-¿Siempre pasará esto?- preguntó una voz a lo lejos, la reconocí, mi madre.
-A los de su clase, no lo sé- respondió mi padre.
-Por eso los llame, no tiene sentido- dijo una voz femenina que no reconocí, no tenía acento español, una persona desconocida con voz jovial y femenina, la intriga me mataba, pero aún no me había despertado bien, seguía atontada por el desmayo como para abrir los ojos.
-Respecto a ella nunca nada ha tenido sentido, lo he aprendido tiempo atrás- dijo mi padre.
-Pero si la quieren proteger deberán aprender más sobre lo que ella es- susurró la voz jovial apresuradamente.
Tuve fuerzas y me senté y abrí los ojos, estaba sobre una camilla en la enfermería de la facultad, esperaba encontrarme con la dueña de esa voz jovial y exigir explicaciones, pero solo vi a mi padre, a mi madre y a Noah.
-¿Qué ha pasado?- pregunté con una mano en mi cabeza palpándome, como si buscara alguna cicatriz por el desmayo, imposible, pero no estaba pensando coherentemente.
-Vaya que me has pegado un gran susto- dijo Noah a mi lado -Volví por el celular para saber si habías cumplido tu promesa y te encontré desmayada. Te advertí de los bichos- añadió sonriente y sonreí con ella recordando su pequeño drama.
-¿Por qué mis padres están aquí? ¿Quién los ha llamado?- pregunté intentando averiguar sobre la voz jovial.
-Nos preocupamos por nuestra hija- dijo mi madre al otro lado de la camilla de donde estaba Noah y me sujetó la mano.
-Yo los he llamado, porque como ya lo he dicho, me has pegado un gran susto- dijo Noah.
-¿Tú los llamaste?- pregunté confundida, se supone que la voz jovial femenina sin acento los había llamado. Ella asintió.
¿Por qué Noah está cubriendo a la dueña de la voz sin acento femenina?, me pregunté mentalmente.
-Pero ya no hay nada de qué preocuparse- aseguró mi madre.
-¿Por qué habrían de preocuparse?- pregunté aún confundida.
-Por tu desmayo- apresuró a decir mi padre.
-Ah quieren decir que no tengo ninguna enfermedad terminal- dije y Noah asintió -No se preocupen por mí, puedo ir a mi próxima clase sola- añadí mientras me iba parando de la camilla.
-Pero Bonnie, ya es de noche- dijo mi madre, me levanté rápido y por un momento me desequilibré pero alcancé a llegar a la ventana, era verdad, había faltado a mis clases de todo el día.
-Genial- dije con sarcasmo.
-No es tu culpa, estuviste varias horas inconsciente, la enfermera dijo que fue por falta de nutrición, últimamente no has desayunado antes de salir a clases- dijo mi padre -Vamos a casa- añadió y me ayudo a salir del edificio donde quedaba la enfermería. Noah iba a nuestro lado hablando con mi madre, no las escuchaba, es como si hubiera una interferencia entre ellas y yo, podía ser mi cabeza aún palpitante.
Entré al carro con facilidad gracias a la ayuda de mi padre.
-Vale Bonnie, hablamos luego- dijo Noah y el carro arrancó, volteé a mirar donde habíamos dejado a Noah, pero ya no se encontraba allí.
Suspiré, hoy no fue mi día, pero al llegar a la casa estaba segura que aunque sea me podría refugiar en la comodidad de mi cama.
[...]
No he deseado tanto un momento en mi cama, abrazar mi cobija y recostarme con la cabeza encima de un jaguar de peluche que me regalo Iván en mi décimo quinto cumpleaños. Había tratado de contactar a mi mejor amigo, pero no me contestaba en la casa y tampoco el celular; sentía como si me hubiera abandonado pero en realidad yo lo había abandonado todo en Panamá al aceptar mudarme, eso era la idea, dejar todo atrás.
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Eternos II - Desnuda Tormenta (Secuela)
RomanceEsta vez no habrá ningún final feliz, todo esta centrado en el regreso de Bonnie a la dimensión fantástica pero sus recuerdos no están y no volveran tan facil como se cree, y sin ni siquiera ella saberlo estaba guardando un secreto que definiría la...