Capítulo 17: "Pronto te alcanzaré"

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25 de Diciembre

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25 de Diciembre

Hoy me levanté con ánimos, es un buen día a decir verdad, el sol está agradable, no está tan fuerte pero tampoco tan suave, es decir que está ideal para salir a caminar, hoy le haría yo el desayuno a Daniel, sería como un mini agradecimiento por todo lo que él ha hecho por mí, siempre era el quién hacía el desayuno, almuerzo y cena, me pareció buena idea ésta vez ser yo quien lo despierte a él con un rico desayuno, obviamente no soy experta en la cocina, pero mi padre me enseñó varias cosas que siendo sincera, son demasiado deliciosas y prácticas para hacer, además, yo era quién le hacía el desayuno a la señora con la que vivía antes, la mujer que alguna vez llamé madre.
Estuve cocinando durante 20 minutos aproximadamente, mientras estaba sirviendo todo en la mesa, escucho pasos que provienen de la escalera, rápidamente termino de servir y le doy los buenos días a Daniel.

—Buenos días Daniel, ¿Que tal dormiste?— Pregunté amable mientras le servía una taza de café.
—Buenos días Amelie, dormí muy bien la verdad, ¿Y tú? Te noto muy contenta— Sonríe mientras toma asiento.
—Ah, ¿Enserio me noto emocionada?— Dije avergonzada
—Así es, y ¿Sabes una cosa?— Negué— Es bueno verte así, verte feliz hace sentir feliz a los demás, es muy lindo
—Gracias Daniel, de verdad muchas gracias, no estaría así de no ser por tí— Sonreí sinceramente y el solamente me sonrió de vuelta.

Habíamos terminado de desayunar y ninguno de los dos tenía planes, así que decidimos salir a algún lado, yo había optado por la biblioteca, había un libro que quería leer pero al final terminamos yendo al centro comercial.
Compramos algunas cosas que nos hacían falta, a la hora del almuerzo paramos en una cafetería de estilo vintage, me gustó mucho su decoración y por suerte la atención era buena.
Más tarde fuimos otra vez a la playa, pasamos todo el día ahí, jugamos, corrimos, nos divertimos mucho siendo sincera, fue un buen día.
Se estaba poniendo el sol y otra vez miramos el atardecer, honestamente  estuve pensando mucho en ese momento, fue un momento que me hizo sentir bien estar sola con mi mente y es algo que agradezco mucho, que por una vez en mi vida, me sentía bien estando conmigo misma. Igualmente nada de lo que tengo decidido cambió solo por haber estado bien en ese momento, todo sigue igual y mi corazón ya sabe lo que tiene que hacer y lo que quiere, ya sufrí mucho y no quiero volver a hacerlo.
Volvimos a la casa después de ver el atardecer, al llegar ninguno de los dos quería cocinar, así que pedimos pizza y pusimos una película, no era una película de romance, sino que una de comedia que por casualidad, nos gustaba a ambos.

Ya estaba acostada en la cama de la habitación, ésta noche no pensaba dormir mucho porque iba a escribirle una carta a Daniel, pero no una carta común, sino que una carta de despedida, me despediría de él y le agradecería todo lo que ha hecho por mí, a eso lo acompañaba un regalo, es un reloj que el quería cuando fuimos a la playa días anteriores, habíamos pasado por una joyería mientras volvíamos a la casa, él había quedado fascinado por ese reloj, pero no tenía el dinero suficiente en ese momento y creo que luego se olvidó de el, porque después de eso no volvió a mencionar ese reloj que tanto le gustó,  así que junté todos mis ahorros y los invertí en ello, quería hacerlo feliz antes de irme, así como el me hizo feliz a mí.
Despedirme de él será algo duro, pero al fin de cuentas, era algo que iba a suceder en cualquier momento, y ese momento ha llegado, después de atravesar muchos obstáculos al fin lograría estar en paz, llegar a dónde está mi padre y cuidar de Daniel de dónde sea que esté, porque estoy eternamente agradecida con él, agradezco haberlo encontrado ese día en la oscura noche de Seúl.

Pronto estaré contigo papá, espera un poco más y te alcanzaré.

DEPRESSION→ [Kang Daniel y tú] «Terminada»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora