Capítulo 14

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Narra Meryl

El interrogatorio de Alex y John no me agradó para nada, pero creo que salí de la situación como una campeona.

Sólo espero que no vuelvan a preguntar porque termino contando todo. Me tomaron por sorpresa y no quería quedar en evidencia.

No corresponde de igual forma, si algo me pasa con Pierce, lo hablo con él ¿no?

Me estoy preparando para la cena improvisada que armaron. Me gusta pasar tiempo con ellos, me divierto y además veo un rato a Pierce, si, eso sonó como una adolescente enamorada.

-¿Estás lista mamá?- Alex me grita y salgo casi corriendo.

-Acá estoy. ¿Listos?

-Te esperábamos a ti. Vamos.

No dije nada y salimos. El camino fue raro porque Alex y John se la pasaron hablando entre ellos como planeando algo. Pero no le di mucha importancia.

-Hola- saluda sonriendo Pierce cuando nos ve llegar. Devolvemos el saludo y entramos a la casa.

-La cena ya está casi lista- vuelve a hablar y nuestros hijos se miran de manera cómplice.

Sin ser tan paranoica los ignoro y me pongo a hablar con Pierce. Hablamos de su nueva película, nuestra relación es la misma que hace años.

Sólo que el no la recuerda. Nos entendemos a la perfección, nos divertimos hablando, una conexión única, que aunque ninguno diga nada se ve y se siente.

-Mamá, Maddie me necesita, ¿les importaría que me vaya?- mi hija pregunta de repente acercándose a donde estábamos.

-¿Todo está bien?

-Si, una pelea con su novio, nada más.

-Está bien. Ve.

Nos saluda con un beso y sale corriendo por la puerta.

-¿Papá?- es John el que habla ahora.

-¿Que pasa?

-Me olvidé que tengo una cita. Me voy. Adiós- y se fue, no dió tiempo a nada.

Pierce me mira con cara de interrogación pensando que yo se algo al respecto.

-No me mires a mí, estoy igual que tu.

-Y bueno, vamos a tener que cenar sólo nosotros.

-Claro. Vamos, yo pongo la mesa- y así fue como de un segundo a otro estoy a solas con Pierce, lo cual tengo que admitir que me pone un poco nerviosa.

Nos sentamos en un cómodo silencio, olía delicioso, las pocas veces que me cocinó lo hacía muy bien.

-Siempre fuiste bueno en la cocina- le comento una vez probado el primer bocado.

-¿No es la primera vez que pruebas mi comida?- y no es hasta que me pregunta que me doy cuenta de lo que dije. Y encima no me puedo excusar con nada, ni al vino que no empecé a tomar, aún.

-No, si, digo, John me contó que las pocas veces que cocinás lo hacés muy bien- respondo divagando más que nada, que estoy 100% de que se dió cuenta de que le mentí.

-Ah, pensé otra cosa- dice bajito y yo no entiendo a qué se refiere, pero igual no pregunto.

Cambiamos de tema y me prometí intentar no meter la pata otra vez.

Pero ya vamos la tercera botella de vino y yo estoy muy alegre. Estamos los dos un poco borrachos bailando en medio del living.

-¿Como vas a volver a casa?- me pregunta mientras seguimos bailando.

-En taxi seguramente, ¿por qué preguntas?

-Alex seguro vuelva para acá, así que puedes quedarte si quieres- tira de repente y yo me asusté. Mal interpretado todo, obviamente.

-Eh- las palabras no salían de mi boca.

-Tranquila, hay un cuarto disponible y está alejado del mio por si tienes miedo- dice enseguida viendo mi cara de susto, lo dice de forma divertida igual.

-Perdón, ¿miedo? No, por favor. No quise que pienses eso, nada que ver.

-Quizá yo me expresé mal también. ¿Bailamos?- pregunta escuchando la canción, la cual es lenta, perfecto.

No decimos más nada y seguimos bailando, sólo que cada vez más cerca, nos miramos y sonreímos.

Sin la necesidad de decir una palabra. Sin darme cuenta nuestras narices se están rozando, él tiene los ojos cerrados y yo sin pensar me dejó llevar y cierro los ojos también.

Y después de mucho tiempo nuestros labios se vuelven a encontrar en un beso cargado de muchas cosas. De mi parte recordando todos los momentos junto a él, cada caricia, cada roce, cada beso.

Para Pierce labios nuevos, que no son lo de su esposa y para mí una boca que conozco a la perfección.

Cuando nos separamos me mira a los ojos y limpia las lágrimas en mi rostro las cuales no me percaté hasta recién.

-¿Por qué lloras?- pregunta preocupado.

-No lo sé- por supuesto que lo sé, pero no puedo decirte nada.

-Perdoname, me dejé llevar.

-No hay nada que perdonar - digo con sinceridad y quiero irme ya.

Todo esto es tan injusto, tanto para él como para mí. Se que ahora no voy a poder sacarlo de mi mente y mucho menos de mi corazón.

-¿Otro vino?- ofrece cambiando el tema radicalmente.

-Gracias, pero prefiero irme.

-¿Es por el beso? Perdón si es por eso. Nos estábamos divirtiendo.

-No, no es por eso, ya es tarde. Gracias- le sonrío disimulando lo mejor que puedo y tomando mis cosas me voy.

Me subo en el auto y respiro un poco, intento despejarme y luego arranco despacio.

Alex me mandó que no viene a dormir a casa y me alegra así no tengo que contar nada. No estoy lista y no se que hacer.

Cierro los ojos y siento sus labios en los míos, una sensación tan única y hermosa. Y parezco una adolescente enamorada, otra vez.

x-x-x

Gracias por seguir ahí❤

Red Thread / PerylDonde viven las historias. Descúbrelo ahora