capitulo 39

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Mi mente se desvaneció de la realidad física y me encontré flotando en la oscuridad familiar. Era la misma oscuridad que había experimentado una vez antes en la noche en que morí, cuando mi espíritu había permanecido entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Mientras mi cuerpo sangrante yacía moribundo en el piso del baño, mi espíritu estaba atascado en este limbo esperando cruzar al otro lado o ser arrastrado de vuelta a la tierra de los vivos.

Esperé en la oscuridad a que viniera la muerte.

"Mia."

La voz resonó en la oscuridad y era la misma voz que me había estado persiguiendo durante semanas, llamando mi nombre, atormentándome.

Era la misma voz que había escuchado en el baño antes de ser atacada.

"Mia."

Llamó de nuevo y en la oscuridad apareció el fantasma.

No me moví. Ella estaba justo enfrente de mí, encorvada con la cabeza inclinada hacia adelante. Podía ver como los gruesos mechones de cabello creaban un velo sucio que cubría su cara. Su vestido se aferraba a su cuerpo en pedazos sucios cubiertos de tierra, como si el material se hubiera dejado pudrirse en la tierra durante un tiempo. La palidez de su piel era una salvavidas, pero sus hombros hacia arriba sangraban mientras respiraba de manera antinormal.

Con gran temor le pregunté, "¿Celia?"

Había un contratiempo en su aliento, una pausa repentina en su respiración que parecía indicar un reconocimiento de la pregunta que le habia hecho. Su cabeza se levantó como si me estuviera mirando, pero unos gruesos y sucios cabellos ensombrecieron sus ojos y su cara. Eventualmente ella exhaló con un suspiro largo y continuó 'mirándome'.

Nerviosa le pregunté: "¿Por qué me estás haciendo esto? ¿Me quieres muerta?"

Hubo una pausa y luego la oscuridad a mi alrededor se disolvió y de repente me encontré sola en un cuarto oscuro y desconocido. Celia todavía estaba de pie frente a mí, ella estaba en la esquina de la habitación al lado de una mesa y pequeño armario.

"No entiendo." Dije mirándola.

Celia respondió levantando su brazo y con su largo dedo óseo señaló hacia la puerta, y afuera oí pasos repentinos que se acercaban acompañados por el suave chirrido de las ruedas del carro. La puerta de la habitación se abre y la enfermera entra empujando un carro con un lavabo. La enfermera no me ve, y empiezo a darme cuenta que Celia me está mostrando un recuerdo del pasado.

Ella tararea una suave melodía para sí misma y parpadea una luz. La habitación se ilumina y me revelan una estación médica de cambio con una cama de hospital y una mesa cubierta de equipos médicos y medicamentos. La enfermera empuja su carro completamente dentro de la habitación y quita el lavabo. La puerta se abre de nuevo y esta vez un familiar entra.

El médico que intentó sedarme antes por orden de Louis cierra la puerta detrás de él y dice: "¿Ha terminado de lavar al paciente?"

La enfermera sigue tarareando pero asiente con la cabeza en respuesta.

El doctor gime de frustración, "el rey se está volviendo inpaciente. No entiende por qué la princesa Amelia todavía no se ha despertado."

"Ha estado fuera durante tres días, incluso me pregunto por qué no se ha despertado hasta ahora." La enfermera respondió.

"Estaba seguro de que estaba en shock debido al encuentro con el príncipe Casper, pero ahora sabemos mejor..." El médico dijo mientras se alejaba.

"¡Oh, lo sé, un bebé real! ¿Quién hubiera adivinado que la princesa estaba embarazada? Oigo que el rey está absolutamente emocionado, aunque siento pena por la reina. Ella siempre ha anhelado un hijo propio." La enfermera respondió.

Casada con el príncipe de la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora