• CAPÍTULO 10

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THE BLACK SISTERS
IMPERIO
X.No nacimos para estar
solos
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Andrómeda extrañaba a Narcissa.

Después de todo, la Slytherin sentía la falta de su hermana; siempre se apegó más a su hermanita pequeña, no era ningún secreto que Bellatrix y ella no tenían en común más que el apellido. Sin embargo la chica se sentía feliz, pues sabía que la pequeña Cissy debía de estar disfrutando de París y de Beauxbatons en demasía.

Andrómeda creció y desarrolló sentimientos que sus demás hermanas o las mismas niñas de su edad aún no presentaban. El amor incondicional, la empatía y el respeto por los demás seres. Por eso era capaz de entregarse y de carecer de egoísmo.

—¿Cómo crees que está Cissy? — le preguntó a Bella cuando fueron a dejar la carta respectiva que su madre les pedía cada mes .

Bella la observó con el ceño fruncido y luego rodó los ojos.

—Debe de estar bien, supongo —bufó — La verdad creo que debe de estarse llenando de dulces y engordando como una vaca.

— ¿Debiésemos de escribirle tal vez?— preguntó de manera dubitativa.

Su hermana suspiró con pesadez y la miró con desdén.

—Andy, no quiero ser antipática contigo pero ¿Crees que Narcissa se ha acordado si quiera de tí?

— ¿Siempre debes ser tan molesta, Bellatrix?  Es nuestra hermana pequeña y nuestro deber es preocuparnos por ella.

— ¿Te ha escrito siquiera?

Andrómeda no se dejaría intimidar por los dichos de su hermana, quien jamás tenía una palabra ácida para entregar.

—Mira, no seas así; debe de estar ocupada, quizás allá no tiene tanto tiempo libre como aquí.

—Andrómeda, haz lo que quieras—sentenció —Como tú vas a quedarte a escribirle, pues entonces ya no tengo nada que hacer aquí —repuso —No la atosigues, pero si es que le mandas una carta, dile que espero que no se vuelva una libertina como todas esas francesas.

Andrómeda la miró con reprobación, era increíble que no quisiera decirle nada cariñoso a su hermana pequeña que se hallaba a miles de kilómetros de distancia. Así que apenas su hermana se fué de la lechucería, tomó pergamino y pluma y se instaló en una de las mesas que se disponían en el lugar para escribir cartas; allí se tomó el tiempo para contarle todas las cosas que habían sucedido en su ausencia, le contó detalles de su vida y también preguntó muchas cosas que quería saber.

— Llévala donde Cissy, pequeño — le susurró en voz cariñosa al cuervo que le entregó el encargado de la lechucería, pues esas aves servían para los viajes largos.

« Imperio » The Black Sisters ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora