Capitulo 4

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B a n

—Yo decidí seguir a Meliodas y al resto de ustedes hasta el final.- murmura adolorida, suspiro y aprieto su mano- Y debo ser fiel a mi promesa.

—Pero no vayas a llorar.- rio ante el comentario de Diane- Te pondré en mi mochila. Será un viaje muy movido.

—Podrían empeorar tus heridas.- hablo con preocupación- Mejor, te llevo al pueblo, no me necesitan para rescatar al zorro.

—Quiero ir.- sonríe ligeramente.

La gigante se encarga de acomodarla en su enorme bolso.

—Eres un soldado de Baste, ¿cierto?- Hawk encara al hombre que huíaSabes donde tienen al pecado y a la hija del doctor. ¡Habla ahora!

—Si se los digo, no tienen idea de lo que me harán los caballeros.- exclama con miedo

—¿Prefieres enfrentarte a los caballeros sagrados o a nosotros?- cuestiona la castaña

El hombre la ve y después baja sus ojos a mi, la punta de mi katana roza su mentón.

[...]

—¿Seguras que está ahí?- escucho a Meliodas

Sus voces eran distorsionadas y débiles debido a la frisa tela que nos separaba.

—Deberías estar afuera.- Elizabet habla débil- No cuidándome.

—Ese es mi trabajo, Eli.- respondo, quitando el cabello de su rostro

Ella sonríe antes de cerrar sus ojos y volver su respiración más relajada.

—¿Cabe una más?- la luz me sega por unos segundos antes de ver la sonrisa del capitán

—Que calor hace ahí adentro .- murmuro saliendo para que dejen el cuerpo de la desmayada chica

Floto hasta sentarme en el hombro de Diane, los pasos de alguien nos alertan y poco apoco el cuerpo del pecado se hace presente ante nosotros.

—¿Ban?- el nombrado lleva el cabello más corto de como lo recordaba

—¿Ah, capitán?- ambos se miran y yo solo ruedo los ojos, aquí viene.

—Hawk será mejor que te alejes.- advierto, envolviendo su cuerpo y alzándolo

La ojiimorada mueve su cabeza en afirmación, mostrándose aburrida.

—¡Ban!

—¡Capitán!

—¿Qué hacen?- el cerdo cuestiona-¡Son amigos pero es ridiculo!

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—¿Qué hacen?- el cerdo cuestiona-¡Son amigos pero es ridiculo!

—Y así son siempre.-levanto mis hombros- Ridiculos.

—Los hombres son muy inmaduros.- excusa la castaña

Recargo mi mentón en la suave piel rosada del animal para ver cómo el capitán golpea a Ban, después de recibir un golpe de este. Las paredes crujen y algunas caen, ahora juegan para ver quien es más fuerte.

Mi pecado, mi maldición [Ban]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora