𝓔𝓹í𝓵𝓸𝓰𝓸

142 22 47
                                    

Había regresado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Había regresado. Después de dos largos años, había regresado a Corea junto con SungJin y WonPil, dos de sus mejores amigos de la universidad. Los tres se habían trasladado para terminar sus estudios en Corea. Debía admitir que se sentía un poco extraño al regresar. Era como si un golpe de recuerdos se hubiera estrellado contra su rostro al momento de bajar del avión pero no era tiempo de pensar en eso, ahora tenían que buscar su departamento y acomodarse, después de eso, descansaría y se reuniría con JiMin al día siguiente, días después comenzaría con sus estudios nuevamente.

—Hogar, dulce hogar. —SungJin suspiró cuando llegaron al departamento. Él solía regresar a Corea de vez en cuando, por lo que el departamento siguió siendo suyo, además de que su hermana menor había estado viviendo ahí.

—Oh, así que vives aquí. Nada mal. —WonPil sonrió mientras bajaba sus maletas en la puerta principal.

—Deberíamos desempacar. —Jae empujó levemente a su amigo para que se hiciera a un lado, pues estaba estorbando en la puerta y no lo dejaba entrar.

—¡Yah, Jae! Sé más cuidadoso. Que maleducado. —Se quejó.

—Deberías dejarlo en paz, WonPil. No ha descansado muy bien y ya sabes que se pone peor que una señorita en menstruación cuando no duerme bien.

—Cállate, SungJin.

—¿Lo ves? —Ambos chicos se burlaron, al instante pararon cuando Jae les dirigió una mirada aterradora.

—Hey, ¿Te encuentras bien? Creo que es mejor que descanses.

—Es cierto, luces muy cansado. ¿Tendrás fiebre o algo así? —SungJin puso una mano en la frente de su amigo, se alegró cuando notó que todo estaba en orden.

—No se preocupen por mí, estoy bien.

—No nos preocupamos por ti, nos preocupamos por nosotros. Cuando estás estresado sueles ser tan irritante que a veces quiero tirarte del séptimo piso de un edificio.

—Muy gracioso, WonPil. —Respondió Jae con sarcasmo.

—Es broma, ve a descansar.

—No puedo, debo acomodar mis cosas.

—Oh, no te preocupes por eso, nosotros nos encargamos.

—¿Lo harían, chicos?

—Seguro.

—Muchas gracias, ya se los pagaré después.

—Vamos hombre, no será nada.

—Aunque nos puedes invitar a comer...

—Sigue soñando, Bob the builder.

—¡No me llames Bob the builder!

Jae rió mientras caminaba hacia alguna de las habitaciones, tomaría la que fuera y simplemente se dedicaría a dormir.

12:30||𝑱𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏𝒈𝒑𝒂𝒓𝒌𝒊𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora