― Viéndolo de esa forma, tienes muchas razones para ser feliz ¿no es así Emma?
Él sabía que diría que sí, como todas las otras veces.
Diría que sí aunque realmente no lo creyera...
― No. Por supuesto que no soy feliz.
¿Pero qué?...
― ¿Qué dijiste? ― preguntó amenazante.
Seguramente no había escuchado bien.
Emma no era capaz de decir eso.― Lo que escuchaste. No soy feliz ― masculló ella entre dientes con la mirada baja.
― ¿Pero qué mierda estás dicien...
Emma levantó su mirada verdosa y Norman se detuvo.
Algo en sus ojos le dijo que se callara.
Algo en sus ojos le dijo que ésta vez no sería como las otras.
Algo en sus ojos le hizo sentir un poco de... miedo.
Sí, tal vez sería mejor que Norman sintiera miedo.
El miedo que se siente cuando la presa se convierte en cazador.
Emma sonrió.
― Ahh... que bien se siente decir lo que verdaderamente piensas. Siento que comienzo a ser libre por fin...
Emma levantó los brazos como si realmente se estuviera librando del peso de una cadenas que hasta ahora oprimían sus hombros.
― Lo siento Norman... pero ya no soy capaz de fingir. Lo intenté, de veras que lo intenté... pero la felicidad no es algo que se tenga que buscar, eso lo entendí hoy.
Los ojos de Emma brillaron al recordar.
― ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? ¿Estás diciendo que durante todos estos años has estado... fingiendo ?
― Sip, exactamente ― dijo Emma con una amplia sonrisa.
Norman la miró atónito.
― Pero... ¿por qué ahora?
― Verás ... hoy volví a cantar ¿sabes? ― rió al recordarlo ― no sé si lo hice bien, tampoco sé si desafiné o me equivoqué, pero ... me sentí tan feliz... ― sus ojos brillaron ― y recordé, que no me importa si no tengo talento, no me importa lo que digan los demás porque lo único que quiero... es sentir esa felicidad de nuevo.
― No puedo creer que estés tirando toda tu vida a la basura por un estúpido sueño... ¡¿Acaso perdiste la cordura?!
― Tal vez ― rió Emma ― pero si así fuera ¿realmente importaría? Si así soy feliz, ¿realmente importaría?
― No lo comprendo...
― Ya sé que no lo comprendes querido, por eso...
Emma cerró los ojos y tomó una larga bocanada de aire.
― Supongo que este es el adiós, Norman ― dijo, y su mirada era tan decidida que podría haber hecho frente a un ejército.
Norman tragó saliva porque sabía que esta mirada era peligrosa, más que una mirada de odio, más que una mirada de ira.
Con esta mirada en sus ojos, cualquier intento de hacerla cambiar de decisión... sería en vano.
Sin esperar respuesta, Emma se dirigió hacia el clóset, del que sacó una gran valija color caramelo.
Con un soplido retiró el polvo acumulado.
― ¡Que bueno que la guardé, así me podré ir hoy mismo! ― comentó levantando el puño con emoción.
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We can't
Fanfictie"No podemos porque amo a Norman" "No podemos porque eres el novio de mi amiga" "No podemos porque simple y sencillamente... no está bien" argumentó ella. "Pero... ¿y si ignoráramos todo esa mierda?..." propuso él con la mano extendida y una petulant...