aquel papel.

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capitulo 2:

La mayoría de adolescentes mostrados en la televisión son totalmente libres de salir a cualquier lugar que ellos deseen, este no era mi caso ya que estaba bajo las normas de mi hermano mayor las cuales eran que "salir de casa sin permiso era pena de muerte ya que nadie sabría dónde estabas o con quien si pasaba algo grabe". Sinceramente no tomaba muy en cuenta esto ya que era bastante insistente con que ya no éramos niños pequeños, pero mi hermano no me prestaba atención.

Me levanté bastante temprano para ser domingo, Salí a trotar por el parque, estaba bastante frió y vacío, eso era lo que me gustaba de los domingos. mientras miraba el paisaje tranquilamente.

Pase por un pequeño lugar donde vendían golosinas y otras cosas mas, compre unas gomas de mascar y me fui.

Seguí caminando tranquila y luego volví a correr.

No soy muy fan del ejercicio pero me gustaba correr o caminar por mi ciudad, era un lugar muy bonito y verde por los cerros que nos rodean.

Seguí corriendo pero ahora un poco mas lento y metí una goma de mascar a mi boca, no me percate de un agujero que había en el suelo y caí fuertemente contra el pavimento.

¿Qué les estaba sucediendo a mis pies esta semana?

Un chico corrió a ayudarme y puso mi cabeza en su regazo.

--¿estás bien?-- Pregunto examinándome por todas partes

–Si gracias-- dije adolorida y haciendo un inútil intento de ponerme de pie nuevamente, estaba muy mareada y me quede sentada en suelo.

--¿Rebeca Dawson?-- Pegunto el chico un poco confundido.

--¿Por qué sabes mi nombre?--

Acaricie la parte de atrás de mi cabeza dónde lo mas probable tenga un moretón luego.

--Oh, soy Adam jones, uno de los nuevos en Wall higth-- dijo, recordé el momento en que lo vi en la cafetería y abrí los ojos como platos, sentí mi sangre correr por todo mi cuerpo sintiendo mis mejillas arder, hoy la suerte no estaba de mi lado.

Cuando logré pararme el ayudo prestando su brazo para poder sostenerme. 

-Gracias por ayudarme-

--no hay de que-- sonrió y en sus mejillas se marcaron unos hoyuelos. 

--¿Vives por aquí?--

--No solo vine aquí a ayudar a gente que cae- entre cerré los ojos y el rió. -vivo unas calles mas lejos-- agrego.

Me sacudí el buzo que llevaba y ordene mi cabello, el chico seguía mirándome pero esta vez parecía estar analizando mi aspecto.

--¿Hola?-- sacudí mi mano frente a su rostro.

El sonrió nerviosamente y se incorporo moviendo sus hombros.

--¿Tu eres la amiga de Max cierto?-- abrí la boca para hablar pero el siguió hablando. --Compartimos clase de economía, es muy agradable--

Sonreí incomoda mientras jugaba con mis dedos.

--¿dije algo mal?--

--No, tranquilo-- respire un segundo. -- es solo que yo y Max ya nos llevamos tanto como antes--.

--oh...-- nos quedamos unos segundos mirando el suelo sin decir completamente nada. --si quieres te acompaño y me aseguro de que no te desmalles o te caigas de nuevo-- sonreí a boca cerrada

--se caminar, gracias superman--

--hum no lo creo, ¡vamos!--

Camino rebasándose y lo seguí.

Caminamos bastante tiempo y logré conocer algo más que su nombre y lo mismo de mi parte.

Una sensación de confianza sentía hacia el, sin saber porque. El transmitía eso, era carismático y bastante agradable. algunas veces un silencio nos acompañaba pero no era para nada incomodo.

--Esa de ahí es mi casa-- paramos al otro lado de la calle.

--bella casa-- dijo mirándola detenida mente. -Ok, sana y salva- metió las manos en sus bolsillos y sonriendo. --nos vemos--. 

--gracias-- dije sonriente.

Estaba por cruzar la calle para ir a mi casa, pero algo me retuvo, me di media vuelta bruscamente lo cual me mareo bastante y vi a Adam tomando mi brazo.

Dejo un papel en la palma de mi mano con una sonrisa y se fue.

Me quede por un momento pensando lo que había pasado hasta que reaccione y seguí mi camino.

Llegue a casa y mi hermano estaba en la puerta esperándome bastante molesto.

"oh no, voy a tener problemas".

Entre a la casa ignorando que él estaba en la puerta frontal,.

--hasta ahí Rebeca-- pare a mitad de camino y me di media vuelta

--hola hermanito-- dije sarcástica con una gran sonrisa en mi cara.

--hermanito mis huevos, ¿Qué te he dicho de salir sin permiso Rebeca?-- lo mire y baje la mirada, odiaba cuando me llamaba por mi nombre completo --ultima vez que sales sin avisar, o no saldrás por un mes completo-- asentí con la cabeza y subí a mi cuarto

tome una ducha y me puse ropa cómoda.

Este día fue bastante aburrido, me quede en casa todo el resto del día, cene y luego me fui a mi cuarto.

Estaba en mi escritorio haciendo algunas tareas de la escuela mientras escuchaba música.

Descanse un segundo tirando mi cuerpo hacia atrás balanceándome en la silla y admire mi cuarto.

Tenía paredes blancas un poco desgastadas, mi cama era todo un lío con sábanas y cojines desarmados, casi todo en mi cuarto era celeste o verde ya que eran mis colores favoritos.

Me levanté de mi asiento y salte a mi cama, me quede unos segundos mirando el móvil aburrida. 

Estaba a punto de dormir, pero recordé aquel papel que Adam me había entregado, corrí a mi baño y lo busqué en mi buzo.

Exactamente como ustedes estaban pensando, lo perdí, Como algo tan simple como un papelito no podía cuidar. Volví a mi cama y quedé con la intriga.

"que habrá escrito en ese bendito papel".















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holiiiiii. ojala les guste esta historia que estoy haciendo con amorsito ksjsjsj 

voy a actualizar lo mas que pueda .

saludos!!!!

Amor verdadero.... o algo asiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora