Red Thread / Peryl

Capítulo 24

Narrador omnisciente

-Mamá, ¿Podés venir un segundo?- Alex llama a su madre desde su habitación. Su voz sonó algo extraña.

-¡Voy!- grita devuelta mientras deja lo que está haciendo para ir donde su hija.

Meryl no notó nada extraño, solo subió y entró en la habitación de su hija pero sin dudas no esperó encontrarse con algo así.

Corrió dónde Alex asustada, alterada, gritando.

Ella estaba en el piso con algo filoso en una de sus manos ya que de la otra caía abundante sangre.

-Amor, Alex, ¿Que hiciste?- le pregunta a esta altura llorando intentando parar la sangre y mantener la calma.

-Lo siento, mamá- es lo único que dice antes de desmayarse. Meryl se desespera en buscar su celular para pedir ayuda. 

La ambulancia llega de inmediato y se la llevan. Meryl va con ella, sostiene su mano.

Una vez en el hospital se la llevan dejándola en la sala de espera. Se sienta en una de las sillas, en shock.

No entiende lo que está pasando, lágrimas siguen cayendo. Luego de varios minutos logra llamar a Pierce, el cual llega 20 minutos después junto a John.

-Meryl- dice el actor una vez la ve y se acerca para abrazarla fuerte. Ella quiebra y empieza a llorar desconsoladamente.

Su pequeña hija quiso quitarse la vida y no entiende por qué. Está enojada con ella misma por no darse cuenta de que necesitaba ayuda.

Estuvo tan enfocada en su relación que se olvidó de lo más importante, su pequeña Alex.

-Voy por café- dice John cuando ve que Meryl logró calmarse un poco.

-¿Qué sucedió?- pregunta Pierce mientras limpia las lágrimas de su amada.

-Intentó suicidarse- es lo único que logra decir. Pierce no dice nada, solo la abraza.

-Familiares de Alex ...

-Acá- salta Meryl sin dejar terminar de hablar a la doctora.

-La paciente está estable, perdió mucha sangre pero logramos cerrar la herida.

-Gracias, ¿puedo verla?

-En estos casos debo llamar a un profesional, y si, puede pasar a verla.

-Haga lo necesario. Muchas gracias.

La doctora asiente, le dice el número de habitación y se va.

Una vez llega Alex está despierta, ve entrar a su madre y empieza a llorar.

Meryl la abraza lo más fuerte posible. Se asustó mucho, pensó que la perdía, y eso jamás se lo iba a perdonar.

-Lo siento, yo- yo- intenta hablar entre sollozos.

-Tranquila bebé, todo está bien, estoy acá contigo- intenta tranquilizarla.

-Yo- no quise mamá, pero ya no podía más- logra decir un poco más calmada.

-¿Con qué pequeña?

-Con todo, primero tu enfermaste, me asusté mucho, en la escuela, se enteraron que me gustan las chicas, y cosas mías que no suelo decir.

-Cariño, ¿Por qué no hablaste conmigo? ¿Con John? ¿Maddie?

-No quería molestarlos. Tú estás tan feliz con Pierce que no quise llenarte con cosas mías.

-¿Cosas tuyas? ¿Cómo que?

-Inseguridades, sobre mí, mi cuerpo, toda yo.

-No entiendo de que estás hablando, eres hermosa, una chica buena, y más. Cualquier persona seria afortunada de tenerte.

-Lo dices por qué eres mi madre.

-No, claro que no. No debo ser la única que te lo dice. Además, cariño, lo que hiciste, no era el camino, no es el camino.

-Lo sé. Fue un momento en que me derrumbé, estaba con mi celular y me llegaban miles de mensajes homofóbicos, me miré al espejo y no me gusta lo que veo. No pensé, solo lo hice, pero cuando cerré mis ojos tu apareciste mamá, no podía hacerte esto, me arrepentí al segundo y te llamé- habló llorando como pudo, se notaba arrepentimiento en su voz.

Meryl lloraba también, ¿Cómo no vió eso?

-Prometeme que vamos a buscar ayuda ¿Si?

-Lo prometo.

Y después de tan profunda charla se abrazan, Alex se duerme en lo brazos de su madre.

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