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2 - NOTICIA INESPERADA

Al salir de la oficina del Alcaide, Alex aún estaba sin poder entender lo que acababa de ocurrir.
Tenía sentimientos de confusión y al mismo tiempo de alegría.
Llegó a  su compartimiento, y se sentó en su cama, con la mirada clava en la planilla que le había entregado Smith.
En ese momento se le acercó Nicky.
- ¡Hey, Vause! ¿Está todo bien?
Alex la mira.
- Nicky, necesito hacer una llamada.
- ¿A tu abogado? ¿Qué diablos hiciste?
- ¡No! Necesito llamar a Piper. No hice nada.
Nicky la mira seria.
- ¿Me contarás, o me harás golpearte?
Alex miró fijamente a Nicky por unos segundos, y luego se le iluminó una sonrisa.
- Saldré libre, Nichols.
- ¿Cómo es eso, Vause?
- Me dieron... libertad anticipada.
- ¡Wow! ¡Eso es genial, bomba sexy!
- Supongo que sí.
La verdad estoy aturdida.
- ¿Qué pasa contigo? ¡Saldrás de esta pocilga! ¿Qué más quieres entender?
- El por qué, Nicky. No estamos en época de libertades, es invierno.
- ¿Y?
- Y... lo me dijo Smith no me convenció.
- Ok, ven acá Alex Vause. Nada de eso importa ahora, lo único que importa es que te irás de este fucking lugar… para siempre.
- Lo sé, pero…
- Pero nada, date cuenta ya de lo afortunada que eres, y deja de pensar tanto. Ahora ve a llamar a tu esposa, para darle esta gran... noticia inesperada.
- Sí, necesito contarle ahora mismo toda esta locura.
- Pues, ¿qué esperas? Ve a los teléfonos y cuéntale.
Alex le sonrió a Nicky, apretó su mano en señal de agradecimiento. Luego salió apresurada rumbo a los teléfonos.
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Luego de estar totalmente segura que todo aquello que lo que más deseaba era tener una vida en conjunto con Alex, Piper se esforzaba diario para que su relación con ella marchara lo mejor posible.
Su papá no siguió nadando contra corriente, y decidió apoyarla dándole un cargo administrativo dentro de la empresa. Lo que hizo que Piper detuviera su idea de mudarse a Ohio. Alex consideraba que debía permanecer en New York.
Aunque tenía un trato como cualquier otro empleado, y no podía tener un horario especial para ir a visitar a Alex a Ohio, Piper estaba feliz y tranquila con todo aquello, pues siempre se las ingeniaba para poder ver a Alex la mayor veces posibles.
- Ya es tarde, Piper. Es hora de irte a descansar. – le dijo Bill.
- Solo serán unos minutos más, necesito adelantar este papeleo.
- Ya veo que irás otra vez a Ohio.
- Sí, esta misma semana. Muero por verla.
Miró a su papá fijamente y le dio una media sonrisa.
Su papá la miró con cara de resignación.
- Buenas noches, Pipes.
- Buenas noches, papá.


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- ¡Hey, Large! ¿Pudiste hablar con Chapman?
Le preguntó Nicky al entrar y verla en el compartimiento, llenando la planilla.
- No me dejaron hacer la llamada, no estaba en la maldita lista de hacer llamadas y... no sé qué hacer, la verdad.
- ¡Oh, carajo!
- Nicky, necesito un celular. – le susurró.
- ¿Qué? ¡No! ¡Claro que no! Eso es muy arriesgado.
- Lo sé, pero necesito hablar con Piper ahora.
- ¡Estás fuera de control, cariño! Sabes que si algún Guardia te descubre o te delata alguna de estas perras, se va a la mierda tu libertad anticipada.
- Oh, mira, no lo había pensado.
- Jódete, Alex.
- Nicky, por favor, ayúdame.
Necesito ir por una llamada, y necesito que me cubras.
Alex la miró con cara de ruego, y Nicky no pudo resistir ver su cara llorosa.
- Está bien, está bien, para de mirarme así.
Pero no te acompañaré, no voy a meterme en problemas.
- ¡Gracias! Eres la mejor, Nichols.
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Piper está llegando a su apartamento, cuando comienza a repicar su celular. Con una mano lo toma de su bolsillo y responde la llamada que era de un número desconocido.
- ¿Aló?
- Hola, esposa.
- ¿Alex? ¿Qué haces con un celular? ¿Estás bien?
- Creo que sí.
- ¿Cómo que crees? ¿Qué está pasando? ¿Hubo un motín en Ohio?
Alex comienza a reírse.
- ¡No! No más motines, por favor.
- ¿Y entonces por qué mierda tiene un celular?
- Escucha Piper... 
- ¿Quieres que alarguen tu condena por tener contrabando?
- ¡Piper!
- ¡¿Qué?!
- Espero que tengamos una cama matrimonial.
- ¿Qué? – le dijo confundida.
  De hecho, no...
  Alex, ¿qué está ocurriendo?
- No importa, dormiremos una encima de la otra.
  ¿No te parece una gran idea?
- Alex Vause, ¿de qué rayos estás hablando? ¿Qué significa todo esto?
- Tal vez… signifique… que… saldré libre dentro de cinco días porque… me dieron libertad anticipada.
Piper soltó las bolsas que sostenía en su otra mano.
- ¡OMG... OMG! ¿no estás bromeando con esto, verdad?
- No, no lo estoy. Dentro de cinco días volveré a ser...  apta para la sociedad.
Eso dice mi expediente.
Piper comienza a llorar de la emoción.
- ¡OMG, no lo puedo creer! Esto es increíble.
- Lo es.
- Iré por tí… debo estar allí.
- Sí, eso quiero.
Quiero que seas lo primero que vea en mis primeros segundos de libertad.
- ¡OMG, cinco días!
- Ya debo colgar. Debo entregar este teléfono antes que todo se vaya a la mierda.
- Desaste de eso ahora mismo, Alex. Nada puedo arruinarlo, ¿entendido?
- Entendido.
- Te amo, Alex.
- Te amo, Piper.