Mi pecado, mi maldición [Ban]

Capitulo 13

M a r g a r e t

—¿Se arriesgarán por una estupida empuñadura?- habla Ban

—De acuerdo a una leyenda.- empieza el capitán- Es un fragmento de una reliquia para sellar a la raza demoniaca cuando unieron su fuerza las diosas, hadas, gigantes y humanos, hace mucho tiempo.

—¿Qué planean hacer ahora que lo tienen?- indaga Ellie

—Resucitar a los demonios.- murmuro viendo un punto fijo en el suelo

No estaba lista para otra guerra santa, los recuerdos de esa batalla golpeaban mi mente, todas esas vidas perdidas y los lazos rotos por el deseo de poder. Todos los gritos que aun me ensordecían y la sangre ajena en mis manos.
Y lo peor es que yo no muero, no, solo veo como todos lo hacen sin poder evitarlo y por mas que luche, siempre mueren, dejándome sola... sola con Meliodas.

—Entonces, ¿Crees que usaron tu espada rota para poder resucitar a los demonios?- Diane se asoma por la gran ventana que construye el capitán.

—No aún.- hablo y hago una mueca- Es muy poderoso, así que lo notaríamos de inmediato.

Hawk hace un ruido de sufrimientos atrayendo nuestras miradas y camina a paso lento.

—¡El sello está a punto de romperse!- exclama como si sufriera- Ahora que lo pienso...¿Por qué estaban buscando no solo la espada, sino también a ti, Elizabeth?

—Eso es porque.- desenfundo mi espada al ver a la desconocida- Ella es la última pieza para romper el sello.

Me lanzo sobre la mujer, pero ella es más rápida y sujeta mi muñeca, haciéndome soltar mi arma, con fuerza estira de mi mientras sostiene a Elizabeth con su mano libre, una luz nos cubre y en un segundo estamos en, lo que parece ser, una celda.

—¿Eh?¿donde estamos?- Ellie se abraza a mi costado temerosa-¿Señor Meliodas?

—Bienvenidas a casa.- la extraña bruja parece de nuevo- Están en Liones.

—¿Tu nos trajiste aquí?- cuestiona- ¡Regrésanos a la taberna!

La mujer desaparece y un fuerte gruñido inunda la habitación.

—¿Hawk?- murmuro confundida

—¡Ya no puedo más!- grita y corre hacia la puerta- ¡Súper ilusión se Rostizo!

—Wow.- exclamo con sorpresa-¿Cómo tiene tanta fuerza?

La puerta había salido de su lugar, dejándonos una vía de escape.

—¡Misión cumplida!- celebra después algunos ruidos que no describiré

—¿Qué es ese ruido?- Elizabeth me estira al ver al guardia

—¡ataque de Jamón enrollado!- golpea al pobre hombre dejándolo inconsciente-¡Vámonos!

Puse mis sentidos alerta, los días de práctica con el hada y el inmortal empezaban a dar frutos, pero no era suficientemente fuerte para proteger a la princesa y mucho menos sin mi katana. La mano de Elizabeth apretaba la mía con fuerza, mientras corría detrás del cerdo.

La luz era tenue y los pasillos no parecían tener fin.

—¿Qué está pasando?- cuestiono al escuchar los fuertes estruendos

—¡Veamos que ocurre en esta pocilga!- exclama Hawk

—Tal vez mi padre y Margaret estén aquí.- comenta la princesa con preocupación- ¡Padre, hermana! ¿Donde están?

—Ellie, no tan alto.- reprendo analizando el lugar- Los guardias podrían escucharte.

—¿Elizabeth, eres tú?- la fina voz de la mayor de las princesas se hace presente-¿Nana?

Apresurada, me acerco al sonido.

—¿Margaret?- me asomo por el pequeño rectángulo en la puerta-¿Estas bien?

Apenas logro verla, es aún más oscuro dentro.

—Estoy bien.- habla despacio- ¿Cómo están ustedes? Hemos estado preocupados, pero sabía que nana te protegería.

—No lo hice bien, lo siento.- murmuro apenada- Ahora estamos encerradas.

—No digas eso, nana.- Ellie niega y sus ojos se cristalizan- Aún estoy bien, gracias a ti. Pero por mi culpa...Veronica.- abrazo a la princesa en cuanto solloza - Ella...

—No es tu culpa, Ellie.- consuelo pasando mi mano por su sedoso cabello blanco

—A ella no le gustaría.- comenta la primer princesa de Liones- Ella se preocupaba mucho por ti.

—¡No es hora de hablar!- me sorprendo por la valentía de la chica- Tenemos que huir.

—¿En serio quieren escapar de la prisión?- bufo al ver a la mujer- aparecen tan débiles, ¿como salieron?

—¡Libera a mi hermana!- demanda la peliblanca-¡De inmediato!

—Temo que no lo haré.- niega juntando sus manos- Lady Margaret entró a esa celda por su propia voluntad. Ahora, señoritas, déjenme llevarlas a un lugar más seguro que este.

Levanto mis puños dispuesta a pelear, esperando que el combate cuerpo a cuerpo contra Ban sirviera de algo, pero el cuerpo de la bruja es empujado lejos de nosotras.

—¡Golpe ultra demoledor!- grita Hawk- ¡Comida olvidada! Después de esconder mi presencia, ataco a mis oponentes desde su punto ciego- golpea su pezuña contra el suelo- ¡Acabaré contigo!

—¿un cerdo que habla?- habla con incredulidad- ¡Fuera de mi vista!

—¡Hawk!- grito cuando su cuerpo desaparece-¿Qué le hiciste?

—De hecho solo necesito a la princesa.- exclama y mueve su mano en mi dirección- Bye bye.

Cruzo mis manos frente a mi en un intento de protegerme, la luz me abraza y después todo es escurridas.

—¿Asuna?- giro hacia la voz y me topo con el cerdo-¿Dónde está Elizabeth?

—¿Dónde estamos nosotros?- balbuceo poniéndome de pie-¿Ese es?

—Un extraño cuerno.- camina hasta el y lo patea

—Tenemos que salir de aquí.- mis ojos vagan por el lugar- E ir por Elizabeth.

La desesperación empezaba a controlarme, temía que este caos trajera consigo los recuerdos de la diosa y solo quedarán unos días para volver a cerrar el ciclo.

—Así que está es el cuerno de Cernunnos.- una tercera voz nos asusta y un poco más de luz entra- Oye, Diosa o lo que seas, ¿me escuchas?

Si supiera.

—¿Ese es Ban?- Hawk entrecierra sus ojos- ¡Vino a rescatarte, que romántico!

El pecado continua hablando, pero al no obtener respuesta da media vuelta.

—¡Ban!

—¿Maestro?- sus ojos se abren con asombro-¿Asuna? ¿Qué hacen aquí?

—¡Eso es lo que nos preguntamos!

—¿Por donde entraste?- cargo al cerdo hasta dejarlo en el suelo- Tengo que ir por Elizabeth.

—Aguarda, ¿estas bien?- su mano se enrolla en mi brazo- El capitán está en ello, tranquila.

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Y cuando pasen de 20 hago maratón.