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- ¿Cuánto mas te vas a demorar? - preguntó Victoria

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- ¿Cuánto mas te vas a demorar? - preguntó Victoria.

Estaba sentada afuera de los baños del gimnasio. Después del bochornoso momento de ella siendo cargada. Pararon en los baños debido a los terribles reclamos de Victoria, ya que Daymon pensaba irse sudado al auto.

Al tener su obtener su triunfo. Daymon fue rendido a los baños, pidiéndole que lo esperara afuera de estos.
Estaba sentada en una pequeña banca, a la espera que salga.

- Ya casi salgo. No te preocupes... Amor... - bromeó Daymon desde la ducha.

Los baños prácticamente estaban detrás de ella, por ende podían conversar sin problemas.

Victoria puso los ojos en blanco en respuesta.

- Me arrepiento de salvarte, demonios... - se cruzó de brazos. - ¿Cuánto te falta para terminar?

Se escuchó a Daymon soltar una risas.

- Pero igual lo hiciste. Caperucita... - respondió. - Y... Hubiera terminado hace tiempo, si solo la regadera no me llegara al pecho... Es muy difícil bañarse así.

Victoria se le escaparon unas risas, pero al instante se tapó con sus manos. No quería llamar la atención.

- ¿En serio...? - dijo aguantando como pudo la risa.

- Si quieres entra a ver...

- No molestes... - contestó calmandose. - Pero en verdad, será mejor que te apures.

- ¿Tanto me extrañas...?

- ¿Qué? No... Hablo por tu club de fans, que espera acá afuera.

Las personas que estaban anteriormente viendo a Daymon habían vuelto, formando una pequeña línea. Seguro para acosarlo más.
Pero está vez, estaban a unos pasos de distancia de los baños, dándole unas miradas amenazante a Victoria.

- ¿Esa enana en verdad es su pareja? - preguntó una señora un poco mayor.

- Creo que solo es la amante, que se siente con derecho sobre el. - le contestó una señora a su lado con notoria molestia.

- <<...Señoras... Las puedo escuchar...>> - pensó Victoria sonriendo incómoda, apartando la vista.

Soltó un suspiro ignorandolas.

- ¿Ya terminaste? Tus fans son un poco duras con las palabras...

Se oyó un silencio desde el baño, al instante Victoria se arrepintió de sus palabras.

- ¿Te están haciendo algo? - preguntó Daymon con voz gruesa. - Voy a sa...

- ¡No...! ¡No, no, no...! Todo está tranquilo. - soltó nerviosa. - ¡Esta estupendo! Tomate tu tiempo.

Había visto cómo trató a la pobre chica entrenadora. No quería imaginar que le haría a todas las personas y tampoco quería armar una escena.

Atrápame, si puedes... | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora