No es el tipo de chica que las revistas pudieran llamar hermosa.
No usa la ropa en tendencia,
prefiere seguir con el suéter
del invierno pasado
y los jeans descosidos
que para ella es el mejor conjunto
en estas tardes de verano.El maquillaje no es su fuerte
aunque diario lo intenta,
esas líneas entre los pómulos
sigue sin entenderlas,
al final siempre opta
por el mismo labial rojo,
el cabello despeinado
y esos lentes tan grandes
que le llevan la mitad de la cara.Sus medidas imperfectas,
perfectas para ella.
Se mira al espejo,
se avienta un beso y sonríe;
con eso basta para decir
que la seguridad arrasa con todo
y cien coronas de miss galaxia.No es el tipo de chica
por la que todos hacen fila
esperando un cambio de situación sentimental en la red,
su vida no está escrita en línea,
las indirectas no le van
y ningún estado es personal.Ama las novelas de amor
y pocas veces lo admite,
dice que lo suyo es el terror
pero prende una luz por las noches
pues ella y oscuridad no han tenido la oportunidad de hablar
y solucionar sus diferencias.Tiene la sensualidad
de pies a cabeza desde su forma de caminar, de mirar,
de morderse los labios para conseguir algo,
y guiñar el ojo para decirte «gracias»
¡Joder!
No sé qué valor han tenido para dejarla ir,ella es todo ese golpe de suerte
que pasa una vez cada que vives,
que ya no vuelve,
porque prefiere irse con el corazón sangrandoque volver a poner los ojos atrás.
Ella pasa y con ella va todo el huracán arrancando de raíz el sueño,
porque lo que toca lo mueve de manera irracionalpues en sus manos está toda la tercera guerra mundial
y a la vez el tratado de paz
viajando en su órbita.Es la chica que no aparecería en una revista,
porque la seguridad
y el estereotipo
nunca han sido amigos