33. Epílogo

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No había lugar más gozoso en ese momento que el reino del laberinto, después de mucho tiempo su adorado rey por fin mostraba la sonrisa más cálida y sincera que jamás se había visto; no era para menos, después de todo su amada Alice estaba ahora a su lado.

Entrarían a la ciudad goblin con sus manos entrelazados, y como si fuese una celebración los goblins de aquella ciudad los recibirían con gozos y canticos. El soberano le dedicaba algunas entonaciones a su amada mientras esta le sonreía de manera alegre y con un sonrojo en sus mejillas. Definitivamente, el reino estaba gradecido de que Alice escogiera a su rey.

-¡Que vivan los reyes del laberinto!-Gritaba algunos goblins conforme Jareth y Alice caminaban por las calles.

-¿Reyes?-Preguntaba curiosa Alice mirando de reojo a algunos goblins quienes no paraban de saltar gustosos.

-¿No es obvio querida mía?-Se detenía por unos segundos el rey goblin para colocarse frente a la chica y besar el dorso de su mano para posteriormente besarle la frente-Te volveré mi reina lo más pronto posible, quiero que estemos juntos por la eternidad.

De manera inesperada, Alice se levantaba levemente en la punta de sus pies para besarle de manera rápida los labios al rey quien solo cabía en hacer un gesto sorprendido con un ligero rubor por tal acción espontanea por parte de la joven.

-Y te aseguro que así va a ser, mi rey.

Solo basto de estas palabras para ambos retomaran su camino, donde en las escaleras los esperaba los guardias y algunos viejos amigos.

-Que bien que ya tengamos reina, así Jareth no será tan brusco con nosotros-Mencionaba un guardia con tranquilidad.

-Si bueno, aun no se arregla lo que esa cosa se haya comido a mi hermano-Mencionaba otro pequeño grifo al ver como Silver wing volaba por los cielos para acercarse a uno de los balcones del castillo.

-¿Por qué tanto alboroto?-Se escuchaba una voz a espalda de los guardias.

Al girarse, podían notar como un grupo de aproximadamente 15 goblins, notoriamente sucios y con sus ropas rasgadas llegaban observando todo el festejo que se había armado.

-¿Ya sabían que volveríamos?

-¡HERMANO!-Gritaba el pequeño goblin corriendo hacía el que estaba hasta el frente, aparentemente poseía una armadura de guardia del castillo-¡Goblincio! ¡Creí que esa cosa te había comido!

-Eso mismo pensé, pero solamente nos llevo hasta la frontera más lejana del reino y ahí nos botó...

-Entonces la futura reina debe de saber que el grifo no hizo nada contra ustedes, se pondrá muy feliz.

-¿¡FUTURA REINA!? El rey Jareth acaso...-Mencionaba Goblincio empujando a su hermano de la emoción.

-¡Si! ¡Contraerá nupcias!

-¡OH, oh! ¡Debo presentarle mis respetos a la reina! -Al decir esto, el guardia saldría corriendo del lugar para entrar al castillo, el hogar permanente de Jareth y Alice.

En el mundo humano, precisamente en un avión con dirección a Inglaterra, Sarah estaría viendo el paisaje que las nubes le regalaba a la mujer mientras se dirigía de vuelta a su hogar. En sus labios tendría una sonrisa llena de nostalgia ahora que sabía que su pequeña sobrina estaba junto al amor de su vida, pero había un sentimiento de emoción que nació en su pecho desde que había subido al avión.

-Bueno, creo que ya es hora de salir del descanso-Mencionaba la mujer al recargar su laptop en el respaldo que estaba desplegable frente a ella y comenzaría a escribir...

"Muchos ya conocemos la historia del rey goblin que se enamoró de la princesa del reino vecino y como fue derrotado por ella, pero lo que muchos ignoraban es que la historia no termino ahí....

Ese final era en realidad el inició de una nueva historia, la historia de como una doncella de buen corazón logró hacer algo que parecía imposible, esta es la historia de la princesa del espejo...".

FIN.

Labyrinth: Fragmentos [FanFic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora