Fucking Diamonds | Connverse

08

Psycho
♪Red Velvet♪
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02:38                                           03:35

El muchacho estaba tragando saliva, cruzando miradas de vez en cuando con su perla.

—¿Y Connie? ¿Sigue enojada? —finalmente la miró. Se encontraba nervioso y aterrado. Por fin se disculparía con ella tras varias insistencias por parte de su perla. En el fondo él se sentía arrepentido pero su orgullo lo cegaba en muchas ocasiones.

—Quédate calmado, ahora vendrá —miró hacia arriba. Las luces se apagaron, dejando entrar a una perla por entre ese umbral. Las gemas miraron dicha puerta y la perla azul.

—Aquí viene la maravillosa y sensible Blue Diamond, nos honra con su pasiva presencia —la morena entró por la puerta con su clásica ropa, mientras que se adelantaba, siendo seguida por su perla. Steven miró fijamente a Connie, analizando sus piernas largas. Admiraba cómo la pubertad le pegó de forma fuerte.

—Y aquí viene ¡la grandiosa! ¡Espectacular! ¡Estricta! ¡Yellow Diamond! —la perla amarilla presentó a su diamante, que se atrevió a pasar por allí. El muchacho ignoró las presentaciones, ya sabía que White no iría por asuntos de diamante que debía atender; en cambio Yellow, probablemente estaba para vigilar que nada inadecuado ocurra.

—¡Connie! —llamó al ver cómo la muchacha se acomodaba en su lugar y cerraba los ojos —¡Connie! —llamó de nuevo. Se encontró con sus ojos azules y le hizo algunas señas para que se escapen.

—Parece enojada aún —susurró la perla blanca mirando a su diamante.

—Sí, pero no puede odiarme toda la vida —sonrió con arrogancia y se bajó de allí. Yellow observó al muchacho que se fugaba por entre las gemas, hacia fuera de la habitación.

—Connie, ¿qué le pasa a Steven? Nunca se comportó así —preguntó hacia la morena que observó el rostro de su tía.

—Oh, no lo sé —aplanó los labios, volviendo a desviar la mirada —no me interesa.

—¿Por qué no? Siempre han sido unidos, quiero decir, siempre lo sigues como si fueras una perla —la morena inmediatamente miró a la mujer que observaba a las gemas bailar. Formó una mueca y suspiró por la nariz —es raro —admitió.

—Lo sé —miró sus manos un momento —mamá... —le costó hablar y aclaró su garganta —... Mi madre, ¿no tenía una zafiro personal? —juntó sus manos, entrelazando sus propios dedos —¿no?

—Por supuesto, esa zafiro era muy confiable, ¿por qué? —cruzaron miradas.

—¿Tú eres confiable para mamá?

—Oh, claro... —sonrió y miró a las gemas —... Me sentía totalmente cálida con Blue, era precioso estar con ella —rió y soltó un suspiro —lástima que no se sentía igual —la menor prefirió no decir nada.

—Cuando regrese a mi habitación, al finalizar la fiesta, quiero que me presentes a esa Zafiro —ambas se miraron nuevamente.

—Bien.

...

—Mi diamante, ¿me ha llamado? —cuestionó la pequeña de cabello corto. Connie se acomodó en su asiento y observó los rasgos de la gema. Su cabello azul claro y su vestido de distintos tonos fuertes de azul. No se lograban ver sus ojos, solo su flequillo que impedía su vista.

—Sí, quiero que me leas el futuro —rió por un momento. La gema menor juntó sus manos y bajó el mentón, causando intriga por parte de la perla que observó las acciones de la menor.

—Después de este momento, va a ir a cenar y va a dormir con tranquilid——

—¡No, no! —se adelantó —no ese futuro —dudó —mi futuro con Steven.

—¿Steven? —mostró incredulidad la gema.

—Pink Diamond —simplificó la perla, recibiendo un asentamiento por parte de la diamante. La zafiro volvió a bajar la mirada y se le cortó la respiración.

—Oh, Pink Diamond va a intentar disculparse, pero tú lo rechazarás. Tras eso, comenzarás a desarrollar tus poderes y causará un grave accidente entre ambos donde él salga lastimado —la diamante se tapó la boca, aterrada.

—¿Accidente? —balbuceó la perla.

—Eso te hará sentir culpable y por eso...——se detuvo abruptamente y observó a la perla que le tembló el mentón, retrocediendo. —No veo más nada, mi diamante —mintió y bajó la mirada. La azulada morena comenzó a llorar, logrando que todo el ambiente se vuelva pesado. De los ojos de las gemas presentes salieron lágrimas, al igual que el de la menor.

—P–Puede retirarse —tartamudeó la perla hacia la zafiro. Esta se dirigió a la puerta y miró hacia atrás, observando a la perla.

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Buenaaaas. He vuelto B) pongo música de calidad, ¿eh?

Bueh, ¿les gustó?

¿Tienen teorías? Hay algunas miraditas raras ahí eh.

Este capítulo está dedicado a reina-infinita le atinaste B)

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