C E L E B R I T Y . NAM-JIN (YouTube #3)

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      Días después, mientras limpiaba su hogar, al teléfono celular de SeokJin le llegó un mensaje, mejor dicho varios, más de la mitad siendo puras tonterías que le hicieron reír desde temprano. Imposible negar una tarde de juegos. Por eso llamó a NamJoon para avisarle que JungKook le había invitado a su departamento para grabar, y que se iba a llevar su carro.

Así, Jin partió sabiendo que vería hasta en la noche a NamJoon ya que él regresara de la empresa. Siempre era lo mismo, le decían que ya no los iban a necesitar y una sorpresiva llamada les hacía ir, la mayoría de veces, el menor de la pareja se ofrecía a ir sólo para arreglar lo que tuviese que arreglarse, Jin yendo solamente si era necesario.

Como ese día no era el caso, SeokJin se encontraba fuera del departamento de su amigo, tocando a la puerta para esperar con paciencia a lo que Golden Nochu le tomara abrir. Aunque tampoco con tanta paciencia. Volvió a pegarle con su puño otras tres veces, las últimas dos más para molestar que otra cosa —Ahhhh, hyung —se quejó abriendo la puerta y mirándole con el ceño fruncido—, estuve a nada de traerme el palo de la escoba para pegarte.

El rubio entró riéndose —¿Quieres que crea que estabas barriendo?

—¡Yo soy limpio, hyung!

—Solamente porque ahora vives con YuGyeom. —hablando de ese chico, SeokJin entró con confianza a la sala buscando la presencia del chico alto y delgado, pero todo lo que se encontró fue con un delicioso olor a vainilla en todo el departamento, la sala muy limpia y música extranjera oyéndose desde la habitación abierta de JungKook.

—Sabes que desde siempre me ha gustado que huela rico —aseguró el chico deteniéndose a su lado, observando orgulloso lo bien que le quedó la sala. Suspiró contento—, ¿Quieres algo de tomar, hyung?

—Lo que sea que tengas frío estará bien —dijo empezando a caminar sin dejar de ver todo el lugar, oyendo a su amigo encaminarse a la cocina y abrir el refrigerador, entonces le preguntó—, ¿Y YuGyeom?

—En el departamento con sus amigos —se escuchó la respuesta de Kook mientras removía dentro de su refrigerador buscando algo para él y Seokjin, desde la sala sólo se veía una puerta abierta, así hasta que se levantó contento con dos botellas, una en cada mano—, no durmió aquí está noche, pero se viene luego de una conferencia que termina un poco tarde.

Tras cerrar la puerta, regresó a donde estaba SeokJin para darle su botella, los dos la abrieron girando la tapa y luego dieron un brindis riendo. Un largo trago después, JungKook tomó la muñeca de su amigo » Vamos a jugar, a veces me aburro jugando solo, y desde hace días que no grabo así que pensé que sería genial grabar contigo. Ha pasado tanto desde que te invite a mi canal, ¡Y ya no me has invitado al tuyo!

—Apenas y he grabado —dejó escapar aire SeokJin luego de soltar ese cometario—, sinceramente ni ganas he tenido.

JungKook decidió no meterse más en eso, su verdadera intención al invitar a su hogar a SeokJin era para que se relajará un momento. Notaba lo tenso que estaba, lo silenciosamente molesto que se veía, y no le gustaba. Su hyung era risueño, juguetón y a veces demasiado bromista, siempre buscando hacer reír a los demás, verle tan apagado no le gustaba para nada. Por eso llegó a la conclusión de que si podía hacer algo por su cuenta, no perdería la oportunidad, estaba más que dispuesto a ayudar como pudiera a su hyung. Si una tarde de videojuegos le ayudaba a alejar su mente de las preocupaciones que tenía, eso le daría.

Al entrar a la habitación del gamer, SeokJin no contuvo una sonrisa entre burlona y de pura alegría, ver tantas pertenencias del novio de su amigo en esa recamara era algo tierno de ver, también porque los dos eran tan desordenados. Tal para cuál. Una camisa por allá, un calcetín de un lado y el par de este al otro lado de la habitación, unos cuadernos y libros universitarios estaban apilados en el escritorio gamer de su amigo, sirviendo de apoyo para un par de vasos que ya no tenían nada.