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— Que haces ahí parado? — cuestionó MuQing viéndolo en el umbral con su mano sobre el marco de la puerta y la mirada fija en él.

— ...No encontré nada, — respondió apartando la mirada de una forma nada sutil y comenzando a caminar de regreso a su pequeño campamento — creo que tendré que ir a buscar algo al pueblo — comento intentando sonar casual.

— Si ese es el caso, — replico MuQing desviando la mirada de la misma forma — ¿no sería mejor que fuéramos juntos y buscáramos una posada para quedarnos?

— Tienes razón, — admitió con el rostro colorado ante la obvia decisión e imaginándose en la misma habitación junto a MuQing, era algo que le provocaba un nerviosismo impresionante, pero a la vez un anhelo o deseo desconocido. — ¿Puedes ponerte de pie?

Por un momento se había olvidado por completo de su deplorable estado, recordando la vergonzosa escena en la que fue cargado por FengXin, no pudo evitar molestarse y sonrojarse a la vez, no quería que lo cargarán de nuevo, pero tampoco se sentía del todo bien aún.

— Si, ya puedo caminar — respondió a regañadientes tratando de alejar de su mente tal escena.

— ¿Seguro? — cuestionó sin estar convencido, pero no sentía mucho ánimo de estar demasiado cerca del albino ya que le provocaba una taquicardia aguda.

— Si. — respondió a secas apoyando sus manos en la corteza de un árbol cercano tratando de ponerse de pie. Después de tambalearse un poco logro su postura erguida de siempre, ahora el único reto sería caminar como si nada, y aunque el dolor si había desaparecido un poco aún le fue complicado por no decir pesado andar normalmente.

— Está bien, — acepto el moreno viéndolo de pie a muy duras penas — entonces, vámonos.

El cielo ya había oscurecido y el camino se había alargado demasiado, puesto que iban a paso de "MuQing", uno tan lento, pero tan orgulloso que no aceptaba la ayuda.

A este paso llegarían a la mañana del día siguiente.

— Déjame ayudarte — replicó FengXin por tercera vez, ya cansado del viaje tan lento.

— No lo necesito. — mascullo con irritación.

— A este paso nunca llegaremos.

— Entonces ve tú, adelanta te si lo deseas.

— No te dejare aquí solo — levanto ambos brazos en señal de obviedad, de que el camino estaba oscuro, peligroso y que podrían salir bandidos, y aunque fuera un dios eso no disminuye el hecho de que lo pudieran asaltar si no iba oculto y que sería un blanco fácil estando en ese estado, y recordándole su bajo poder espiritual en el momento.

— No te necesito, puedo cuidarme por mí mismo.

— Eres demasiado orgulloso — murmuró FengXin a su lado, sin avanzar un solo paso adelante de MuQing, yendo hombro con hombro.

Esto realmente sorprendió a MuQing, sencillamente esperaba que lo abandonará en el camino, no había persona que soportarse su comportamiento demasiado tiempo, además de su alteza claro, así que el no ser abandonado en el momento le creo un nuevo sentimiento que, de nuevo, no entendía del todo y no le gustaba del todo.

Juntos avanzaron en silencio, uno alado del otro, y, aunque se podía sentir la molestia en el ambiente, también se podía distinguir un sentimiento de... ¿alegría? ¿sorpresa? ¿regocijo? Pero de algún modo no importaba nada mas que solo estar ambos caminando en paz y juntos.

Un tiempo no muy largo al fin lograron llegar a la pequeña aldea, a la distancia vislumbraron unas cuantas linternas con luces neón, escucharon las voces de algunos niños jugando y algunos hombres borrachos cantando canciones viejas, muy diferente a la vez anterior que habían visitado el pueblo.

Serendipia. [Mu Qing x Feng Xin] {TGCF}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora