Capítulo 9: Bonnie.

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-Esto es una pesadilla- susurré.

-Irónico que hace unos meses dijeras lo mismo mientras estabas en nuestro refugio a punto de empezar tu entrenamiento- dijo James que estaba más cerca de mí sentado en la misma cama en la que yo estaba.

-Estoy empezando a creer que me borré la memoria para no volver a este mundo-

-Posiblemente, pero hay algo en este mundo a lo que llamamos destino, se supone que ya está escrito, el de todos, y si te encontré es porque el destino así lo quiere-

Me quité la cobija de encima y me incorporé para verlo a los ojos, su mirada indescifrable, no me daba pistas de lo que pensaba, pero ahora que tocaba el tema de encontrarme necesitaba salirme de dudas…

-Cuando nos conocimos, por lo que recuerdo dijiste que estabas buscando a alguien que era lo más importante para tu eternidad…- dije incapaz de terminar la frase.

-Te preguntas si eres esa persona ¿no?- él la termino por mí.

-Así es- dije nerviosa.

-No tengo por qué ocultarlo, porque si lo eres, eres a quien he estado buscando desde que decidió desaparecer porque pensó que lo mejor para todos nosotros era no tenerte- dijo con un tono tierno y me quedé sorprendida.

-Esperaba menos-

-No, en realidad esperabas más- suspiró.

-Con franqueza no esperaba nada- hice una pausa -No comprendo mucho de lo que hay en este mundo por eso no sé si algún día valdrá todo esto, o si siempre seré una sombra proyectada desde lo más lejano- añadí desanimada.

-Valdrá la pena- aseguró.

-Pero aun no entiendo que soy para tu que significo tanto… ¿Qué fuimos? ¿Qué somos?- pregunté.

Suspiró y me miró con una sonrisa en sus ojos.

-Solo se me ocurre una frase para contestarte: “fuimos y seremos cuestión de tiempo, podremos vivir una eternidad pero el tiempo siempre será nuestro enemigo así como amigo”, un viejo amigo me lo dijo una vez- contestó y me confundió más de lo que estaba.

Se quedó en silencio mirándome, como si me contemplará y hubiese extrañado hacerlo. Sonreí. También me quedé hipnotizada mirándolo; empezaba a entender lo que dijo, la eternidad es todo pero el tiempo que pasamos dudando es solo la perdición.

Estaba segura que en el pasado había ocurrido algo entre nosotros pero no sé qué tan profundo llegó a ser. Podía quedarme viendo sus ojos verdes durante horas sin aburrirme, no porque fuese verde exactamente sino porque me encanta en la forma que me miraba, como si fuera suya pero con ternura.

Se acercó un poco hacia mí y yo también a él, quedaba pocos centímetros entre nosotros y yo estaba sorprendida de cómo me desenvolvía con él tan fácil, lo único malo es que aunque lo hubiese conocido en el pasado ahora apenas era solo un conocido al cual en la primera cita le había dicho todo de mi vida, cosa que al parecer ya sabía.

Posó su mano en mi mejilla como una intensidad que me di cuenta que mientras estaba conmigo antes se reprimía para hacerlo, como la vez del parqueadero cuando ambos nos decepcionamos que el beso no ocurriera.

Entonces me di cuenta que en este intercambio de miradas, siempre hay uno que grita con su silencio, es quien besa primero; esa fui yo pero a la vez no, mi cuerpo actuó mecánicamente, como si mi reflejo al estar cerca de James sería besarlo y hace rato estaba reprimiendo ese reflejo.

Sus labios eran suaves y me besó con delicadeza, como si temiera que me fuese a apartar de un brinco, sin embargo coloqué mis manos más cerca de su cuerpo y eso lo alentó haciéndolo besarme con más fiereza jugando con mi lengua, un juego perfecto, mientras sus manos tomaban mi cintura y la apretaban más hacia él. Mis manos delicadamente lo abrazaron por el cuello atrayéndolo cada vez más y hubo un punto donde ya estábamos completamente unidos que no podía atraerlo más, gemí de frustración. Él sonrió entre nuestro beso, recorrió con sus manos mi espalda, luego regresaron a mi rostro y me apartó, respirábamos con dificultad, demasiado agitados para hablar él volvió a sonreír y me dio un beso delicado en la nariz.

-Creo… creo que deberías dormir, mañana te espera un largo día- dijo James con parte del aliento perdido en el beso y me ayudo a volverme meterme entre las cobijas, se iba a ir para la otra cama, pero yo necesitaba sentir su presencia más cerca.

-No, quédate aquí- dije tomándolo de un brazo para que no se levantará.

-No creo que sea lo mejor, a Iván le molestará- susurró.

-Por favor- supliqué y él dudo pero luego asintió. Se sentó a mi lado a juguetear con mechones de mi cabello.

No lograba pensar con claridad, todo estaba pasando rápido, no le debí pedir a James que se quedará en mi cama pero había esa fuerza magnética que me atraía a él. Si lo que él decía era verdad y si yo lo había comprendido bien, entre nosotros hubo algo más que amistad, pero en ese caso…

-¿Por qué huí de este mundo sabiendo que era feliz?- pregunté en un susurro.

-No buscabas tu felicidad, estabas en busca de otra cosa, no sé muy bien porque huiste, nadie sabe, Iván fue con el ultimo que hablaste pero aun así él dijo que no veía tantas razones como para que te fueras-

-¿Qué dijo exactamente?-

-Que después de matar al vampiro entraste en una etapa de depresión pensando que todo lo que había pasado era tu culpa, no era así, pero tú como prueba de que con sangre de los Wood corriendo por tus venas, te echaste todo el peso en tus hombros y no lo soportaste-

-En conclusión huí por ustedes y no por mí. Que patética soy-

-Si lo eres, pero eres patética porque el destino así lo quiso-

-Esas no son palabras que me alientan mucho- puse los ojos en blanco.

-Puede que no, pero esto no es la televisión donde todo tiene un final perfecto, esta es la realidad, así que siempre te hablaré de la verdad-

-No sé si agradecerte u odiarte-

-Ódiame, eso haría todo más fácil-

-Algo me dice que no sería capaz de odiarte, así que hay que complicarnos un poco, después de todo soy patética y tú te auto-compadeces-

-A veces quisiera que justo esa actitud patética tuya no me gustará tanto-

-Diría lo mismo de ti pero el problema de eso es que no recuerdo nada de parte de noviembre, diciembre y enero-

-¿Enero?- preguntó confuso.

-Sí, recuerdo el día que me desperté confundida fue el mismo día que me mude a España-

-Pero con nosotros solo estuviste hasta diciembre, exactamente el primero de enero no volviste a aparecer- dijo analizando y entonces caí en cuenta…

-Si no estuve con ustedes ni con mis padres… ¿con quién estuve en enero?- pregunté pero la mirada de él estaba distante, estaba tratando de buscar una respuesta.

-No lo sé- dijo finalmente y me dejó aterrorizada, hasta ahora todas mis preguntas las había contestado sin dudar, pero no pudo con esta.

Eternos II - Desnuda Tormenta (Secuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora