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- <<... ¿Qué...?>> - pensó Victoria, mirándola confundida.

La pequeña chica se notaba que era una adolescente, no parecía pasar de los 20 años. Portaba un vestido rosado que le llegaba hasta el muslo.
Podría considerarse bonita por su cabello castaño y ojos azules. Aunque su personalidad no decía lo mismo.

- Disculpa, solo estoy aquí por...

- ¿Acaso te di permiso para hablar? - interrumpió ella, cruzandose de brazos. - No repetiré 2 veces. La habitación de las criadas está al fondo por el gimnasio. Apresurate, que va a empezar el almuerzo.

Victoria soltó una risa, acercándose a ella.

- Creo que me ha malentendio. No soy una criada de esta casa, ni lo seré.

- ¡Oh...! Ya entiendo... - la miró hipócrita. - Eres otra de las mujeres de Alessio. Para tu información, el no aparece desde ayer. Así que sería mejor que te retiraras. No pases mas vergüenza en mi casa, por favor.

Victoria desvío la mirada sonriendo.

- Escucha niñat...

Victoria no pudo terminar su oración, debido a la interrupción de una tercera persona.

- ¡Oye Erika! - irrumpió. - ¿Dónde está Lucían?...

A lo lejos venía a paso apresurado, un joven hombre caucasico, era parecido en características físicas a la pequeña chica frente a ella.
Al parecer no dio cuenta de Victoria. Hasta que se acercó lo suficiente para verla. Sorprendiendose al ver a la hermosa pelinegra frente a Erika.

- Pero, ¿Quién es esta hermosura? - soltó coqueto, acercándose a ambas.

- Ahg... - refutó Erika. - La próxima, no traigas a tus mujeres acá. En verdad da asco.

Erika un poco histérica salió de ahi, dejándolos en privacidad. Victoria no podía creer lo que veía.
La habían dejado con la palabra en la boca.

- ¡Oye chiquilla! - espetó Victoria, pero no tuvo éxito al verla desaparecer entre las habitaciones. - ¿Es en serio...?

Soltó un par de sonrisas tratando de tranquilizarse, hasta recordar la presencia del hombre desconocido al lado de ella.

- ¿Y usted es...?

- Parece que ya puedo hablar. - bromeó. - Soy Alessio. Alessio Gallaghan.

Estiró su mano, esperando una respuesta. Victoria abrió los ojos sorprendida.

- <<Son hermanos o es su sobrino.>> - pensó Victoria, estrechando su mano.

- Ya que le brindé mi nombre. ¿Me podría brindar el suyo? - preguntó Alessio, señalando los muebles para que se vayan a sentar.

- Oh... Es Elizabeth. - obedeció, rumbo a sentarse. - Solo Elizabeth.

Alessio sonrió sentándose frente a ella, cruzandose de piernas.

Atrápame, si puedes... | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora