Cartas en Francia

Capítulo 10

Sé que es algo corto, fue algo difícil escribir este capítulo, peeeero al fin lo terminé. 

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Mis piernas y manos estaban temblando. No podía permitir que esto pasara. Respiré hondo y traté de aclarar mi mente. No podía salir por la puerta, ya que estaba bloqueada y no había nadie más en la casa que me ayudara. La ventana era mi única opción. Me acerqué a ella y me dí cuenta que el cerrojo estaba bloqueado y no tenía tiempo para buscar una llave.

Miré toda la habitación en busca de algo que me ayudara a romper la ventana. Pero no había nada más que ropa y los cojines de la cama. Miré la mesa de noche de Víctor y me acerqué a ella, dentro no había nada más que una libreta y algunas plumas.

-¡No puede ser!- golpee el cajón en desesperación y este cayó al piso, dándome una idea.

El cajón era algo pesado, pero podía cargarlo sin problema. Arrastré el cajón hasta estar frente a la ventana, lo cargue y, aún con las piernas y brazos temblando, lo aventé hacia la ventana. Cubrí mi rostro con mis manos mientras escuchaba como como caía el vidrio al suelo.

Pasé a través de la ventana con cuidado, pero ,a pesar de ello, conseguí algunos rasguños en los brazos y piernas. Corrí por las calles lo más rápido que pude hasta llegar al árbol en la colina. El pecho me ardía y sentía que las piernas me hormigueaban, por lo que me detuve a tomar aire, ahí pude ver que Francis estaba a unos pasos de mí.

-Odette, ¿qué pasó?¿Por qué estás así?- miró mi cara con preocupación, notando los moretones y rasguños.- ¿Fue Víctor?¿Él te hizo esto?- apretó la mandíbula.

-Francis, necesito saber dónde está Frédéric.-

-En su casa, acabo de salir de ahí, ¿por qué?-

-Tenemos que ir.- contesté, mientras corría colina abajo, para llegar a la casa de Frédéric.

-¿Por qué?-

-Lo van a matar.-

Francis al ser más alto y rápido que yo, llego primero a la casa, brincó la cerca y abrió la puerta. Segundos después, cuando yo ya había llegado, se escucharon gritos detrás de la casa, entré lo más rápido que pude, mientras escuchaba algunos de los gritos.

-¡Eres un idiota! Primero golpeas a una mujer y ahora quieres matar a alguien inocente.¡Me das asco!- gritó Francis.

-Puedo matarlos a ambos si quiero, hay suficientes balas. Así que mejor ten cuidado con lo que dices.- respondió Víctor.

-Odette no se merece ni siquiera estar cerca de alguien como tú.-

-¿Y crees que se merece estar con alguien como tú?- hubo un silencio.-No hagamos esto más difícil, Monsieur Beringer.- llegué a ellos para ver como Víctor cargaba el arma. Frédéric estaba a unos pasos de Víctor, quien le apuntaba a la cabeza. Francis estaba unos pasos atrás de su amigo.

-¡No!- mi voz fue más fuerte de lo que esperaba. Los 3 hombres voltearon a verme.

-Lobo, saca a Odette de aquí.- lobo, a quien no había visto por que estaba a unos pasos detrás de Víctor, se acercó a mí. Víctor seguía apuntando a la cabeza de Frédéric.

-Venga, señorita, no es bueno que esté aquí.- miré a Lobo y después a Frédéric, a pesar de la situación en la que se encontraba me sonrió. Volví a mirar a Lobo, agaché la mirada y caminé en su dirección.

Sentía los pies pesados, quería tardarme lo más posible para llegar hasta Lobo, aunque sabía que no tenía mucho tiempo, tenía que pensar en algo, no podía dejar que Frédéric muriera. Cuando volví a levantar la mirada, me dí cuenta que estaba junto a Víctor y aún me faltaban unos pasos llegar hasta Víctor.

Sin pensarlo corrí hacia Víctor, golpeando con mi hombro el brazo con el que sostenía el arma. Se escuchó un disparo. Mis oídos zumbaban. Víctor me golpeó en el estómago para separarme de él, caí al piso con dificultad para respirar.

Escuchaba las voces muy lejos, pero pude reconocer el grito de Frédéric. Me arrodillé y me encontré a Frédéric tirado en el piso junto a Francis, quien tenía la playera llena de sangre.

Traté de correr hacia ellos, pero Victor me tomó de la cintura y me arrastró en la otra dirección. Pataleé para que Víctor me soltara.

-No te opongas, Odette.- Víctor habló lo suficientemente alto para que pudiera escucharlo a través del zumbido, después presionó la pistola contra mi nuca. -Lobo, mátalos.-

-¡No!- Volví a patalear.- Lobo trabajas para mi padre, por lo que te ordeno que no lastimes a ninguno de los dos.- mi voz fue dura, nunca la había escuchado así. Miré fijamente a Lobo, quien pasó su mirada de mí a la de Víctor. Supongo que Víctor le dio alguna señal, porque Lobo guardó el arma y camino detrás nuestro. Quería vomitar, cada parte de mí se sentía horrible. No quería dejar a Frédéric y a Francis así, pero lo mejor que podía hacer en este momento era alejar a Víctor de aquí.

Cuando estábamos saliendo nos encontramos con la madre y la hermana menor de Frédéric, quienes entraron corriendo a la casa cuando escucharon a Frédéric gritar por ayuda. No pude hacer nada más que bajar la mirada.

Al llegar a casa, mi padre y los padres de Víctor estaban en la sala, al ver mi aspecto se pararon de inmediato y nos miraron, esperando una explicación. 

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Así es como visualizo que estaban parados.

19/06/2020

-Eve