureen, quien estaba a mi derecha, coincidentemente.

Uno por uno, comenzaron a elegir entre verdad, o reto. Y luego de unos besuqueos, hetero y homosexuales, un par de golpes y discusiones, me tocó a mí.

Cambio de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora