<𝓓𝓲𝓮𝔃>

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Ambos habían comenzado a mover sus labios al compás de la música, el aire poco a poco se terminaba, lo que los hizo besarse desesperadamente

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Ambos habían comenzado a mover sus labios al compás de la música, el aire poco a poco se terminaba, lo que los hizo besarse desesperadamente. En realidad, no querían separarse pero al final tuvieron que hacerlo, se miraron y sonrieron cómplices. Brian tomó el rostro contrario con ambas manos mientras se abalanzaba a sus labios y los besaba como si no hubiera un mañana una vez más. Eran suaves y tenían un sabor diferente pero dulce. Oh, realmente podría hacerse adicto a ellos. Siguió besándolos por largos minutos, lo que alegró más a su corazón fue que Jae correspondía cada beso que le daba. Entre uno de los muchos besos que se dieron, Jae soltó un suspiro que no precisamente pareció uno y de inmediato se alejó cubriendo su boca con ambas manos.

—¡No quería hacer eso, lo siento! —Exclamó sonrojado hasta el cuello, cosa que ocasionó la risa contraria.

—No te preocupes.

—¡Yo- ya es tarde, debo irme!

—Te acompañaré.

—Oh, no es necesario, también debes llegar a casa. —Dijo levantándose de los escalones.

—Jae...

—¿Sí?

—¿Nos veremos hoy?

—Claro, doce treinta. —Dijo comenzado a caminar. Aunque, no avanzó mucho cuando fue detenido, Brian lo tomaba de la muñeca.

—¿Me darás una respuesta?

—¿Respuesta?

—Cuando lo leas.

—¿Leer qué?

—Lo que te di.

—Oh, claro.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo. Bien, debo irme.

Brian lo soltó y lo observó marcharse. Cuando estuvo a punto de irse, Jae regresó de repente.

—Brian...

—¿Sí?

—¿Puedo...? —Mordió ligeramente su labio inferior mientras evitaba por completo el contacto visual —, olvídalo. —Dió media vuelta y no supo cuándo Brian ya lo había girado hacia él y lo estaba besando. De todas maneras, lo único que le importó fue disfrutar ese momento antes de irse. 

—Gracias. —Respondió cuando se separaron y salió corriendo del lugar con un notable sonrojo en todo el rostro.

Jae llegó a casa al rededor de las ocho de la noche, tuvo que soportar media hora de un sermón de parte de su madre por no avisarle en donde estaba, y cuando al fin terminó, pudo subir a su habitación y mirar lo que Brian le había dado.

—Por fin llegas, comenzaba a pensar que te habías fugado con él o algo así. —JiMin respondió sin demasiado interés mientras se encontraba recostada en la cama ajena observando su teléfono.

12:30||𝑱𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏𝒈𝒑𝒂𝒓𝒌𝒊𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora