Amor verdadero.... o algo asi

querido cliche...

capitulo 5:

En momentos así creo que uno lo que más necesita es compañía, y eso era algo que yo odiaba en esos momentos, odiaba que vieran lo frágil que podía ser.

¿Rebeca?...

Esa voz me pareció conocida pero no quería hablar con nadie, seguí caminando a paso rápido mientras secaba mis lágrimas.

-Ey! - tomaron mi brazo y di la vuelta soltándome del agarre, Adam me miro preocupado.

que conveniente

 Su respiración era acelerada ya que parecía haber estado haciendo ejercicio, su camiseta estaba pegada a su cuerpo por el sudor y su pelo estaba desordenado.

sus ojos se clavaron en los míos estremeciéndome, tome aire intentado llevar mi mirada a otra parte pero era inevitable mirarlo, no decíamos nada, solo nos mirábamos intentando descifrar al otro en una especie de laberinto de emociones cruzadas.    

 Me abrazo lo más fuerte que pudo tomándome por la cintura y la parte de atrás de mi cabeza. Mi corazón se estremeció y no pude controlarme, las lágrimas no paraban de salir ahogando mi pena de todos estos años, pero ahora solo convertido en lagrimas esparcidas por mi rostro, estaba rota, o así me sentía, sentía que en cualquier momento me desplomaría por el suelo pero él nunca me soltó.

No sé qué ocurría conmigo, pero en sus brazos me sentía segura.

mi respiración se calmo pero una presión  seguía en mi garganta, quería quedarme así por siempre.  

Tomo mi rostro con sus manos, me miro y seco mis lágrimas con su pulgar --¿Qué ocurre?-- Su voz ronca hizo que mi corazón palpitara cada vez más fuerte.

-nada problemas familiares- bajé mi mirada, dije eso para evitar hablar del tema, pero al decir "familiares" sentí que ya no tenía familia esto hizo que mi pecho se apretara aun mas.

- ¿Quieres hablar? - negué con la cabeza y mi mirada seguía en el suelo. - ¿segura? – levante la mirada para sonreír, pero una lagrima corrió por mi mejilla antes de lograrlo. –Ven- Adam señalo su espalda y me tomo.

Camino conmigo en su espalda, yo termine de secar mis lágrimas y lo abrase para no caer. Me perdí en el olor de su cabello hasta que paro de caminar, su olor era una mezcla de perfume de hombre y chicle de menta.

no entendía porque me ayudaba, nos conocimos hace unos días y el también actuaba como si me conociera. no era algo que me molestara, era todo lo contrario, me hacia sentir segura de una forma in explicable. lose devén estar pensando que estoy totalmente loca, pero quizás lo estoy. 

baje de sus brazos y estábamos en la mitad del bosque al lado de una pequeña casa del árbol.

-Hasta que finalmente te rapte- lo mire un poco seria y el río, señalo una escalera colgante al lado del árbol y subí. 

Había un pequeño sillón, una mesa y una cama. unas paredes de madera oscura cubrían la luz del soy que entraba por una pequeña ventana al lado de la cama cubierta con cobijas azules.

- ¿Qué es esto? - mi pregunta era un poco obvia, pero quería saber que hacia yo ahí.

-Bienvenida a mi escondite- Adam se acercó a mí y tomo mis hombros. - ¿estás bien? –

Es extraño que uno pregunte si esta bien a alguien sabiendo que no lo está, pero la mayoría de veces es inconsciente le pregunta ya que uno quiere saber qué ocurre, así que entendía.

Se sentó en la orilla de la cama y señaló a su lado para que me sentara.

-Creo que bien- suspire.