Mi pecado, mi maldición [Ban]

Capitulo 5

K i n g

—Nos dirigimos a la Necrópolis.- apunta en el mapa- Ahí buscaremos a King.

—¿No habías dicho que el gordito había muerto?- cuestiona Ban después de beber de su botella

—La necrópolis es la ciudad de los muertos, tonto.- hablo afilando mi arma- O eso dicen los rumores.

—¿Cómo será ahí?- la voz de Hawk tiembla-¿Tenebrosa con tumbas por doquier?

—Con fantasmas.- rio ante el miedo de la princesa

—Espero que no haya insectos.- Diane se asoma por la ventana

Ellos siguen alegando de cuán tenebrosa podría ser el lugar, Ban dormía ebrio y murmuraba palabras sin sentido mientras el capitán hacía distintos peinados con su cabello.

El viaje no fue tan largo como esperaba, la madre cerda era ágil y rápida.

—¿Cómo pueden llamar ciudad a este basurero?- indaga Hawk

Habían muy pocas edificaciones en pie y las que quedaban estaban en muy mal estado, con sus techos y paredes desmoronándose por el tiempo.

—Siempre tienes un comentario, ¿no, Hawk?- palmeo su lomo

—Este es el lugar más cerca a la necrópolis.- aclara el capitán- Empecemos por buscar información de King.  También necesitamos dinero para alimentarnos, así que abriremos la taberna.

—¡Cuando trabaja se ve muy guapo!- la gigante se inclina, viendo embobada al rubio

—Todos trabajarán.- comenta y me señala- También tú, Sun, ¡Serás mi nueva mesera!. Gigantona, tú atraerás clientes con un cartel.- suelto un quejido y pateo el suelo-¡Tú cocinarás algo delicioso, gran chef!

—¿No quisiste decir apestoso?

—No soy sarcástico, él cocina muy bien.- dice Mel.

El animal me ve en busca de afirmación, pero solo levanto mis hombros, no lo aceptaré frente a él.

—¡Hora de trabajar, amigos!- aplaude- ¡Manos a la obra!

—¡No usare ese horrible uniforme!

[...]

—Maldito Meliodas.- maldigo sin dejar de limpiar la mesa- Maldita taberna.

Estiro mi mano derecha mientras que con la izquierda sostengo el borde de mi falda para que no se levante.

—Maldito Ban.- gruño molesta

La blusa rosa se acoplaba a mi cuerpo, como si el capitán ya sabía de ante mano que lo usaría. Me sentía ridícula.

—Señor Meliodas.- la dulce voz de Elizabeth me trae a la realidad- ¿Qué tipo de persona es el señor King?

—Déjame pensar.- camino hasta la barra y dejo el trapo con brusquedad- En pocas palabras es la mascota de los siete pecados capitales.

—¡No se aceptan mascotas!- reprende el cerdo, ganándose una mirada incrédula de nuestra parte-¿Para que quieres animales?

—Tu eres un animal.- respondo sentándome- Ademas, Meliodas solo molesta, King es genial.

Después el dueño del lugar nos narró la vez que Ban robó los peluches de un pueblo y mientras dormía, el hada los había regresado.

—King parece algo extraño.- comenta Eli- Pero de seguro, tiene un gran corazón.

—Ban es la peor persona que conozco.- habla molesto el cerdito- Apuesto que solo peleaban.

—¿Por qué lo dices?