Casada con el príncipe de la oscuridad

capitulo 49b

Oí a Nico decir las palabras, pero mi cerebro no podía comprender lo que estaba diciendo, o tal vez no quería. ¿Cómo podría enfrentar que Luc podría ser el verdadero asesino? Me aferré al brazo de Nico, sintiendo el mundo girando a mi alrededor. Él me levantó rápidamente en sus brazos antes de que me cayera al suelo en un momento.

Todo mi mundo se estaba desmoronando a mi alrededor, y yo estaba luchando por aferrarme a cualquier tipo de realidad. Recliné mi cabeza sobre su hombro mientras las manchas negras comenzaban a bailar delante de mis ojos.

"Oh mierda, creo que me voy a desmayar" susurre. La adrenalina con la que había estado corriendo cuando luchaba contra la enfermera ahora se había secado, y podía sentir que la fuerza en mi cuerpo ahora se evaporaba rápidamente.

En algún lugar detrás de nosotros, en el pasillo, podía oír la voz aterrorizada de Luc resonando hacia nosotros. Nico tensó y bajó su voz y dijo: "nos va a encontrar pronto."

"Por favor, no dejes que nos encuentre. No creo que pueda aguantar mucho más" respondí.

Sus brazos se apretaron a mi alrededor y dijo suavemente: "está bien, puedes quedarte dormida. Te prometo que no dejaré que te pase nada malo."

"No", dije sacudiendo la cabeza en protesta, "No quiero desmayarme, No quiero ser débil".

"Mia, tu cuerpo ha llegado a su límite físico. Necesitas descansar ahora", dijo.

"pero Luc viene" dije.

"Lo juro, no voy a dejar que te toque", dijo de repente saliendo corriendo por el pasillo.

Detrás de nosotros oí gritos, luego pesados pasos corriendo detrás de nosotros. Nico murmuró una maldición y dio un giro brusco hacia un pasillo oscuro que había pasado antes. Bajó el ritmo y se dio la vuelta a la derecha, abriendo una puerta a patadas y entrando en una gran habitación vacía.

Estaba terriblemente oscuro y polvoriento, y me esforzaba por ver en la oscuridad. "¿Qué vamos a hacer?" Le pregunté.

Nico me bajó suavemente al piso y me apoyó cuidadosamente contra la pared. Entonces él se quitó su chaqueta y la envolvió alrededor de mis hombros y dijo, "no tengo otra opción, Mia. Voy a tener que luchar contra él".

"¿Qué?" Pregunte.

"No tengo otra opción. Si vamos a sacarte de aquí, entonces tenemos que pasarlo", explicó.

"¿Qué vas a hacer?" Le pregunté.

"Lo voy a matar", dijo.

Sus palabras chocaron desagradablemente en mis oídos y observé en cámara lenta cómo su mano se dirigía hacia su cadera, donde el arma que había usado antes para disparar a la enfermera había sido guardada con seguridad en su funda.

Dios mío, realmente iba a disparar a Luc.

Nico se alejó de mí, ya que Luc apareció en la puerta con otros tres guardias. Llenando el marco de la puerta con su enorme gritó: "¿Qué demonios piensas, estás haciendo Nico?"

Nico se puso protector frente a mí y dijo: "no voy a dejar que la toques".

Luc miró alrededor de su hombro y me vio sentada en el suelo detrás de él. Sus ojos se ablandaron y murmuró suavemente bajo su aliento, "Mia."

Había tal calidez y ternura en su voz, mi corazón se volteaba con dolor en mi pecho, y me sentí obligada a ir a él, a pesar de todo lo que había aprendido acerca de él en esta última hora. Me incliné hacia adelante, queriendo estar cerca de él, pero sentí que la palma plana de Nico me empujaba bruscamente hacia atrás.

"quédate donde estás" murmuró.

"¡No te atrevas a tocarla!" Luc tronó. Sus ojos oscuros me habían dejado, y ahora se centraban únicamente en Nico, que miraba a Luc con igual odio y malicia.

Los soldados detrás de Luc corrieron hacia su ayudante, pero él los despidió con un movimiento de muñeca. "Puedo manejar esto por mí mismo", dijo con confianza.

"Siempre has sido tan arrogante", Nico se burló con su mano revoloteando sobre su arma.

La habitación alrededor de nosotros temblaba y Luc dejó salir un gruñido bajo en respuesta. Él caminaba sin descanso de lado a lado, sus ojos nunca dejaban a Nico. En contraste, Nico permaneció completamente quieto, aparentemente sin nerviosismo por el despliegue agresivo de Luc.

En silencio me pregunté si Luc podía ver la pistola de Nico. ¿Sabía que Nico podía recoger esa pistola y vaciar una ronda de balas en su corazón antes de que tuviera siquiera la oportunidad de hacer un pase a Nico? Mi pecho se apretó con ese pensamiento desagradable y me pregunté qué diablos iba a hacer.

Sin pensarlo, suavemente susurre, "Luc".

Era una palabra, y era una palabra que debería haber sido seguida por una súplica, por la calma y la cordura, pero no tenía tiempo para seguir adelante. Hablé y Luc inmediatamente perdió el enfoque en Nico y me miró. Sus ojos oscuros se iluminaron y sintieron la conexión invisible entre apretar y tratar de acercarnos.

Mi corazón tembló y por un segundo me olvidé de todo y de todos a nuestro alrededor. Su expresión se levantó y las esquinas de su boca comenzaron a curvarse hacia arriba en una sonrisa. Me dolía el corazón y me inclinaba hacia él, en silencio, instándole a acercarse. Sonrió y dio un paso adelante susurrando mi nombre, "Mia".

Abrí la boca para responder, pero vi la mano de Nico por el rabillo de mi ojo, llegando hasta su arma. Solté un grito y me zafé hacia adelante agarrando la pistola de la funda de Nico. Tomé el objeto de metal frío en mis manos y lo alejé de Nico, quien trató de agarrarlo. Luc no perdió tiempo aprovechando esta oportunidad. El cuerpo golpeó a Nico, y lo envió al suelo. El piso de piedra se agrietó cuando el cuerpo de Nico impactó contra él, y pequeños pedazos de escombros y polvo fueron enviados volando hacia arriba en el aire.

Luc agarró una estaca de madera de uno de los guardias y se acercó a Nico que estaba tumbado aturdido en el suelo. La habitación a nuestro alrededor comenzó a temblar y sacudirse, Luc se detuvo sobre Nico con la estaca de madera. Sus ojos estaban completamente negros y todo su cuerpo irradiaba esa aura oscura y horrible que olía a maldad y destrucción.

Murmuré un suave gemido mientras me daba cuenta de lo que estaba haciendo.

Tenía que hacer esto bien...

Con los dedos cruzados hacia abajo, levante la pistola de Nico y apunte a luc

Luc no se dio cuenta de mí al principio. Estaba de pie sobre Nico esperando que la estaca le atravesara el corazón. No fue hasta que tomé una respiración profunda que grité, "mueve otra pulgada, y te mataré de un tiro," se detuvo.

Me miró y vio el arma apuntándole y dijo: "bueno, este es un giro interesante de los acontecimientos".