II. La triste verdad
El Omega se encontraba en su cuarto descansando en la gran cama matrimonial, el parto había sido muy difícil y además lo había dejado muy débil, no podía describir la debilidad que sentía en esos momentos, lo que sentía no se comparaba cuando terminaba de patrullar. Voy a golpear a Slade cuando me recupere. Pensó. Él lo había puesto en esa situación, cuando lo volviera a ver lo dejaría inmóvil por meses.
Chasqueo su lengua con fastidio al tiempo que se acomodaba mejor en la cama. Ya había pasado mucho tiempo desde el labor de parto y no había rastro de Alfred y de su bebé, ya estaba empezando a fastidiarse por ello
Con cierta intranquilidad pensó en ellos. Ellos ya deberían de estar aquí. Empezó a incorporarse sobre la cama y se sentó, con ambas manos se impulsó para levantarse, consiguiendo como resultados perder el control de sus piernas, intentó avanzar pero lo único que consiguió fue caerse al frío piso de madera.
La puerta comienza abrirse saliendo de ella, Alfred con un bulto entre sus brazos arropado con sábanas del más fino algodón.
—Amo Bruce, le presentó a su hi...—no terminó la palabra cuando presenció al joven Omega tendido en el piso quien llevaba una expresión de enojo muy notoria- Amo Bruce- dijo acercándose con rapidez junto al niño en brazos.
—Estoy bien Alfred—replicó el Omega levantándose con sumo cuidado, volviendo a sentarse en la gran cama.
—Sabía, usted que es muy malo levantarse después de una cesárea—sentenció con la misma tranquilidad de siempre, salvó por su acento británico. El sabía por experiencia propia que cuando su acento aparecía significaba que el beta estaba molestó.—Bueno a lo que venía. He venido a traerle a su hijo, la doctora Thompkins me comentó que su bebé está muy bien-le comentó entregando al bebé, pero el solo se queda mirando al bebé sin recibirlo.—Hay algún problema amó Bruce-pregunta el beta preocupado
—Nada, es que no quiero lastimarlo—confesó sin apartarle la mirada al bebé
—Inténtelo, Usted ha cargado gente moribunda o drogada-comentó sarcástico—Claro que podrá cargar a un recién nacido
El Omega se le quedó mirando por unos minutos más, tomó la iniciativa de extender sus brazos acercándose lentamente hacia el. Lo tomó con cuidado entre los brazos acomodando lo un poco para que el bebé estuviera cómodo.
Al observar a su bebé sintió millones de emociones en su interior. Su bebé tenía muchos rasgos de Slade, principalmente su mirada aunque él no se quedaba atrás había heredado su cabello negro y su nariz perfilada.
—Es perfecto Alfred—dijo mirando a su hijo—Tiene unos lindos ojos verdes.
—Concuerdo con usted señor, es un hermoso verde jade—comenta con una voz serena
—¿Jade?—dijo observando al niño—Me gusta ese nombre
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El camino hacia la Baticueva fue silencio, nadie habló absolutamente nada, todo el camino fue así. Batman ojeaba de vez en cuando el retrovisor para ver el estado de sus hijos. Dick tenía la mirada perdida en la ventana del auto. Tim solo contemplaba el camino a casa y Damián, bueno su mirada lo decía todo. Estaba destrozado por dentro, cómo podría ser posible que su padre le guardaba tal secreto, ¿Acaso su padre no confiaba en ellos?.
Siempre era lo mismo secretos y más secretos.¿Porque el caballero de la noche ocultó ese secreto?. Un hijo con Slade Wilson, Deathstroke.Era algo que no debió de ocultar a pesar de lo cruda que fuera la verdad. No debió de ocultarlo, ellos hubieran entendido lo que sucedió entre y el mercenario

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Eclipse
AcciónAsociamos el sol con palabras como: cálido, brillante y feliz. Pero detrás de todo eso, el sol está solo, nadie quiere acercarse al sol por miedo a quemarse. La luna, por otro lado, está rodeada por hermosas estrellas centelleantes, pero ninguna de...