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La gente de alrededor veían con asombro la extraña escena

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La gente de alrededor veían con asombro la extraña escena.
Victoria intensificó su agarre, ejerciendo aún más fuerza.

Dejando a un Daymon asombrado, que le parecía entretenida y adolorida la situación.

- De acuer... ¡AH! De acuerdo, Elizabeth... Perdón... - espetó, levantando su mano libre en signo de derrota.

Viendo las miradas de todos, Victoria por incomodidad lo soltó.

- No me vuelvas a dirigir la palabra. - amenazó con dureza, dándose la vuelta a irse.

Pero no dio cuenta, cuando Daymon se acercó hacia ella abrazándola sorpresivamente por atrás. Dejándola prácticamente inmóvil.

- No vuelvas a hacer eso, caperucita... - susurró Daymon cerca a su oreja.

Victoria exaltada, estaba a punto de patearle donde más duele, pero se detuvo al ver a Misha acercándose a pasos furiosos en su dirección.

- ¡Sueltame...! Bien... De acuerdo tu ganas. Ahora Sueltame.

Daymon sonrió ante su triunfo, dejándola lentamente libre.

Victoria se arregló rápidamente, yendo al encuentro con Misha. Sin perder tiempo, le entregó el trago que milagrosamente no se cayó.

- Tranquila... - susurró Victoria cerca a ella. - Dale esto a Mary, ella me lo pidió. Y dile a Luis, que me espere en casa blanca. Vuelvo pronto. Yo me encargo.

Victoria se marchó del lugar, dejando a Misha sumamente desconcertada. Quien solo le quedó volver a su reunión disgustada, sentándose a revisar su celular.

Ocasionando en el ambiente un silencio sumamente incómodo. Sus invitados podían sentir su claro enfado en su pequeño rostro.

- ¿Estás bien, Misha? - preguntó Mary, acercándose a ella.

En ese preciso momento, Misha dejó su teléfono a un lado. Acordándose del raro trago que tenía a la mano.

- Dime Mary... - lo dejó en la mesa. - Tu le pediste a Elizabeth, ¿Qué vaya a la barra por esa bebida?

- ¡Ah! ¡S-sí...! - respondió nerviosa, desviando la mirada. - No quería interrumpir la conversación... Por eso, ella fue... ¿Ocurrió algo?

- Oh... No, nada en especial... - le dio una oscura y escalofriante sonrisa.

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Victoria se encontraba saliendo fuera del Blanks, pasando por la gran entrada de este. Y atrás de ella, venía la persona causante de su salida.

- ¡Oye, Elizabeth! - gritó Daymon, atrás de ella. - ¡Elizabeth, espera!

- ¡Qué! - espetó irritada, girando a verlo.

Atrápame, si puedes... | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora