Me desperté en una sala blanca, al principio no entendía nada, no sabía dónde estaba y porque estaba allí, pero luego recordé mi intento de suicidio, reconocí que estaba en un hospital, lo que no entiendo es como llegué aquí, ni quién me trajo.
Luego de un rato entró un doctor a la sala, supuse que era el que me había atendido, simplemente lo miré sin ninguna expresión en mi rostro, él al verme despierta sonrió, no entendía que tenía de bueno seguir viva, a éstas alturas lo único que quería era descansar para siempre, pero veo que siempre hay algo que me lo impide y quisiera saber porqué, aún no entiendo porqué la vida se esmera demasiado en mantenerme viva, sumida en el pozo de dolor en el que me encuentro.—Veo que despertó señorita Amelie, me alegro que lo haya hecho— Me dijo con una sonrisa en su rostro
—Así es, pero lamento decirle que yo no estoy alegre por eso— Dije sincera, no tenía necesidad de mentir
—Lamento que sea así señorita, pero hay personas a las que les gustaría verla bien— Lo interrumpí
—¿Cómo quién doctor? No hay nadie que me quiera ver bien, no le importo a nadie y eso seguirá siendo así, aunque deje de vivir a nadie le interesaría— Dije con pequeñas lágrimas en mis ojos, el simple hecho de saber que no tengo a nadie hace que mi corazón duela, porque estoy sola.
—Por ejemplo el muchacho que la trajo, es alguien amigable y está muy preocupado por usted, ahora lo dejaré pasar, quiere verla— Dicho eso salió de la habitación¿Quién está preocupado por mí? Si yo no le intereso a nadie, es ilógico que alguien esté preocupado por alguien como yo, porque desde que nací no le he importado a nadie, ni siquiera a mi madre, que todos los días me remarcaba el error que era, desde entonces me siento una porquería, desde pequeña que empezó mi sufrimiento y lo he aguantado demasiado, ahora que tengo 22 años, una vez que intento terminar con todo es un completo fracaso, ¡JA! Soy un fracaso, ni siquiera puedo terminar con todo porque siempre termina mal, nunca sale como lo planeo.
Estaba sumida en mis pensamientos hasta que escuché el sonido de la puerta, miro hacia esa dirección y me encuentro con la mirada fija de Daniel, sus ojos están humedecidos, su mirada refleja tristeza y dolor, después de unos minutos mirándonos fijamente me decido a hablar.
—¿Tú me trajiste cierto?— Le pregunté mirándolo fijamente a los ojos, el asiente incapaz de formular alguna oración— ¿Porqué lo hiciste? ¿Porqué no me dejaste ser libre?— Cuestioné mirándolo con lágrimas en mis ojos
—Amelie... Esa no era la forma, no sabes cómo me dolió verte en esa tina, llena de sangre y pálida, mi corazón se hizo pedazos y aún no sé porque, no quiero perderte— Habló sollozando, ¿Enserio me dijo eso? ¿Soy importante para él? Jamás pensé que llegaría a ser algo de alguien, jamás pensé ser parte de la vida de alguien, ésto es nuevo para mí.
—¿Soy importante para tí? Porque sino no entiendo tu comportamiento, ¿Sabes? En realidad no te entiendo a tí, en la casa con Sook tratas todo el tiempo de que sea amiga de ella, la proteges aunque ella tenga la culpa de las cosas, me haces sentir una basura y luego me salvas ¿Para qué? ¿Para que siga aguantando a la estúpida de tú novia? Estás loco si crees eso, no pienso llevarme bien con alguien tan repugnante como tú novia— Dije enojada, necesitaba desahogarme
—¿Porque hablas así de ella? ¿Te has dado el tiempo para conocerla acaso?— Aún estando aquí, defiende a esa idiota
—Porque es verdad, anoche tú "noviecita" fue a mi habitación a insultarme, a decirme que me suicidara, que soy una carga para tí, ¿Y aún así la defiendes? Debería darte vergüenza, no tienes la más mínima idea de cómo es ella, solamente conoces una parte de ella, la parte de color rosa y que quiere mostrarte, pero te esconde la parte negra de ella, la parte de porquería que tiene
—No digas eso, ella no es así— Estaba llorando
—Tú no la conoces Daniel, no conoces su pasado, no sabes quién es en realidad— Dije con voz suave—
Maratón 2/5...
ESTÁS LEYENDO
DEPRESSION→ [Kang Daniel y tú] «Terminada»
FanficAmelie es una chica que sufre de depresión, su vida nunca fue fácil, su madre solo la hace sufrir y desgracia su vida. Desde la muerte de su padre ella cambió drásticamente, no sonríe y todo el tiempo pasan por su mente pensamientos suicidas. Kang...