Capítulo 8: Bonnie. Maratón (2/2)

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Me bajó de su espalda colocándome en la motocicleta, me pasó el casco con la mochila.

-Espero que estés preparada para lo que te espera- dijo mientras la motocicleta se dirigía a la salida de Madrid.

-No sé ni siquiera si estoy despierta- suspiré.

-Créeme que lo estás, más que nunca-

[...]

Manejó hacia el noreste durante un buen rato, vi el amanecer sonriente por un momento olvidando hacia donde me dirigía realmente. La carretera se me hacía infinita pero me distraída la brisa burda que se paseaba por mi cuerpo, además del olor tan particular que emanaba de James me hipnotizaba. Me pregunto si en el pasado éramos buenos amigos.

Hizo buen clima, no llovió pero tampoco había ese sol que quema la piel. Alcancé a contar que rebasamos a trece carros mientras intentaba descifrar que ciudad queda al noreste de Madrid.

-En Burgos me esperan un par de conocidos con los que te buscaba- escuche que dijo James entre la brisa. ¿Buscarme? ¿Era a mi quien buscaba? ¿A la persona más importante en su vida… eternidad? -Nos hospedaremos una noche y partiremos a un Parque Natural que queda cercano, ahí hay un portal para llevarnos a Salem-

-¿Estados Unidos?- pregunté.

-No, otra dimensión de nuestro mundo en Grecia-

-Ah claro, esa era la respuesta más obvia, no sé cómo no se me ocurrió, soy una estúpida- dije sarcásticamente y tensionó el estómago, se estaba riendo.

El viaje fue más corto de lo que esperaba, más o menos tres horas. Entramos a la ciudad en la tercera curva la tomó por la derecha, después izquierda, izquierda, derecha y llegamos a un hotel modesto.

Apenas me baje de la moto un par de brazos por mi espalda me abrazaron tan fuerte que casi me dejan sin respiración.

-¡Basta!- murmuré por falta de aire.

-Oh cuanto lo siento, pero no sabes cuánto me alegra saber que estas viva- una voz femenina.

-Eli no la provoques- dijo James mientras me ayudaba con el casco. Volteé a ver a la mujer que había llamado Eli, era casi de mi misma estatura, solo un poco más alta; pelo dorado lacio hasta los hombros y ojos azules, era realmente guapa, su piel pálida y perfectamente formada.

-¿Eli?- pregunté.

-Ella es mi hermana- dijo James y yo asentí.

-¿Te conocía?- le pregunté a Eli.

-Sí, y me alegra que hayas aceptado que perdiste la memoria. Sueles o al menos solías ser testadura- dijo sonriente.

-¿Testadura? Debes saber que esto es solo temporal mientras averiguo que es todo lo que pasa- dije.

-Después que recuerdes no va a ser temporal, tu madre está en Toronto trabajando en buscar al brujo que te hizo esto-

-No te imaginas siendo yo como se oye eso- dije sonriendo con ironía.

-Entonces te alegrará volver a ver a mi novio- dijo Eli y se hizo a un lado. Detrás de ella había un hombre de la misma estatura de Eli con el cabello castaño claro, era a quien menos me esperaba. Sonreí y corrí a abrazarlo. Él se volteó un poco antes de yo llegar a sus brazos y me abrazó también.

-No sabes cuánto me alegra ver una cara conocida en esto- dije a Iván casi con lágrimas en los ojos. Estaba aquí, mi mejor amigo, a quien tanto quería estaba aquí.

Eternos II - Desnuda Tormenta (Secuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora