Campos de miel #1: Tiempos antiguos [Cancelado]

Capitulo 23

En las profundidades de un frondoso bosque, estaba sentada Zarpa de Miel observaba a sus alrededores, algo impaciente por alguna razón y mirando hacia todas partes, nerviosa. Cada cierto tiempo, se levantaba y caminaba dando vueltas entre los arboles, mirando sus copas y luego escarbando el piso.

"¿Qué es lo que pasa? Hay algo raro aquí" A pesar de que ella no haría eso ni sabia que esperaba, sentía como si su cuerpo se viera impulsado a hacerlo, caminando pesadamente como un tejón.

En un momento, hubo un brusco movimiento en la vegetación, haciéndole voltear bruscamente. Acto seguido, dio media vuelta y caminando, casi corriendo, hacia el arbusto que se había movido y que ahora permanecía estático, solo perturbado por la aprendiza marrón claro atravesándolo nerviosamente.

Un fuerte olor le llego, con una fragancia fría y ciertamente reconfortante, helandole las fosas nasales y causándole un leve escalofrío que por parte era por la fría sensación y por parte por curiosidad.

Siguió avanzando, no muy segura de donde iba y por que, pero sus patas se movían involuntariamente, incluso con la leve sensación de estar pisando nada mas que el aire.

Un rato paso caminando, sin detenerse a ver a sus alrededores, solo siguiendo aquel extraño olor sin rechistarle a su cuerpo.
Se detuvo, con las orejas plantadas y la cola moviéndose con nervios. Un aullido de desesperación seguido de uno de guerra rompió el silencio del bosque, dándole a Zarpa de Miel un escalofrío de miedo ¿Qué fue eso? Mejor aun ¿Por qué se le hacia tan familiar si nunca había escuchado aquella voz? Parecía de un gato joven, tal vez un aprendiz, pero jamas había escuchado a un gato con tales tonos.

Sin pensarlo mas, corrió dando media vuelta por donde venia el aullido. Mientras corría, pudo ver por unos segundos a gatos de pelaje plateado y brillante, tal estrella en la noche. Pero no les tomo mucha importancia, solo corrió, alterada por el sufrimiento del aullido y por un mal, terrible presentimiento.

Llego a las orillas de un claro, el olor a sangre fresca le lleno las fosas nasales ¿Como se que es fresca? Se pregunto, pero no se molesto en responderse.

Se asomo en la vegetación... Y vio el cuerpo de un pequeño gato gris con leves manchas blancas tendido de costado en el suelo. Su cuerpo cubierto con una pegajosa capa de aun tibia sangre. Movía agonizante sus patas, y su mirada estaba perdida, parecía decir algo, dándole a Zarpa de Miel un escalofrío. Al verla puso los ojos como platos y empezó a agitar sus patas mas fuerte, parecía intentar... Huir, y parecía desesperado, pero no logro mover su agonizante cuerpo.

La aprendiza marrón claro miro hacia abajo inconscientemente, y vio con un medio Respingo medio aullido de sorpresa al ver sus patas con las garras desenfundadas y cubiertas de caliente sangre, pegándose desagradablemente. No paso un segundo, cuando sintió que su hocico poco a poco cambiaba su temperatura a un tibio desagradable y una sensación pegajosa; también estaba cubierto de sangre. Pero no era suya, sino de...

-¡Zarpa de Miel! ¿Acaso piensas dormir todo el día? Levantate de una vez y ven acá- Escucho la voz de su mentor a su lado, hablándole irritado.

-Ya voy, ¿Sabes?- Respondió secamente Zarpa de Miel mientras se levantaba. Se descubrió a si misma con el pelaje erizado. Aun sentía la sensación de la sangre corriendo por su hocico y sus garras.

Al levantarse, empezó a acicalarse perezosamente, intentando alisar su alborotado pelaje.

-¡Deja eso y ven conmigo! Hay algo importante que hacer- Estrella Blanca le dio un latigazo con la cola y camino hacia la entrada, deteniéndose para esperar a su aprendiza.

Irritada, Zarpa de Miel camino a su lado. Con importante seguro se refería a que le escuchara sus aburridos relatos mientras intentaba entrenarla. "Que caso tiene" Pensó moviendo la cola desdeñosamente.