Fucking Diamonds | Connverse

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Hot n cold
♪Katty Perry♪
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01:51                                         03:35

La nave sin más se estrelló contra la tierra, causando que el lodo manchara las paredes de esta. La lluvia marcaba un torrencial camino hacia los lamentos perdidos de las almas. Las compuertas se abieron dejando ver a los diamantes y sus fieles perlas. Connie se apoyó con dificultad en uno de los vidrios rotos y jadeó, observando que su mano acababa de cortarse con dicho cristal. Su tacón fue manchado por el lodo y la lluvia comenzaba a humedecer su ropa, causando un frío infernal.

—¡Señorita Connie! Hay que encontrar refugio —le exclamó la perla crema, saliendo de la nave con dificultad y cojeando. El golpe de la nave había dado un gran impacto. Connie, ignorando las palabras de la perla ajena, se dejó guiar por las gotas de agua que salían de las nubes de la tormenta. Se dejó caer en el lodo, manchando sus mayas e inmediatamente, la perla azul se le acercó.

—Connie, tenemos que encontrar refugio, vas a enfermarte —le susurró como si se tratase de un secreto y sin más, fue interrumpida por el llanto repentino de la morena. Ella, pasó sus manos por el lodo y tiró del césped, pasándoselo por la cara. —Connie... —repitió extrañada.

—Es real, ¡es real! —sollozó y miró a su perla —no recordaba cómo era esta sensación —continuó su llanto, tirando más del césped y soltando varias risas entre ello. Steven se asomó por las puertas de la nave pero se mantuvo quieto, mirando la escena.

—Patético —el único de género masculino se cruzó de brazos y desvió la mirada. La atención fue captada por el trío de féminas, que causó que Connie se levantara.

—¿Qué has dicho? —lo miró con el ceño fruncido y amenazante. Steven la miró de pies a cabeza, dudando.

—Ya sabes —se encogió de hombros.

—¿Qué cosa? —se mostró incrédula.

—¡Mírate! ¡Mírame! ¡Míranos! —gritó. Connie permaneció el silencio —estamos embarrados de lodo, en medio de la lluvia y la nave rota, ¡¿cómo planeas volver al planeta madre?! —Connie entreabrió sus labios.

—¿Qué te hace creer que quiero volver?

—¡Vamos! Estábamos repletos de lujos, Connie, no finjas que no te gustaba —la morena negó con la cabeza.

—No sé de qué hablas —mintió. No tenía caso discutir con él.

—Chicos, ¿y si discuten en algún hotel? —propuso Perla.

—¡Cállate! —le gritó Steven a ella. Volvió su mirada a la azulada y se le acercó —no finjas incredulidad, no te conviene. ¡Ahora vamos a morir! —Connie mantuvo la boca cerrada, no iba a discutir. Se giró y miró a su perla.

—Perla, detecta el hotel más cercano —ordenó. La de cabello azul pensó y miró alrededor.

—Supongo que no estamos lejos de una civilización, apenas estamos en un monte —respondió con tranquilidad. —Apuesto que si bajamos de dicho monte, encontraremos...——

—¡Miren! —la otra perla señaló el paisaje del monte. —¡Ahí está!

—Menuda suerte tenemos —pronunció a lo bajo la perla azul mirando la cabaña de la playa. —Solo debemos bajar y——

—¡¿Bajar?! ¡Ja! Claro que no bajaremos —Connie lo miró.

—¿Por qué no?

—Quizás podemos reparar la nave y volver —miró a su perla —Perla, evalúa la nave.