Eternos II - Desnuda Tormenta (Secuela)

Capítulo 21: Bonnie. Salem, 2014

Bonnie.

Salem, 2014.

La sala era cómoda y amplia, aunque estaba aún un poco desastrosa por el ataque de Daniel, después de la idea de ir a Marine todos estaban demasiado ocupados tomando decisiones y tratando de ver quiénes eran los mejores para que me acompañaran.

De repente todo se congelo.

Todos quienes se estaban moviendo quedaron en su sitio observando la discusión.

-¡No dejaré que vaya sin uno de sus padres!- grito Tifanny.

Me paré y me dirigí al lado de ella.

-No te aceptarán allá, conocen el pasado de todas las criaturas- dijo Alicia con paciencia.

-Puedo ir sin tu compañía, creo que he probado que puedo cuidar de mí- dije.

-No volveré a dejarte irte sin mi compañía, no cometeré otro error-

-No es un error, la sobreproteges, normalmente pasan cosas malas a quien no quieres que le pasen- dijo James despreocupado mientras se colocaba una mochila en su hombro.

-Oh tú no tienes derecho opinar acá- dijo Tifanny desesperada –Nadie dijo que tú la acompañarías-

-Deberían dejar de hablar de mí como si no estuviera aquí- dije pero me ignoraron.

-Fanny por más que lo odies, él tiene razón, yo los acompañare- dijo Alicia aún con su paciencia que se le hacía tan natural.

John fue al lado de su esposa y la tomo del brazo, por un solo segundo se miraron a los ojos tan profundamente que pareciera como si estuvieran hablando sin palabras.

-De acuerdo- dijo Tifanny momentos después sin dejar de mirar a John.

Me abrazó, no supe como corresponderle, aún me sentía incomoda con el hecho que apenas descubrí que ella era mi madre.

Cuídate, yo lo haré desde acá, susurro pero estaba segura que no había movido los labios.

Subió las escaleras y no la volví a ver, pues dentro de cinco minutos me iría a un viaje del cuál era posible que no regresará.

-No te la tomes tan en serio, es muy sensible y después de tu desaparición se ha colocado peor- dijo Iván que llegaba a mi lado.

No sabía que decir al respecto, me había quedado sin palabras, solo quería salir de ahí lo antes posible, todos me miraban y no me gusta ser el centro de atención.

Me desprendí del brazo de Iván e hice un esfuerzo por sonreírle y me fui a patio.

Me sentía tan confundida, algo pasaba en mi interior, estaba completamente revuelto, me daba náuseas.

Tenía la cara entre las manos cuando alguien me hablo.

-Es normal, los hechizos de memoria normalmente hacen que todo por dentro de ti de mil vueltas, claro pero a ti no te interesa que yo te lo diga- levanté mi cabeza y era James recostado en la pared. No sabía exactamente cuánto tiempo llevaba allí.

-No seas dramático- fue lo único que se me ocurrió, la verdad no lo quería herir más, quería evitarlo.

Rió.

-No es mi intención serlo, que raro que con la persona que menos me quiera en este lugar sea la única que me haga ser sentimental- dijo con una sonrisa de lastima.

-Te equivocas, creo que mi madre te odia por mucho más de lo que yo puedo llegar a odiarte-

-¿Entonces lo admites? ¿Me odias?- dijo mirándome esta vez a los ojos, y vi en ellos tristeza y dolor.