Nuestro Dilema

1. Valor

Enero 17, 2020.

26 horas antes de...

—¡Oh! Quiero usar este, o tambien puede ser este—señala emocionada mi amiga Abby, aquel vestido floreado con forma de corazón en el torso mientras husmea mi armario—Dime una cosa, Freh, ¿por qué demonios tienes tanta ropa que no utilizas?

Me pregunto exactamente lo mismo. Siempre uso los mismos jeans y sudaderas. Soy fan de las blusas comodas y holgadas, sin dejar de lado que... no salgo de casa muy seguido.

—Le gusta desfilfarrar el dinero de mamá, eso es seguro.—bromeó mi hermano, entrando a mi habitación.

—Pero ¿qué tenemos aquí?—le hablo cruzada de brazos, observando atentamente al chico de cabello oscuro, lleva shorts deportivos y una sudadera con las iniciales de la universidad a la que asiste.—El hediondo ogro presumiendo las tres lagartijas que hizo en el gimnasio.

—Deberías intentarlo, dulzura, desde aquí veo los gorditos de tu barriga.—reprime una sonrisa ladina.

—¿Gorditos en mi...—ceñuda me toco el estomago para confirmar sus palabra pero lo escucho soltar una risa profunda que me enoja—¡Eres un tonto! Sal de aquí ahora.

—¿Por decirte gorda?—acota divertido, mientras lo empujo hacia la salida.

—Largo.—imploré reprimiendo una sonrisa.

—No me dejaste saludar a tu amiga, Abby, estas muy linda el día de ho...

Le dí un zape en la frente al ver el sonrojo de la susodicha. Mi hermano se quejó dejandose arrastrar hasta la puerta.

—Deja de coquetear con todas mis amigas, nadie quiere tu trasero, Tom, aceptalo.

Mi familia consiste en dos personas, mi hermano mayor y mi mamá  aunque aun tenemos una extraña relacion con nuestro padre sin embargo, el no cuenta como parte de la familia desde hace más de un año.
Matt le fue infiel a mamá hace tiempo atrás, decidió que otra mujer sería más importante que los casi viente años de matrimonio. Recuerdo cuando todos eramos felices creyendo ser la familia perfecta de todo el pueblo, hasta que esa perra  se interpuso.

Por supuesto que Matt Hastings tiene toda la culpa de lo que haya sucedido. Me decepcionó, mamá lloró muchos meses, Tom se refugió en otras cosas para no ver a sufrir a la mujer que le dió la vida y yo cuidé de ella en todo momento hasta que se recuperó. Al pasar más tiempo con Gwen—mi madre—recargué todo el odio que ella sentía hacia Matt por eso creo que mi relación mi papá es más que complicada comparandola con Tom.
Tom no es mujeriego gracias a el, aparenta serlo pero sé que nunca sería capaz de hacer sufrir a una mujer porque vivió gran parte de ello desde otro punto de vista.

Mi hermano es leal, apasionado por el atletismo y bastante conocido en la universidad. Gwen dice que es por lo atractivo y porque no hay muchos chicos guapos en este pequeño pueblo, por lo que se fijan mayormente en el castaño. Pero es mi madre halagando a su hijo, elevandole el gigantezco ego que posee.

—Jamás he coqueteado con tus otras amigas, por el amor a Dios, ¿Qué son esas falacias que dices de tu propio hermano?—se hace el ofendido, pone una mano en su pecho con cara de sorpresa frente a Abby.

Rodé los ojos. Ese niñato tiene problemas. Es fastidios, entrometido y mentiroso, pero sigue siendo mi hermano y me obligan a soportarlo.

—Largo de aquí, sapo.—señala el pasillo de las escaleras cuando su cuerpo se recuesta en el marco de mi puerta sin animos de despegarse de ella.

—Lo haré si tu amiga sale conmigo.

—Tiene novio.—recordé.

—¿Y yo que cojones voy a hacer con el novio?