V. En tu tierra

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V. En tu tierra.

Los niños comienzan amando a sus padres, cuando crecen, los juzgan y a veces los perdonan

  El joven Omega se levanta de golpe al escuchar el fuerte llanto de su bebé. Camino rápido casi corriendo hacia la cuna, para ver lo que le sucedía, vio que el pequeño tenía sus hermosos ojos verdes llenos de lágrimas a él se le partió el alma verlo así tan indefenso

—Tranquilo Jade papa está aquí, no pasa nada—dijo acariciando su mejilla.

    Lo tomo cuidadosamente para cargarlo aún tenía miedo de herirlo, no quería que le pasará nada. Camino unos cuantos pasos hacia su cama, se sentó en ella junto al niño en brazos que no paraba de llorar

— Mi campeón estoy aquí contigo y lo estaré siempre

     Libero un poco de su aroma para calmar a su bebé, este bostezo un poco al sentir la esencia de su padre omega. Esa esencia a vainilla lo relajaba bastante era como si fuera un botón para calmarlo. Alfred le había comentado acerca de esto, los cachorros se calman cuando sienten el aroma de su padre Omega y si son alfas son más vulnerables

    Bruce sonrió al ver a su bebé más tranquilo

Mi cachorro

Pa…pa- dijo con algo de dificultad el pequeño cachorro. El omega sonrió al escucharlo, era su primera palabra.

Su bebé, su niño, su cachorro 

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     Su mirada se encontraba cansada y agotada, tenía demasiado tiempo detrás del monitor intentando de liberar una especie de carpeta incógnita que había liberado anteriormente de la memoria que le había dado el Green lantern.

    Cuando el Green lantern le dió la memoria sospechaba que había algo más que se les pasó a los linterna, duro bastante tiempo liberando todos los códigos de seguridad que tenía la memoria hasta que al fin logró encontrar esa carpeta pero estaba protegida por una especie de escudo informatico debía hackear la base de datos para poder ingresar. Tecleó un par de códigos más pero no logro nada.

   Dio un gran suspiro y colocó su mano en su cien. Su mente era un caos no podía concentrarse muy bien debía buscar una solución rápida si no lo hacia todo sería un caos.

—¿Has intentado utilizar un código similar al del escudo informático.— sugirió alguien.

      El murciélago sonrió de lado percatandose inmediatamente quien era el individuo.

—¿Pensé que aún seguías molestó?—pregunto serio.

   Giró la silla para encontrarse con un lindo Omega de grandes ojos azules que vestía su característico traje de Red Robin

—Lo estuve…pero reflexioné bastante acerca de todo lo que pasó y entendí que él fue una parte muy importante en tu vida, pues era tu cachorro— respondió sereno y observando detalladamente cada fación del Omega mayor—Y comprendí tu actitud en querer alejarlo de tu vida ¿Imagino que perder a un hijo no es fácil?

—No tienes idea lo difícil que fue para mí perderlo—agrego mirando un punto vacío en la pared

—Tienes razón no tengo ni la más mínima idea—respondió el ex Robin- Además yo tampoco fui muy honesto

—¿De que hablas Tim?—pregunto el murciélago con una ceja alzada

—Yo sabía que tu tuviste un bebé—confeso el petirojo—Cuando era Robin, una vez te ví quitarte tu traje y logre ver una cicatriz debajo de tú vientre. Pensé que era una cicatriz de combate pero era demasiado perfecta para serlo, era como una cesárea. Creé mi propia teoría acerca del origen de tu cicatriz, pero no encontré nada en tus registros médicos, así que deje de intentar de buscar una respuesta— Bruce se quedó perplejo por la confesión de Tim. No por nada decían que Tim era un gran detective igual a él.

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