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     En más de una ocasión, SeokJin había visto su hogar siendo prácticamente invadido por toda una lista de personal de la empresa de su novio, estilistas, diseñadores, e incluso personal de staff y de seguridad, siempre gente buscando a su pareja para actividades relacionadas con su trabajo como idol. Ya estaba acostumbrado.

Pero sin duda no estaba acostumbrado a que toda la atención fuera hacia él. Normalmente podría haberse recostado en su cuarto a esperar que todo acabara, pero en esa ocasión su presencia era verdaderamente necesaria. Luego de pocos días después de ir a la hacienda, justo como acordaron desde temprano todo un equipo de profesionales llegaron a su casa para hacer las medidas y arreglos a los trajes que usaría.

Por eso estaba de pie en medio de la sala sobre un pequeño banco con sus brazos extendidos, tomar medidas de su cuerpo no les tomaba mucho tiempo, pero necesitaban hacerlo tres veces para visualizar cada uno de los trajes que vestiría —¿Podría ponerse esto, por favor? —cuestionó uno de los presentes llegando a él con una bata perfectamente planchada, color blanca y de seda.

Jin asintió un poco cohibido metiendo los brazos en la prenda, se sentía bastante suave y era elegante, tras observarla con atención notó que no se trataba de una simple bata para dormir, sino que era la parte superior de un hanbok —¿Le gustaría que fuera más largo, como la cola del velo de novia? —la pregunta le tomó por sorpresa. Miró al suelo, donde estaba hincada una mujer con una cinta métrica estirada, midiendo aparentemente lo que le faltaba a la prenda para llegar a sus pies.

Lo pensó, Jin se imaginó la escena y sonrió ligeramente con un poco de burla, imaginándose a sí mismo en un velo, luego negó borrando la imagen » ¿No? ¿Hasta dónde le gustaría que llegará?

Ah, no me refería a eso... en realidad... —suspiró, le encantaría que NamJoon estuviera ahí para hablarlo con él, pero se fue desde antes a la empresa, allá le estaban midiendo su traje, aparte quería hablar algunas cosas con el mánager—. Me gustaría que fuera un poco largo, no exageradamente pero sí como una capa, ¿Podría hacerse lo mismo para la de NamJoon?

¿También él? —ella preguntó con asombro, sus ojos demostrando esa sorpresa al tenerlos bien abiertos mirando al rubio— Pensaba que sólo uno, pues uno sería como la novia y cambiaríamos el velo por la... ba...—se quedó callada al notar que no sólo SeokJin la miraba seriamente, la sonrisa ya no estaba y levantaba una ceja mientras apretaba el mentón, el ruido de alrededor había disminuido notablemente, más de uno de los presentes del equipo la miraban casi asustados, temiendo que esas inapropiadas palabras provocaran rabia en el hombre— A-ah, lo siento, ¡Haré la cola para ambos! ¡Será muy larga! No-no se preocupe por eso.

Habló bastante rápido y sonrojada, muy avergonzada. SeokJin sólo suspiró, no estaba particularmente ofendido, sabía que la muchacha no había actuado con maldad ni había buscado ser grosera. De hecho, bien pudo haberse reído de tan estúpido pensamiento, pero no tenía ganas de reír solo. Parecía que alguien llegó para salvar el incómodo momento, el timbre de su casa sonó varias veces, las suficientes para que supiera de quien trataba.

Iré a abrir. —dijo bajándose del banco. No esperaba que a medio camino le detuviera uno de los presentes.

No esperamos a más personal, podría ser algún fan o alguien que consiguió su dirección. —SeokJin conocía ese riesgo, pero estaba seguro de que no era el caso debido a que el timbre seguía sonando.

Ya sé de quién se trata, sólo una persona haría tantas veces algo que me hace enojar sin importarle. —rodeó el cuerpo y siguió caminando por el pasillo hasta encontrarse frente a la puerta principal de su hogar. Tal y como lo sospecho, al abrir se encontró con dos chicos, uno mirando con curiosidad las camionetas estacionadas y otro todavía con el dedo pegado al timbre.

C E L E B R I T Y . NAM-JIN (YouTube #3)Where stories live. Discover now